Ante la falta de acuerdo entre el gremio y las empresas, UTA confirmó que continuará con la medida de fuerza, por lo que hoy tampoco habrá servicio de transporte.
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Ante la falta de acuerdo entre el gremio y las empresas, UTA confirmó que continuará con la medida de fuerza, por lo que hoy tampoco habrá servicio de transporte.
En la jornada de ayer, cuando se reanudó el diálogo entre las partes no se pudo alcanzar un acuerdo, por lo que los trabajadores decidieron sostener el paro, que ya lleva seis días en la provincia.
Hoy, se decidirá la continuidad o no de la medida en una reunión virtual que se prevé para las 16. Cabe recordar que el paro se inició ante el incumplimiento del pago de sueldos y aguinaldo a los trabajadores, por lo que desde el gremio advirtieron que no se reanudará el servicio hasta tanto no se cancele lo adeudado.
Mientras, los usuarios deberán afrontar una vez más una odisea de trasladarse. Y es que tras cinco días de conflicto y un fin de semana largo de por medio, el impacto del paro de transporte de pasajeros en la capital jujeña fue muy duro para los trabajadores de casi todos los rubros. Tuvieron que pasar varias horas del día esperando algún medio de transporte alternativo, muchos otros caminaron grandes distancias y los que no tuvieron la posibilidad de adoptar ninguna de la anteriores sufrieron un gran daño a sus finanzas ya que tomar un taxi amarillo, varias veces al día, significó un gasto que no estaba previsto.
Numerosas complicaciones
El Tribuno de Jujuy dialogó con varios trabajadores que compartieron sus experiencias en estos días de paro. Mariela Castillo, empleada doméstica, domiciliada en Alto Comedero, indicó que desde el miércoles pasado las complicaciones que tuvo que enfrentar fueron varias.
"El miércoles que fue el primer día de paro y como estábamos confiados que solo era hasta las 11 de la mañana me tomé un remís para llagar a trabajar, pero la vuelta ya fue difícil porque como ese mediodía aún no se sabía nada de lo que iba a pasar estuve más de una hora y media en la parada pensando que iban a pasar los colectivos. Ese día los policías pasaban por las paradas avisando que el paro iba a ser hasta el lunes.
El jueves tomé un taxi compartido de esos "truchos", me cobraron 100 pesos el viaje y no tuve que esperar tanto para tomarlo porque cuando estaba en la parada pasaban ofreciendo viajes. Pero el viernes estuve casi una hora esperando algún remís y ese día llegué tarde, la vuelta es mucho más complicada porque en el centro no hay tantos remises compartidos y hay que esperar sin saber muy bien si va a pasar alguno o no. Todo es muy desordenado, el tiempo que uno pierde nadie te lo compensa", relató.
En tanto, Rodolfo Silisque, empleado de comercio que vive en Palpalá, comentó que el paro de transporte lo obligó a buscar otras alternativas para poder cumplir con el trabajo. "Nosotros tenemos que presentarnos a trabajar sin importar lo que pase. Estos días por las mañanas les pedí a familiares y también a un vecino que me acerquen, claro que les pagué lo que gastan en combustible, pero la vuelta es más complicada y más aun teniendo horario partido. Algunos días me quedé cerca del trabajo para no gastar mucho y recién volver por la noche a casa", dijo.
Francisca Villena, maestra de primaria, vive en barrio Malvinas y presta servicios en el casco céntrico. Comentó que "en mi escuela decidimos sostener las clases aunque hubo algunas compañeras que no pudieron resolver el tema de transporte y faltaron, pero yo hice lo posible y pude cumplir con mis alumnos. Tengo niños de 1º grado y pensar en faltar, teniendo en cuenta que solo van dos días a la semana a clases, no quise. Viajé en taxis compartidos pero las esperas fueron muy largas, hasta de una hora. Había muchas filas en las paradas, fue una semana muy terrible, y por otro lado, pensar en pagar un taxi que a mí me salía más de 400 pesos no era una posibilidad, así que tuve que esperar nomás".