Un sol invernal acompañó el feriado nacional por el fallecimiento del General Martín Miguel de Güemes. En la zona de la vieja terminal, de la capital jujeña, la actividad se mostró prácticamente normal, ya que la mayoría de los comercios abrieron sus puertas. Lo que sí, no se vio tanta circulación de personas, como suele verse habitualmente allí. También estuvieron varios vendedores ambulantes, que están ubicados sobre calle Dorrego. Desde comercios dedicados a la venta de fiambres y quesos, carnicerías, panadería, hueveros y hasta verdulerías atendieron normalmente.
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Un sol invernal acompañó el feriado nacional por el fallecimiento del General Martín Miguel de Güemes. En la zona de la vieja terminal, de la capital jujeña, la actividad se mostró prácticamente normal, ya que la mayoría de los comercios abrieron sus puertas. Lo que sí, no se vio tanta circulación de personas, como suele verse habitualmente allí. También estuvieron varios vendedores ambulantes, que están ubicados sobre calle Dorrego. Desde comercios dedicados a la venta de fiambres y quesos, carnicerías, panadería, hueveros y hasta verdulerías atendieron normalmente.
Lo cierto es que se presentó este panorama porque, sobre todo, los trabajadores de la economía informal y las pymes, vienen muy golpeados por la pandemia y no pueden estar inactivos ni siquiera un día.
En cuanto a la zona céntrica, durante las primeras horas de la mañana, llamó la atención que estuvieron abiertos la mayoría de los locales dedicados a la venta de tela, como también de zapatos y otros rubros.
En diálogo con algunos comerciantes, señalaron que, hoy feriado nacional, para ellos es un día más, que no pueden darse el lujo de no trabajar, porque con el aislamiento la han pasado muy mal. Y si bien ahora, las actividades están permitidas, apuntaron que hay días en que las ventas repuntan y otros en que es casi nula.