¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

12°
16 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Cambio de políticas para frenar el desgaste

Domingo, 04 de julio de 2021 00:31

El freno en la recuperación económica, el estiramiento de las negociaciones por la deuda, la pérdida de poder adquisitivo del salario y los problemas logísticos en materia de vacunación llevaron al oficialismo a modificar muchas de sus políticas centrales de cara a las elecciones de septiembre. Todo esto tiene que ver, entre otras cosas, con los augurios de la mayoría de los encuestadores, que revelan un resultado incierto en la provincia de Buenos Aires y una lenta pero constante reducción en la imagen positiva del presidente Alberto Fernández.
La vacuna de Pfizer ya dejó de ser un demonio para el Gobierno, las paritarias se homologan quince puntos por encima de la inflación prometida, se alivianó la situación de los alcanzados por Ganancias y Bienes Personales y la vicepresidenta pasó de un largo silencio sobre temas clave a encabezar la campaña electoral del oficialismo. 
La decisión del Gobierno de autorizar el ingreso de vacunas norteamericanas por decreto por supuesto que representa una buena noticia para el país, pero no se entiende porqué motivo ocurre a ocho meses de iniciado el proceso de inoculación en Argentina. Se trata, sin dudas, de un tema que viene desgastando al kirchnerismo desde hace meses y que los medios de comunicación continúan teniéndolo entre sus debates de mayor interés, lo que habría generado el cambio repentino de postura. ¿Es mayor el costo político de dar marcha atrás a algo que se defendió por ocho meses o el de continuar con el error? A raíz de la erosión pública que le generó al Gobierno el escándalo con Pfizer, la respuesta es evidente.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El freno en la recuperación económica, el estiramiento de las negociaciones por la deuda, la pérdida de poder adquisitivo del salario y los problemas logísticos en materia de vacunación llevaron al oficialismo a modificar muchas de sus políticas centrales de cara a las elecciones de septiembre. Todo esto tiene que ver, entre otras cosas, con los augurios de la mayoría de los encuestadores, que revelan un resultado incierto en la provincia de Buenos Aires y una lenta pero constante reducción en la imagen positiva del presidente Alberto Fernández.
La vacuna de Pfizer ya dejó de ser un demonio para el Gobierno, las paritarias se homologan quince puntos por encima de la inflación prometida, se alivianó la situación de los alcanzados por Ganancias y Bienes Personales y la vicepresidenta pasó de un largo silencio sobre temas clave a encabezar la campaña electoral del oficialismo. 
La decisión del Gobierno de autorizar el ingreso de vacunas norteamericanas por decreto por supuesto que representa una buena noticia para el país, pero no se entiende porqué motivo ocurre a ocho meses de iniciado el proceso de inoculación en Argentina. Se trata, sin dudas, de un tema que viene desgastando al kirchnerismo desde hace meses y que los medios de comunicación continúan teniéndolo entre sus debates de mayor interés, lo que habría generado el cambio repentino de postura. ¿Es mayor el costo político de dar marcha atrás a algo que se defendió por ocho meses o el de continuar con el error? A raíz de la erosión pública que le generó al Gobierno el escándalo con Pfizer, la respuesta es evidente.

Llama la atención no sólo el momento de la decisión, sino también los mensajes confusos hacia la sociedad. Sólo 24 horas antes de que se anuncie el decreto, el oficialismo había bloqueado en el Congreso la modificación a la ley de vacunas. Es obvio que la intención del kirchnerismo fue no otorgarle la victoria a Juntos por el Cambio de la entrada al país de las vacunas más demandadas por los países centrales. A cambio, organizó una conferencia de prensa en la que no estaba ni siquiera el Presidente. Algo así como “no te doy el rédito pero tampoco me expongo al escarnio”.

¿Por qué el Presidente recién ahora soluciona este problema luego de negarse una y otra vez a hacerlo? ¿Era necesario acusar de lobbistas de Pfizer a quienes pedían el ingreso de esta vacuna aprobada en Estados Unidos para chicos de entre 13 y 17 años? ¿Qué pasará ahora con las supuestas condiciones “inaceptables” que habría puesto el laboratorio para acordar con el país? ¿Seguirán diciendo desde el oficialismo que la entrada de Pfizer viene de la mano con la entrega de recursos naturales? El Gobierno deberá dar serias explicaciones de tan rotundo cambio de postura, más allá de enumerar la conveniencia electoral de la decisión, que fue el verdadero motivo del decreto. 
La noticia se conoce justo en momentos en los que las segundas dosis de Sputnik V brillan por su ausencia para los más de seis millones de argentinos que la están esperando con suma ansiedad. Aquí nace otro contrasentido en la política de inmunización del Gobierno, ya que desde diciembre el Instituto Gamaleya había advertido que Rusia tendría problemas con el abastecimiento del segundo componente. Es evidente que el Gobierno le restó importancia a esa advertencia y no comenzó oportunamente los ensayos clínicos para evaluar los efectos de una combinación de vacunas entre Sputnik V y AstraZeneca o Sinopharm. Esos estudios recién estarían disponibles para agosto o septiembre, lo que retrasaría de forma importante la inmunización total de los inoculados con la vacuna rusa. 
De hecho, sorprende que en un escenario de escasez de segundas dosis de Sputnik V sigan llegando vuelos repletos de primeros componentes, sin la garantía de que se podrá culminar con el esquema de vacunación de esas personas. Sólo anteayer llegaron al país más de un millón cien mil primeras dosis, pero en ese vuelo no llegó ni una sola de la segunda.

Otro de los giros realizados las últimas horas por el Gobierno radica en que se acortarán los plazos entre la aplicación de la primera dosis y la segunda, de los tres meses actuales a uno o dos. La aparición de la cepa Delta estaba dejando obsoleta la estrategia iniciada en marzo para inocular parcialmente a la mayor parte de la población. Lo que nadie explicó aún es si a los vacunados con Sputnik V también les asignarán la segunda dosis en los nuevos plazos. 

La política

Dentro de las filas del Frente de Todos afirman que en el Instituto Patria reina el descontento por la marcha del Gobierno, que no logra acelerar la vacunación con esquema completo ni tampoco bajar la pobreza y la inflación. “Nosotros estimábamos que íbamos a llegar a mitad de año con un mayor crecimiento y una menor inflación, pero ahora debemos afrontar la campaña únicamente con el plan de vacunación y recordando la herencia de Mauricio Macri”, afirmó ayer un estrecho colaborador de Cristina a El Tribuno.

Por ese motivo, los próximos meses se verá una mayor participación de Kicillof y una menor de Martín Guzmán, a quien en el kirchnerismo más duro culpan por todos los males y lo acusan de “piantavotos”. La expresidenta decidió multiplicar sus apariciones en los próximos meses no porque su figura pueda captar muchos votos nuevos, sino porque teme una fuga de apoyos propios desencantados por el rumbo del Gobierno.