El colectivo Lgtbiq+ de Jujuy bregó por la aplicación de la Ley de cupo laboral trans recientemente aprobada por el Senado.
inicia sesión o regístrate.
El colectivo Lgtbiq+ de Jujuy bregó por la aplicación de la Ley de cupo laboral trans recientemente aprobada por el Senado.
Hace unos días se aprobó por una amplia mayoría de votos la "Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero Diana Sacayán - Lohana Berkins" en la Cámara de Senadores.
La norma representa una demanda histórica por parte de la comunidad travesti-trans en pos de reducir la brecha de desigualdad social y generar una mayor ampliación de acceso a derechos.
La ley lleva el nombre de dos activistas travestis de gran trayectoria en materia de lucha por la erradicación del estigma, la discriminación y las violencias cometidas hacia la población travesti-trans en nuestro país, quienes militaban públicamente la importancia de generar un cupo laboral que represente el reconocimiento y reparación histórica hacia esta comunidad por parte del Estado, teniendo en cuenta las situaciones de precariedad en ámbitos familiares, de salud, de accesibilidad y terminalidad educativa, así como también episodios de violencia institucional tales como travesticidios y transfeminicidios.
Entre sus puntos principales, la ley estipula que el Estado nacional deberá garantizar un mínimo del 1 por ciento de su planta laboral para personas travestis, transexuales y transgénero. Además, tendrá que cumplir obligaciones vinculadas a la "no discriminación" en el acceso a los puestos de trabajo, sumado a incentivos económicos para fomentar las contrataciones en el sector privado. No será necesario documentar cambio registral en el DNI.
Al respecto, dialogamos con Agustina Pia Lucena, vicepresidenta de la Fundación Damas de Hierro, quien indicó que la aprobación de la Ley de Cupo laboral Trans "es una lucha que al fin tuvo su fruto y significa que vamos a tener un futuro más justo e igualitario no solo para nosotras sino para las generaciones que vienen".
En cuanto a la inserción laboral, los índices son bajísimos en Jujuy como a nivel nacional.
Según el libro "La revolución de las mariposas", sólo el 9% de las mujeres trans y travestis está inserto en el mercado formal de trabajo, mientras que para más del 70% la prostitución sigue siendo la principal fuente de ingresos.
En este sentido, Lucena indicó que en Jujuy no hay inclusión laboral para personas trans. Y explicó que más del 80% de las personas trans no tienen un trabajo en blanco por lo que muchas de ellas se dedican al trabajo sexual.
Teniendo este terrible panorama, indicó que conseguir un trabajo estable y en blanco para una persona trans sigue siendo un anhelo y que con la sanción de la ley tenemos muchas esperanzas de tener un mejor futuro.
"Conseguir trabajo significa mejorar nuestra vida y la salud. También dignifica. Hay que recordar siempre que fuimos trabajadoras desde chicas y siempre tuvimos la esperanza pese a todo lo que nos pasa que vamos a tener una mejor vida. Nosotras amamos la vida", agregó.
En cuanto a la discriminación que existe hacia el colectivo, Lucena señaló: "Por supuesto que hay mucha discriminación, estamos en una provincia conservadora, discriminatoria, patriarcal y estas prácticas están naturalizadas y eso conlleva exclusión y no solo en ámbito laboral, sino del hogar, de la educación de la salud y la justicia y eso es lo que busca cambiar esta ley".
Sobre el trabajo que se realiza desde la Fundación Damas de Hierro para que se aplique el cupo trans en Jujuy, comentó: "Si bien nosotras hicimos una campaña provincial en distintos municipios, logramos que se aprobará el Cupo Laboral Travesti Trans en la ciudad de San Pedro, aunque no vemos que se cumpla, y es por eso que vamos a continuar con la campaña provincial para que más compañeras en diferentes localidades puedan tener una oportunidad laboral. También vamos a pedir al Gobierno que se adhiera a la nueva Ley Diana Sacayan - Lohana Berkins de inclusión laboral para cambiar nuestras realidades porque es vergonzoso para un Estado que las personas trans tengan un promedio de vida de 40 años y que casi el 90% no pueda nunca acceder a un empleo".