Por iniciativa de la editorial jujeña "Cuadernos del Duende", dirigida por Alejandro Carrizo, un centenar de instituciones provinciales recibieron la donación de piezas literarias de autores jujeños en el marco de un proyecto que tiene por objetivo fomentar la lectura y poner en valor a los escritores locales. El Tribuno de Jujuy habló con Carrizo quien se refirió a las especiales acciones realizadas que repercutieron en bibliotecas populares, escuelas, merenderos y sindicatos de distintos puntos de nuestra geografía.
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Por iniciativa de la editorial jujeña "Cuadernos del Duende", dirigida por Alejandro Carrizo, un centenar de instituciones provinciales recibieron la donación de piezas literarias de autores jujeños en el marco de un proyecto que tiene por objetivo fomentar la lectura y poner en valor a los escritores locales. El Tribuno de Jujuy habló con Carrizo quien se refirió a las especiales acciones realizadas que repercutieron en bibliotecas populares, escuelas, merenderos y sindicatos de distintos puntos de nuestra geografía.
De esta manera sobre el origen de esta propuesta Carrizo contó: "En diciembre del año pasado junté libros que tenía y los doné a tres bibliotecas populares, comuniqué este accionar por redes y se enteraron bibliotecarios, pero sobre todo, docentes quienes empezaron a demandar ejemplares. Cuando empiezo a conversar con ellos, entiendo que lo que más les interesaba era la literatura jujeña".
Y señaló que considerando que las solicitudes que más recibía eran de instituciones educativas decidió armar un proyecto para compilar y organizar los materiales de los que dispone "Cuadernos del Duende", "las peticiones venían mucho de las escuelas, entonces con el apoyo de un mecenas imprimimos una gran cantidad de libros. Se trata de una colección especialmente preparada (no son libros que nos sobraban ni nada por el estilo). Así, reunimos ejemplares con cuentos de autores jujeños y otros de mitos y leyendas de la cultura del Noa y empezamos a donar", reveló. Y la iniciativa tuvo eco en cerca de 120 instituciones de la provincia, "la repercusión fue impresionante y muy rápida", aseguró.
Luego subrayó que el lema de esta especial iniciativa es "Con-Leer" y al respecto explicó: "Significa no leer solo sino leer con alguien y que ese otro alguien le lea al otro, buscamos la lectura compartida, colectiva, porque en el marco del Plan Nacional de Lectura se detectó que muchas veces los docentes llevan libros y les dicen a los chicos ‘lean’ y obligarlos es lo peor que hay para expulsarlos de la lectura, entonces lo que hacemos es incentivar a los promotores de lectura, ya sean maestros, bibliotecarios o animadores sociales, para que después ellos compartan su entusiasmo con niños, jóvenes o adultos mayores.
Buscamos que se generen escenas de lectura compartida". Y en este punto resaltó el valor del libro de papel, "que tiene una particularidad, hay un intermediario entre un lector y otro, se abre la escucha y se carga de subjetividad la escena de lectura. Todo eso no se encuentra en los libros digitales ni en las redes. Y lo que estamos despertando y esto es lo fenomenal del asunto, es el entusiasmo por compartir la lectura y su carga emotiva. No es lo mismo un cuento que te lee tu abuela cuando sos niño que leerlo solo, cuando uno escucha ese cuento uno se acuerda de la abuela, de su calidez, no del cuento en sí y entonces la lectura se transforma en un vehículo de afecto, de asombro, incentiva la subjetividad de las personas y ese es nuestro objetivo", expresó.
Asimismo, subrayó que el proyecto en poco tiempo se instaló en bibliotecas populares, bibliotecas escolares, centros vecinales, fundaciones, merenderos, sindicatos, una sucursal del Sedronar, la penitenciaría de Jujuy, "nos hemos reunido con distintas instituciones y se han sumado nuevas, muchas de ellas incluso van a crear espacios de lectura a partir de esta iniciativa", aseveró. Y comentó que hace unos días tuvo una reunión especial con la Asociación de Bibliotecarios de Jujuy "y la presidenta dijo que esto va a servir para reavivar la asociación".
Seguidamente consultado sobre sus impresiones considerando esta notable repercusión indicó: "Lo que yo intuyo es que la crisis económica, más la pandemia, ha provocado que la lectura sea un lugar de refugio, un lugar donde nos podemos acurrucar para soportar estos problemas sanitarios y sociales que estamos viviendo. Esto es un fenómeno increíble". Después recalcó la importancia de resguardar la memoria de la literatura jujeña, "que mejor que entregar libros de autores locales porque si las escuelas reciben libros son de Buenos Aires, y nosotros como editorial estamos recuperando autores hasta ya olvidados como Armanini o Villafañe junto con los nuevos".
En los tramos finales de la charla, Alejandro Carrizo manifestó su satisfacción por la tareas realizada, "personalmente es todo maravilloso, porque que una pyme jujeña pueda lograr estas cosas sola, sin ayuda de ningún tipo, es fantástico y espero que el Estado se alerte y fortalezca este tipo de emprendimiento sobre todo en el sector educativo porque la demanda mayor de los docentes es que no tienen libros de autores jujeños. Así que mi expectativa es que este proyecto se amplíe".
Y agregó: "Además, a partir de esto surgió una cosa maravillosa, van a pedir legislatura provincial para la protección de los bibliotecarios que se reciben y quedan sin trabajo. Así que creo que el Estado tendría que dedicarle más atención a este sector, con políticas adecuadas y también para las editoriales locales que somos pocas, pero que nos dedicamos a resguardar el patrimonio literario de la provincia. Así que para mí es una experiencia excelente". Y realizando un balance de la tarea realizada hasta ahora concluyó: "Espero que este sea nuestro aporte para aumentar el índice de desarrollo humano como quiere la Unesco, tenemos que producir, pero también tenemos que leer y espero que esto sirva de algo".