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España le cambió la vida, pero su corazón es ledesmense a morir

Aunque todo era incierto antes de viajar, Edgardo Barrionuevo jamás olvidó sus raíces, ni la tierra que lo vio nacer.
Domingo, 18 de julio de 2021 01:04

Desde la añoranza de una tierra que siempre cobija lo más sensible, nacen los recuerdos más sentidos. Aromas, sabores y vivencias se ponen de manifiesto en la vida de toda persona y se vuelven momentos únicos e irrepetibles.

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Desde la añoranza de una tierra que siempre cobija lo más sensible, nacen los recuerdos más sentidos. Aromas, sabores y vivencias se ponen de manifiesto en la vida de toda persona y se vuelven momentos únicos e irrepetibles.

Y Edgardo Barrionuevo no es la excepción. La vida lo sorprendió desde el instante en que su padre le dijo que podría cambiar su destino. Y así lo hizo.

Este ledesmense abrió un camino en su vida que le dio la oportunidad de llegar a Europa y terminar de perfilar su sueño más anhelado en España.

Con las expectativas a flor de piel y las ganas en su punto justo, este profesional del nado comenzó su travesía a partir de una casualidad que surgió en el año 2006. "Mi papá buscaba información por internet, se dio la oportunidad de mandar mi curriculum y me convocaron para el puesto de guardavida", así comenzó Edgardo a contar su historia que lo llevó a vivir nuevas experiencias en el ejercicio de una actividad que lo tenía como protagonista en piscinas de Tucumán.

PISCINA “LAS ROZAS” / EL GUARDAVIDA POSANDO EN SU LUGAR DE TRABAJO.

Así, llegó a cumplir uno de sus sueños: conocer París; a la par de crecer en forma profesional y recibirse de profesor de rescate acuático estabilizando su vida en Argentina. "En principio yo iba y venía porque trabajaba en verano europeo y verano argentino; pero desde el 2019, me llamaron a trabajar en invierno en una piscina climatizada municipal de Los Montes Pirineos - límite con Francia - en el norte de España", allí se desempeña como entrenador de natación, profesor de salvamento acuático y guardavidas.

La experiencia de este viaje fue buena porque le permitió descubrir el mundo gracias a chances privilegiadas, claro que siempre hay miedos que acechan en medio de incertidumbres pasajeras y preguntas constantes a la hora de llegar a un lugar desconocido.

MUSEO NAVAL ARMADA ESPAÑOLA / CON MAQUETAS DE LAS CARABELAS DE COLÓN.

"Temía que no fuera cierta la oferta de trabajo o de quedar varado tan lejos del pago, pero desde el primer año que vine fue positivo", confesó Barrionuevo quien es referente de la agrupación "Socorristas unidos", afiliada a la Federación Argentina de Guardavidas. "Mi proyecto que ya trabaja en Tucumán y Salta, ahora apunta a Jujuy para mejorar la actividad del guardavidas en la zona del Noroeste", contó el ya residente español que tiene el corazón partido por extrañar mucho a su familia en el país. "Hoy en día no usamos mascarilla y hay hospitales que están libres de covid-19", dijo con ánimo encendido. "Casi todos están vacunados y yo ya tengo dos dosis de Pfizer".

En quince años, su andar por España fue intensamente vivido, lo que le permitió formar amistades nuevas. "Conozco gente de España, Perú, China, Francia, República Dominicana y Japón; pero no tienen la cercanía que tenemos en Argentina donde es un ritual juntarnos. Aquí la gente es un poco más fría", expresó Edgardo con un dejo de nostalgia notable. Y es que el ser humano históricamente se puede adaptar con facilidad a diferentes entornos y condiciones, pero hay memorias que están grabadas tan profundo en el alma, que son imposibles de olvidar.

SENTIMIENTO EN LA DESPEDIDA / JUNTO A SUS PADRES ANTES DE PARTIR A EUROPA.

"Extraño los días en el Club Atlético Ledesma, a mis amigos de atletismo y la época de oro del atletismo jujeño, a mis amigos de San Salvador. El entrar a la pista del club, al "profe" Crespín, el ir a correr a la Loma, salir a chupar caña o bañarme en la pantalla en el chorro y subir a la Loma, el olor a bagazo, mi casa de la infancia... Y ­el mango! Aunque aquí se consigue todo el año, no hay como los de Calilegua y Ledesma!", recordó emocionado por este breve recuerdo que no deja de una tener vigencia palpitante dentro de su ser.

Este guardavida que navegó en los canales de Ámsterdam, que nadó en el Mediterráneo y llegó a encontrar una moneda de dos euros a 200 metros dentro del mar, destacó que fue de los sucesos más extraños que le tocó vivir; sin dejar de querer que Jujuy sea -en un futuro- el faro que desde el norte para el país marque un rumbo y crezca (mucho).