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Verdaderos guerreros son los que luchan y no se dejan vencer

Jonás Campos se define como multifacético; es chica trans y transformista drag, contó con fortaleza cómo es enfrentar el cáncer.
Miércoles, 21 de julio de 2021 01:01

Un verdadero gesto noble fue el que tuvo Brian May para su amigo Freddie Mercury al escribir e inmortalizar la frase "El show debe continuar" en una canción. Este regalo que cuenta con una emotividad inmensa, fue hecho por un fin muy especial y es que -pese a las circunstancias- hay un nuevo día que siempre esperará para verlo brillar. Hoy a través de un legado vocal que trasciende la historia.

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Un verdadero gesto noble fue el que tuvo Brian May para su amigo Freddie Mercury al escribir e inmortalizar la frase "El show debe continuar" en una canción. Este regalo que cuenta con una emotividad inmensa, fue hecho por un fin muy especial y es que -pese a las circunstancias- hay un nuevo día que siempre esperará para verlo brillar. Hoy a través de un legado vocal que trasciende la historia.

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ESMERALDA DRAG LA IMPACTANTE TRANSFORMISTA QUE HORA BRILLARÁ EN ESCENA.

Este ejemplo, acaso, sirve para ilustrar un pensamiento que Jonás Campos sigue al pie de la letra. Con mucha energía y positividad expuesta en cada una de sus palabras, este joven masoterapeuta y peluquero profesional de San Pedro contó detalles de una historia de lucha desde su alma sociable y conversadora.

 

2021. El año elegido de Jonás - Esmeralda para no dejarse vencer, sino para desempolvar trajes que aguardan por brillar y destacarse.

"La verdad que la vida me ha golpeado muchas veces. Trato de ponerle el pecho a la bala. Me fui de mi casa a los 15 años, hice mi vida solo y me costó mucho, pero salí adelante y creo que es aprender a enfrentar y a saber disfrutar cada momento. Hay altos y bajos", dijo Jonás antes de revelar lo que la vida le depararía.

 

Y es que con el paso del tiempo, eligió ser artista y se le abrieron las puertas del mundo del espectáculo. Como chica trans, se subió al escenario y llegó a ser transformista y drag queen. No obstante, atravesó un episodio desafortunado que lo tuvo como protagonista, mediante el que aprendió que pese a todo, se puede seguir. "Todo empezó por un accidente automovilístico que me produjo muchas cosas, tuve problemas de la visión y en la columna. Al poco tiempo me detectaron un tumor en la parte frontal del cerebro, me hicieron estudios y me salió que es cáncer", relató el joven con cierto desánimo; pero luego, retomando valor, continuó diciendo que aunque los médicos le dijeran que subirse a los tacos no ayudarían a mejorar la salud, su felicidad estaba sí o sí en el escenario, entre luces y aplausos.

"Un día dije: 'esto no me va a vencer'. Y entonces he luchado con todas mis fuerzas, me sentí mejor. Pasó el tiempo y logré estabilizarme un poco más", expresó con una calma notable. Y es que los verdaderos guerreros son los que luchan y no los que se dejan vencer, por lo que a pesar de que las situaciones no sean las mejores, siempre debe haber una luz de esperanza. "Siempre tengo la idea de que las cosas pasan por algo y todo lo voy solucionando de acuerdo a las situaciones", comentó Campos que nuevamente debió colocarse una armadura psicológica cuando reapareció en su organismo esta enfermedad. "Después de nuevos estudios, me informaron que rebrotó el cáncer y me agarró un bajón, una pequeña depresión. Ya no estaba transmitiendo alegría sino tristeza, la gente me veía mal", explicó el artista que terminó por bajarse de las tablas con las ganas intactas de volver, claro, cuando se sintiera preparado.

Luego de años sin tener el brillo de los anteriores pero sin dejar de cumplir con el tratamiento adecuado, eligió este 2021 para un regreso fortuito. ¿La razón? Le avisaron que el tumor es maligno y que se encuentra en una etapa regenerativa.

"Enterarme fue muy fuerte. Pero me dije: 'más fuerte soy yo'. Soy luchador gay, una chica trans y muy pronto el mundo me verá como drag queen. Quiero retomar mi escenario, mi vida, mi look; quiero que las personas vuelvan a sonreír con mi humor, con mi comedia, con las cosas que yo sé hacer y demostrar. Si muero, quiero morir haciendo lo que me gusta hacer y disfrutarlo". Lejos de dejarse vencer por una enfermedad que lo cambió sólo a nivel físico, eligió desempolvar los trajes que aguardaban destacarse y decidió encender su fuego interior. "Hoy después del diagnóstico, quiero hacer lo que mejor me sale hacer.

Soy una transformista - artista como se debe, que sólo quiere ser feliz. Soy fuerte y no me importa lo que digan, siempre divina, nunca 'indivina'. Hay que darle para adelante y siempre seguir. Siento que la vida me depara muchas cosas aún, no pienso en el cáncer. Mi vida no es eso. Estoy contento porque las puertas vuelven a abrirse para mí", comentó Jonás que sobre tacos se convierte en Esmeralda Drag, imponente transformista quien llegó a trabajar con Flor de la V, Marcelo Mariani y Mariquena del Prado. "Anhelo sentirme diva. Creo que nada te puede detener cuando algo te gusta", dijo Jonás/ Esmeralda con una firmeza muy propia, puesta en ese ímpetu que lo mantiene activo en todo momento y -hoy más- a la hora de luchar por tener una vida feliz al continuar desplegando su show.

El ritual para ser una drag queen 

“SIEMPRE DIVAS, NUNCA INDIVAS” ESMERALDA JUNTO A DOS AMIGAS DRAG QUEENS

 

“Sobre el regreso a los escenarios, mi intención es volver siempre más fuego que nunca. Siempre hay que estar fuego, nunca "infuega”, aseguró con una convicción de hierro y entre risas Jonás - Esmeralda que también fue rey mister trans en Brasil. Así, venía perfilando su camino en el universo diverso; pero el drag queen se inició en su vida gracias al magnético Max Drag, un artista reconocido del medio a nivel nacional.

“Él me dijo: "vos naciste para estar arriba de tacos’. Yo pensaba que me decía en broma pero me dio a que me pruebe sus tacos. Yo me los puse y desde ese día, no me los saqué nunca más”, contó Campos acerca de esta elección de vida.

“Me fui formando con los años y me costó un montón el ambiente, porque te topás con mucha clase de gente, algunos te hacen sentir mal por cómo uno se viste o se arregla, pero poco a poco uno va haciendo cada vez mejor las cosas. Creo que la persona se va formando conforme al tiempo, no todos nacemos sobre tacos, sino que nos hacemos sobre tacos”, reflexionó Esmeralda Drag.

El ser drag queen es mucho más que tener un disfraz puesto encima. Significa que hubo un ritual previo para llegar a sentirse y verse como una estrella. “Ponerte un disfraz te lleva cinco minutos, pero esto te lleva horas.

El tema del maquillaje y de arreglarte es muy costoso, es lindo que la gente sepa valorar y respetar lo que uno es. Hay reinas viejas pero otras recién formándose. Yo no sabía ni maquillarme, ni pintarme los labios hasta que un día demostré que sí se puede y que si uno quiere seguir su sueño, simplemente no tiene que dejar de hacerlo”, finalizó.
 

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