Trata de mantenerse entera para ser el pilar de las restantes mamás del Merendero "A pulmón" pero la situación hace que se le quiebre la voz y Delia Vargas ahogue los sollozos. Es que luego de cuatro años debieron suspender el servicio alimentario ofrecido a 391 niños y 15 abuelos del asentamiento 16 de Mayo.
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Trata de mantenerse entera para ser el pilar de las restantes mamás del Merendero "A pulmón" pero la situación hace que se le quiebre la voz y Delia Vargas ahogue los sollozos. Es que luego de cuatro años debieron suspender el servicio alimentario ofrecido a 391 niños y 15 abuelos del asentamiento 16 de Mayo.
"Por algo yo creo que son las cosas, por ahí le ponemos mucha, pero mucha paciencia, mucho amor pero no podemos creer que se haya parado. Como siempre dije "en algún momento iba a pasar" pero no pensé que fuera tan pronto", se sinceró en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
La falta de mercadería y fondos para darle continuidad semanal a la merienda motivó el parate. "Me encantaría seguir brindándola, pero dar un día con pan, otro día no, otro día mate si se puede, es complicado", explicó.
Las integrantes están "al pie del cañón" pero desde el lunes sólo concurrieron dos o tres personas con donaciones de sémola, harina y yerba, están muy agradecidas pero no resulta suficiente para revertir la decisión obligada.
Quedaron en un callejón sin salida porque tienen la personería jurídica de la Fundación "A pulmón" pero hace tres semanas que esperan la cuenta y CBU del principal banco privado de la provincia a fin de canalizar algún tipo de ayuda.
No pueden salir a la peatonal con las alcancías porque tendrían que entregar constancia de lo recibido para estar dentro de la legalidad. Ni realizar comidas solidarias, además no tienen el capital inicial.
Delia y sus colaboradoras convocan a empresas, instituciones o particulares que las ayuden hasta ser incluidas por Desarrollo Social.
Les falta leche, cacao, arroz, té y pan
Las tardes ya no son lo mismo en Puerto Argentino entre Chaile y Torres, en el asentamiento 16 de Mayo del barrio Malvinas. Las mamis no preparan la merienda y no llegan los chicos. Todos esperan que algún benefactor acerque lo indispensable: leche, cacao, arroz, yerba y té, en cantidad suficiente para garantizar la continuidad. Y falta pan. Aún no logran que les habiliten la cuenta con el CBU. Se los contacta en forma presencial; al 0388 155-018949 o en el Facebook Merendero “A Pulmón”.