El libro de la vida de Paulina Inés Soruco se sigue engrosando con capítulos difíciles en su salud pero que no hacen más que confirmar su tesón por salir adelante y por supuesto el agradecimiento a quienes le tienden una mano para que sea posible. Desde mayo otra vez quedó ciega por un gran derrame en el ojo y la tienen que operar el 29 de este mes.
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El libro de la vida de Paulina Inés Soruco se sigue engrosando con capítulos difíciles en su salud pero que no hacen más que confirmar su tesón por salir adelante y por supuesto el agradecimiento a quienes le tienden una mano para que sea posible. Desde mayo otra vez quedó ciega por un gran derrame en el ojo y la tienen que operar el 29 de este mes.
"Estaba mejor, utilizando los anteojos pero en mayo después de un día con viento Norte volví a perder la visión", relató Inés a El Tribuno de Jujuy sobre la nueva tribulación.
Sus días siempre estuvieron dedicados a los más vulnerables y necesitados, desde el trabajo durante 25 años como enfermera del sector de Neonatología en el hospital "Pablo Soria", donde supo contener a mamás y bebés; pero también deleitando con su voz potente y capaz de transmitir todas las emociones sea desde coros parroquiales, fiestas patronales a las que la convocaban o en la faz artística que incluso la llevó a formar parte del primer mariachi femenino de la provincia.
Pero el temido diagnóstico de diabetes en el 2010 y distintas complicaciones hicieron que tuvieran que amputarle algunos dedos de los pies. Y cuando le ocasionó una insuficiencia renal crónica terminal e hipertensión comenzó a dializarse hace 5 años. Ahora tras iniciar los estudios está muy esperanzada en pasar a integrar la lista de espera para un trasplante de riñón.
Algo tan preciado como su vista requiere de otra cirugía para abandonar la oscuridad. Es que Inés tuvo un accidente de niña por el cual perdió un ojo y en el otro sufrió un gran derrame el año pasado debido también a la medicación que se le suministra para la diálisis. Fue operada en el 2020 y además le colocaron unas inyecciones. Todo costosísimo, así que a través de donaciones de almas solidarias y rifas pudo afrontar los gastos, dado que cobra la jubilación mínima e incluso un problema de orden administrativo -que afortunadamente fue subsanado- provocó que su cuenta figurara en $ 0 por muchos meses.
Su esposo Raúl Navarro perdió una pierna por la diabetes y se moviliza en silla de ruedas, no tiene ninguna pensión, plan o subsidio; y también se encuentra en diálisis, requiriendo un trasplante.
Así las cosas Inés precisa nuevamente ayuda de la comunidad para abonar los gastos que demanda la operación oftalmológica que le permita ver. "El lunes o el miércoles me tendría que hacer una tomografía y llevar los otros estudios. La cirugía va a ser la extracción de la sangre, limpiarme bien el ojo, me van a hacer láser y me van a poner la inyección. El doctor me decía que me iba a cambiar el cristalino, dependiendo de cómo estaba, pero aparentemente no está mal. Tengo una pequeña catarata pero no me la va a tocar", describió.
El 29 debe concurrir con la mayor cantidad de dinero que pueda reunir y después seguiría con cuotas "como pagué la otra vez, hasta cancelarle".
Cualquier tipo de aporte monetario será bienvenido, Inés y Raúl son personas de fe y desde ya están muy agradecidos con quienes puedan ayudarlos.
El CBU de Paulina Inés Soruco es 2850200940095221564158.
Toda colaboración suma, también se los puede contactar a través del celular de Raúl 388 4407126 o de Inés 388 5870080. Viven en Juárez Celman 1720, barrio San Pedrito.