A diferencia del choque de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, donde dejó la sensación que debió ganar y no volverse con el 1 a 1 de Brasil, Racing Club fue una sombra anoche. San Pablo, sin lucirse demasiado, lo venció con justicia en el “Cilindro” de Avellaneda y avanzó de fase. De Palmeiras de Brasil o Universidad Católica de Chile, que se enfrentan hoy, saldrá su rival para los cuartos de final del certamen continental.
En el arranque de la primera etapa, la “academia” no pudo frenar el ímpetu inicial de la visita, que en el empate en la ida estaba obligado a salir a ganar el encuentro.
Sara probó desde fuera y pasó cerca del palo de Arias. Luego fue Rigoni quien avisó con un cabezazo que cruzó toda el área chica y que nadie pudo darle la estocada final al fondo de las mallas. En realidad, Marquinhos esperó que el balón ingresara solo, considerando que hacía falta una “corrección” en su trayecto. Error.
El local, después de ese inicio incierto, mejoró en las marcas y la dupla Chancalay-Copetti estuvo a un punto de darle otra alegría al pueblo racinguista cuando el “28”envió un centro perfecto, que el “9” no pudo darle dirección, ingresando por el punto del penal.
No pasó mucho más después, hasta que en la última acción de primer tiempo. Marquinhos encabezó en feroz contragolpe luego que Leonel Miranda perdiera el balón en el mediocampo. El seguro Arias primero y el palo más tarde impidieron el gol del delantero visitante, pero ingresando por atrás de todos apareció Rigoni para abrir el marcador. Justo un exIndependiente.
Fue un baldazo de agua helada, previo al cierre del primer tiempo.
Si bien los paulistas tuvieron algunas chances, tampoco habían hecho demasiado por irse al descanso festejando. En Racing, la preocupación radicó en el hecho que no pudo tener la pelota en sus pies, fallando Piatti en la conducción principalmente, y así aprovechar la velocidad de sus puntas.
Tras el descanso, los muchachos de Juan Antonio Pizzi salieron con todo en busca de la igualdad, pero Martín Benítez -otro ex“rojo”- habilitó perfecto entre los centrales a Marquinhos, quien ganó en velocidad y definió cruzado. El 2 a 0 pareció liquidar la historia.
Pero Racing no se achicó. Copetti tuvo en sus pies el descuento, pero el balón salió apenas arriba del travesaño.
El tema fue que quedó expuesto a los contragolpes y de esta manera, Rigoni volvió a facturar. El 3 a 0 dejó herido de muerte al dueño de casa. Sin embargo, el ingresado Correa pudo descontar, dejando abierta las expectativas de cara a los minutos finales.
El conjunto de Hernán Crespo se llevó el pasaporte gracias a su efectividad. También aprovechó los errores del local en los momentos claves del encuentro. Muy lejos quedó aquella sólida actuación que tuvo en tierras brasileñas hace siete días.
Será tiempo de barajar y dar de nuevo para la “acadé”, ya que el sueño de la Libertadores volvió a pasar de largo.
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A diferencia del choque de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, donde dejó la sensación que debió ganar y no volverse con el 1 a 1 de Brasil, Racing Club fue una sombra anoche. San Pablo, sin lucirse demasiado, lo venció con justicia en el “Cilindro” de Avellaneda y avanzó de fase. De Palmeiras de Brasil o Universidad Católica de Chile, que se enfrentan hoy, saldrá su rival para los cuartos de final del certamen continental.
En el arranque de la primera etapa, la “academia” no pudo frenar el ímpetu inicial de la visita, que en el empate en la ida estaba obligado a salir a ganar el encuentro.
Sara probó desde fuera y pasó cerca del palo de Arias. Luego fue Rigoni quien avisó con un cabezazo que cruzó toda el área chica y que nadie pudo darle la estocada final al fondo de las mallas. En realidad, Marquinhos esperó que el balón ingresara solo, considerando que hacía falta una “corrección” en su trayecto. Error.
El local, después de ese inicio incierto, mejoró en las marcas y la dupla Chancalay-Copetti estuvo a un punto de darle otra alegría al pueblo racinguista cuando el “28”envió un centro perfecto, que el “9” no pudo darle dirección, ingresando por el punto del penal.
No pasó mucho más después, hasta que en la última acción de primer tiempo. Marquinhos encabezó en feroz contragolpe luego que Leonel Miranda perdiera el balón en el mediocampo. El seguro Arias primero y el palo más tarde impidieron el gol del delantero visitante, pero ingresando por atrás de todos apareció Rigoni para abrir el marcador. Justo un exIndependiente.
Fue un baldazo de agua helada, previo al cierre del primer tiempo.
Si bien los paulistas tuvieron algunas chances, tampoco habían hecho demasiado por irse al descanso festejando. En Racing, la preocupación radicó en el hecho que no pudo tener la pelota en sus pies, fallando Piatti en la conducción principalmente, y así aprovechar la velocidad de sus puntas.
Tras el descanso, los muchachos de Juan Antonio Pizzi salieron con todo en busca de la igualdad, pero Martín Benítez -otro ex“rojo”- habilitó perfecto entre los centrales a Marquinhos, quien ganó en velocidad y definió cruzado. El 2 a 0 pareció liquidar la historia.
Pero Racing no se achicó. Copetti tuvo en sus pies el descuento, pero el balón salió apenas arriba del travesaño.
El tema fue que quedó expuesto a los contragolpes y de esta manera, Rigoni volvió a facturar. El 3 a 0 dejó herido de muerte al dueño de casa. Sin embargo, el ingresado Correa pudo descontar, dejando abierta las expectativas de cara a los minutos finales.
El conjunto de Hernán Crespo se llevó el pasaporte gracias a su efectividad. También aprovechó los errores del local en los momentos claves del encuentro. Muy lejos quedó aquella sólida actuación que tuvo en tierras brasileñas hace siete días.
Será tiempo de barajar y dar de nuevo para la “acadé”, ya que el sueño de la Libertadores volvió a pasar de largo.