Su infancia transcurrió en el barrio San Isidro, de donde surgieron las primeras mujeres que alcanzaron espacios en la política en base a su trabajo en territorio y sensibilidad por las causas de los menos favorecidos. Patricia Armella, una orgullosa portadora de ese legado, integra la lista 505 del Frente de Todos-PJ como candidata a diputada provincial en segundo término.
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Su infancia transcurrió en el barrio San Isidro, de donde surgieron las primeras mujeres que alcanzaron espacios en la política en base a su trabajo en territorio y sensibilidad por las causas de los menos favorecidos. Patricia Armella, una orgullosa portadora de ese legado, integra la lista 505 del Frente de Todos-PJ como candidata a diputada provincial en segundo término.
San Isidro fue "un barrio que marcó la historia de la militancia de la mujer en el partido", sostuvo al subrayar que muchas pasaron de cumplir el rol de esposas de sindicalistas durante la dictadura, para ya en democracia pelear por espacios en estructuras partidarias donde no se hablaba de paridad. En ese marco, mencionó a Pilar Bermúdez; la primera concejala del PJ en la capital, Nélida Catalina Alarcón, Rita Armella, Esperanza Tejerina y otras tantas que, como ella, militaron desde chicas con el convencimiento de que el peronismo era la garantía para alcanzar la justicia social.
"Precozmente mamamos la democracia", aseguró al recordar que cuando era niña, en su barrio, los fines de semana se organizaban reuniones en las que los vecinos hablaban de la historia del peronismo y esa prédica la marcó "desde lo colectivo". Como la mayoría eran sindicalistas "tenían mucha pertenencia al peronismo", destacó.
Así fue que Armella junto a otros jóvenes comenzaron a involucrarse en la política, mientras paralelamente se comprometían a realizar estudios superiores en la universidad pública. Así fue que cuando se fueron a estudiar a Córdoba buscaron trabajo para asegurarse el sustento diario y al mismo tiempo comenzaron a realizar diferentes actividades políticas con los residentes jujeños en la provincia mediterránea. "De qué no trabajé", respondió a una pregunta de nuestro diario, precisando que se ganaba la vida en bares y una fábrica de chocolate que le permitía trabajar de noche y estudiar de día. Dijo que era un grupo bastante grande, con sueños colectivos que llegaron a materializar con mucho esfuerzo.
"Fui la primera profesional de mi familia y en el caso de ellos también. Lo hacíamos con ese desafío de entender que teníamos que mostrar otra realidad y que era posible. No estaba dentro de nuestras posibilidades no recibirnos más allá de todas las adversidades y así festejábamos el título de cada uno", evocó emocionada. Con esa dinámica del trabajo en equipo aspira a proponer en el bloque del PJ "para modificar o hacer nuevas leyes que nos van a convocar a todos y que tienen que ver con el contexto económico generado por la pandemia". Puntualmente mencionó la imperiosa necesidad de reactivar la economía, poniendo especial atención en los sectores populares del comercio que han sido uno de los más afectados. "Volvemos a ver las mamaderas con té, no con leche, son realidades que te golpean y te das cuenta de que la pandemia golpeó fuerte", enfatizó.
La participación de la mujer en los espacios de la política seguirá formando parte de su agenda. "Vamos a seguir planteando ese debate desde lo político y lo partidario para que en el 2023 seamos muchas más las que encabecemos listas, porque todavía no hablamos de una paridad real, se nos hace difícil el ingreso en los espacios legislativos. Si pretendemos legislar con perspectiva de género vamos a tener que asumir la responsabilidad y los desafíos de encabezar listas que no sólo es eso, sino lograr que los compañeros nos apoyen, nos voten y lleguemos".
Patricia Armella realizó sus estudios primarios en la escuela Pucarita y los secundarios en el Bachillerato 2. Con mucho esfuerzo estudió y se graduó de odontóloga en la Universidad Nacional de Córdoba.
Su profesión la llevó a conocer la provincia. Trabajó en Susques, Valle Grande y con el móvil odontológico recorrió toda la zona rural jujeña. Esa experiencia le permitió tener un panorama acabado de la realidad sanitaria. También se desempeñó en el Servicio Penitenciario, institución que -sostuvo- no cumple con el objetivo de la reinserción social de las personas privadas de su libertad. En ese marco promueve un nuevo emplazamiento del Penal de Gorriti a un espacio con la infraestructura necesaria que garantice la inserción laboral de los internos.