Hace doce años, el 6 de julio de 2009, la comunidad sampedreña despedía al historiador y multidoctor Jobino Pedro Sierra e Iglesias, único médico argentino y americano en llegar a obtener cinco doctorados. Por más de veinte años, fue director del hospital La Esperanza, ocupó la dirección del hospital "Dr. Guillermo Páterson", siendo fundador del Servicio de Anestesiología, jefe del Programa Provincial Anti Chagas y miembro ad-honorem de la Comisión Nacional de estudio y lucha contra esa enfermedad. Una vez jubilado, incursionó en una de sus pasiones, la investigación, llegando a ser uno de los historiadores más importantes de la provincia, dejando un importante legado de obras de incalculable valor.
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Hace doce años, el 6 de julio de 2009, la comunidad sampedreña despedía al historiador y multidoctor Jobino Pedro Sierra e Iglesias, único médico argentino y americano en llegar a obtener cinco doctorados. Por más de veinte años, fue director del hospital La Esperanza, ocupó la dirección del hospital "Dr. Guillermo Páterson", siendo fundador del Servicio de Anestesiología, jefe del Programa Provincial Anti Chagas y miembro ad-honorem de la Comisión Nacional de estudio y lucha contra esa enfermedad. Una vez jubilado, incursionó en una de sus pasiones, la investigación, llegando a ser uno de los historiadores más importantes de la provincia, dejando un importante legado de obras de incalculable valor.
Sólo su partida de nacimiento indicaba su lugar de origen, Colonia Barón, antiguo territorio de La Pampa, donde cursó sus estudios primarios y secundarios, porque una vez obtenido su título de médico cirujano en la Universidad de Córdoba, eligió a Jujuy para vivir, tierra que lo adoptó como su hijo dilecto y a la que durante 57 años le ofrendó su conocimiento en el campo de la medicina, como historiador e investigador.
Publicó innumerables notas periodísticas y crónicas referidas a la historia de la medicina y sus protagonistas, que fueron editadas por distintos medios de comunicación. Tres amores sustentaron su vida, su familia, la medicina y la aventura de arrancarle al tiempo sus misterios. Cada experiencia constituyó un gozo, un triunfo que lo había enriquecido a pesar de los reveses propios del andar, del hacer y del buscar.
Han pasado 12 años y qué importante sería contar hoy, ante esta pandemia, con su conocimiento. "En nuestro largo camino de andar por la vida, somos obreros o artesanos de pequeños peldaños que conducen a la verdad. Imagino a la ciencia como una larga escalera donde un peldaño, es decir un descubrimiento, da lugar al siguiente y se apoya en él y así la suma de todos los peldaños, nos permite avizorar la verdad y la esencia de las cosas", sostuvo en una entrevista realizada por la revista cultural Grito Verde.
Han pasado 12 años de su partida y hoy, sus libros referidos a la historia vernácula, son los más requeridos y buscados no sólo por la comunidad jujeña, sino por aquellas personas que llegan a San Pedro de Jujuy, en busca de su historia. Cabe acotar que el multidoctor fue el único historiador que se adentró hasta los orígenes de este territorio, para lo cual desarrolló un importante trabajo de investigación en distintas provincias argentinas y en el viejo continente, llegando a España, donde recorrió archivos históricos y bibliotecas, para dejar plasmados en sus libros la verdadera historia de la región, desde sus primeros habitantes.
Recibió numerosos reconocimientos por su labor, pero aún falta que las autoridades revean el material histórico y de investigación que realizó el doctor Jobino sobre la verdadera fecha fundacional de San Pedro, y se corrija la fecha errónea. En 1996, el multidoctor hizo entrega del trabajo al por entonces intendente sampedreño, quien manifestó su agradecimiento que quedó plasmado en el mismo libro. Pero hasta la fecha nada se hizo por corregir aquel involuntario error que dio origen a una fecha que nada tiene que ver con la fundación del pueblo.
A 12 años de su partida, es bueno traer al presente el nombre y la figura de un gran hombre, que fue nombrado Ciudadano Ilustre de San Pedro, y que por toda su entrega sigue vivo en la memoria y en el corazón de quienes habitan este verde solar.