Una mujer fue asesinada ayer frente a su hijo de cinco años en una propiedad abandonada de la localidad de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza en Buenos Aires. Lo ocurrido fue relatado por el propio niño a dos vecinos que se habían acercado a él, ya que lo vieron llorando solo tras las rejas del lugar, donde tiempo atrás funcionó un hogar para discapacitados.
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Una mujer fue asesinada ayer frente a su hijo de cinco años en una propiedad abandonada de la localidad de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza en Buenos Aires. Lo ocurrido fue relatado por el propio niño a dos vecinos que se habían acercado a él, ya que lo vieron llorando solo tras las rejas del lugar, donde tiempo atrás funcionó un hogar para discapacitados.
El hecho ocurrió ayer, poco antes de las 16, en una casa ubicada en Camino de Cintura entre Carabobo y Remedios de Escalada, donde dos oficiales se dirigieron tras el llamado al 911 de los vecinos que habían encontrado al menor. En la segunda planta de la vivienda hallaron a la mujer sin vida, según informaron fuentes judiciales.
Los efectivos entrevistaron a un vecino, identificado como Luis Alberto Bocetto, quien relató que halló a un nene en el patio delantero de esa casa, detrás de las rejas, y que el menor le dijo que su mamá -identificada como Gloria Cristina Domínguez Zimmerman, de 29 años, inmigrante- había sido golpeada por un hombre y estaba muerta.
Efectivamente, en la segunda planta, entre escombros se encontró el cuerpo de la mujer. Estaba semidesnudo, presentaba golpes en la cabeza y, aparentemente, heridas de arma blanca.
Al encontrar el cuerpo, los oficiales solicitaron la presencia de una ambulancia y dieron conocimiento del hecho a la comisaría de jurisdicción.
Hoy se supo que Gloria, que trabajaba en un quiosco en Garibaldi y Centenera, a pocas cuadras del domicilio abandonado, conocía a su atacante. Según fuentes policiales, debía encontrarse con una persona que le iba a vender una panchera y es por eso que el hombre cuyo rostro quedó registrado en las cámaras de seguridad vecinales la acompañó hasta el lugar donde se produjo el crimen. A la policía, el nene le dijo que ese hombre era “un novio” de su mamá. Tiene entre 25 y 30 años, contextura delgada y barba.
El hombre que ayudó al niño
Gustavo, uno de los hombres que socorrió al pequeño de cinco años, contó hoy en LN+ que salía de trabajar junto con un compañero cuando pasaban por el lugar y vieron al menor llorando fuera del domicilio donde minutos después la policía encontraría el cuerpo de la madre.
“Salíamos de trabajar y pasamos como todos los días por este lugar cuando vimos al nene llorando detrás de la reja, porque es un nene muy chico, y le preguntamos qué le pasaba y nos dijo que un señor lo llevó ahí adentro y mató a su mamá”, dijo.
El hombre relató que entonces sacaron al niño de la propiedad y lo llevaron a una estación de servicio que queda frente al lugar. “Llamamos al patrullero y vinieron a los 20 minutos, vinieron dos oficiales de policía, dos chicas”, dijo.
Además, contó que el pequeño no dejaba de llorar y que solo se calmó cuando un vendedor de garrapiñadas le ofreció un paquete de esos dulces. “Estaba llorando y decía que alguien lo había metido ahí y había matado a su madre. Él sabía lo que había pasado, estaba consciente”, explicó. El chico les dijo que “el hombre” había “golpeado con un palo” a su mamá, y que al irse le dijo que volvería a buscarlo, pero no lo hizo. Por eso, un par de horas después del crimen, cerca de las 18, salió al patio delantero, donde los vecinos lo encontraron llorando.
Gustavo contó que la zona es oscura y que ese domicilio donde encontraron el cuerpo de la mujer “es como una casa del terror, es feísimo, es tenebroso, es un lugar abandonado”.
En el lugar de dos pisos funcionaba un centro educativo y terapéutico para discapacitados que llevaba el nombre de Hogar Santa Estafanía y hace tiempo que se encuentra descuidado y abandonado. Según pudo saber LA NACION de fuentes de la pesquisa, el lugar, por su estado, es utilizado como “aguantadero” por delincuentes de la zona; también sería usado por jóvenes para drogarse allí dentro.
En reclamo de justicia y mayor seguridad en el vecindario, vecinos y familiares de la mujer asesinada habían cortado ayer el Camino de Cintura.
En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI), a cargo de Gastón Duplaa, quien trabaja en la escena del crimen.
Fuente: La Nación