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Cultos en honor de Santa Ana

El padre Marcelo Churquina dijo que una persona es mucho más que productividad y pidió respeto a los mayores.
Jueves, 29 de julio de 2021 01:03

"A veces se tiene esa mirada economicista y utilitarista que sostiene que cuando uno termina una vida útil, en cuanto a la producción, ya no sirve y pareciera que el adulto mayor es descartable. La vida de una persona es mucho más que productividad, es fecundidad, por más fragilidad que tenga la persona humana, el amor la hace fecunda y en la fecundidad, sigue dando vida desde el amor, desde la presencia, desde la sabiduría. Es menester hoy, saber distinguir entre lo que es productividad y fecundidad, y dejar de lado esa mirada del mundo social, que manifiesta de que una persona vale solo cuando produce, desde el punto de vista cristiano, la persona vale en cuanto vive esa fecundidad de su ser persona".

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"A veces se tiene esa mirada economicista y utilitarista que sostiene que cuando uno termina una vida útil, en cuanto a la producción, ya no sirve y pareciera que el adulto mayor es descartable. La vida de una persona es mucho más que productividad, es fecundidad, por más fragilidad que tenga la persona humana, el amor la hace fecunda y en la fecundidad, sigue dando vida desde el amor, desde la presencia, desde la sabiduría. Es menester hoy, saber distinguir entre lo que es productividad y fecundidad, y dejar de lado esa mirada del mundo social, que manifiesta de que una persona vale solo cuando produce, desde el punto de vista cristiano, la persona vale en cuanto vive esa fecundidad de su ser persona".

DEVOCIÓN  UN PEQUEÑO Y SU MADRE TRIBUTAN HONRAS A SANTA ANA.

Fueron los conceptos pronunciados por el padre Marcelo Churquina, durante la misa que se ofició en barrio Santa Ana de San Pedro de Jujuy, cuya comunidad celebró, en medio de sentimientos encontrados, su fiesta patronal. En otro tramo haciendo alusión a Joaquín y Ana, habló de la prolongación humana a través de nuestros antepasados y reiteró el pedido de respeto y reconocimiento para los adultos mayores.

En tiempos de pandemia y luego de haber pasado por momentos de inmensa tristeza e incertidumbre, debido a que quienes tenían la responsabilidad del rezo del novenario y de la celebración patronal fueron afectados por el virus y debieron permanecer aislados, la comunidad honró a su santa patrona. Durante el oficio que se realizó en el sector donde se levanta la gruta, y que fue presidido por el párroco Marcelo Churquina, se recordó a los miembros de la comunidad fallecidos, a los que permanecen internados y aislados y se agradeció por aquellos que lograron superar la enfermedad.

"A pesar de esta terrible pandemia que estamos atravesando, estamos aquí presentes agradeciéndole a Dios el poder vivir nuestra fiesta patronal. Pasaron diferentes eventos que nos llevaron a suspender días de nuestra novena. Esta pandemia ha tocado muy adentro de nuestra comunidad, pero gracias a Dios estamos recuperándonos. Estamos felices de poder recibirlos en nuestro barrio, y compartir este día festivo. Queremos agradecer al padre Marcelo porque es el primer año que nos acompaña en nuestra fiesta patronal y por su predisposición en estos días difíciles para brindarnos su compañía y guía", sostuvieron integrantes de la comunidad parroquial de barrio Santa Ana.

Tras la bendición se hizo entrega de presentes al padre Marcelo y a cada una de las comunidades de la parroquia San Andrés Apóstol, para luego compartir un locro criollo ofrecido por la comisión del centro vecinal.

Feria en el templo matriz

JOVEN EN UN STAND

En una tarde festiva, cumpliendo los protocolos de bioseguridad, se realizó la tradicional Feria de Santa Anita en el marco de la conmemoración de la festividad de los de Santa Ana y San Joaquín y de la Primera jornada mundial de los abuelos y adultos mayores. La misma fue organizada por la comunidad de la parroquia de San Pedro de Río Negro, en la modalidad presencial con protocolo y virtual a través de delivery.

Gran cantidad de familias se dio cita en el atrio del templo matriz para recrear el sentimiento popular y de fe que inspira esta festividad, por medio de la compra de miniaturas que representan los afectos y necesidades que tienen las familias. Todo el atrio se transformó en la ciudad de Santa Ana y San Joaquín y como ya es costumbre, los ciudadanos al ingresar gestionaron su DNI, para luego pasar por el banco a canjear el dinero real por los billetes “de juguete”, únicos valores aceptados para la compra de los productos. 

Y así fueron recorriendo, el hospital, inmobiliaria, restaurant, panadería, bazar, automotores, todo lo relacionado a la súplica por culminación de estudios, nacimientos, trabajo, entre otros pedidos especiales por tantas necesidades causadas por la pandemia. Pero sin dudas el sector más concurrido y disfrutado fue el Registro Civil en el que los matrimonios asistentes renovaron sus votos con intercambio de anillos y el certificado de matrimonio. Este gesto también fue celebrado por muchos jóvenes que transitan el noviazgo. B(Nora Ruiz)P
 

 

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