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Pasar a la Acción en Conservación del Suelo

Miércoles, 07 de julio de 2021 22:46

 

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En Argentina desde el año 1963, el 7 de Julio ha sido instituido como Día de la Conservación del Suelo.  Es así que los avances en materia de conservación de este recurso no renovable, ha tenido suerte dispar en una nación conocida internacionalmente por su perfil productor de granos y carne.  En Marzo de 1981, se promulga la Ley 22.428 de Fomento a la Conservación del Suelo, que declara de interés general la acción privada y pública tendiente a la conservación y recuperación de la capacidad productiva de los suelos”, este hecho impulsó la realización de prácticas de conservación del suelo en el país, pero en la actualidad no se encuentra vigente por falta de financiamiento.

Hoy algunas provincias cuentan con leyes específicas sobre la conservación de este recurso natural, que permitieron la generación, desarrollo y ejecución de planes y programas de vanguardia en conservación, manejo y recuperación de suelos, como por ejemplo, las provincias de Entre Ríos y Córdoba; otras provincias como la nuestra, tienen leyes generales vinculadas al Ambiente, como es la Ley General del Ambiente N° 5.063 que consideran al suelo como un recurso entre otros  con enunciados sobre la necesidad de cuidarlo y conservarlos y hay otras provincias carecen de todo marco legal para la conservación del suelo.

La provincia de Jujuy, tiene la mayor superficie de su territorio cubierto por montañas, en casi un 60%. El relieve montañoso define geoformas, climas, paisajes típicos y bien diferenciados como la Puna, Quebrada, Valles y Ramal. Las Puna árida y de clima riguroso, con producción extensiva de camélidos, ovinos, bovinos y caprinos, cuya cubierta vegetal achaparrada, escasa y con sobrepastoreo, predisponen a la degradación del suelo y la desertificación, con suelos que se encuentran afectados por procesos intensos de erosión eólica e hídrica.

La zona de Quebrada, con suelos de uso intensivo para la producción hortícola, florícola y frutícola bajo riego, “sufre” procesos de degradación vinculados al mal manejo del riego,  y a pesar de ser zona con suelos de buena aptitud agropecuaria, tiene diversos problemas de degradación como salinización, erosión hídrica, pérdida de materia orgánica y fertilidad física, con mayoría de productores pequeños, que no cuentan con el respaldo legal que fomente o estimule al sector, el cuidado  de manera sustentable  de los suelos.

Los Valles Templados, con clima más benigno y disponibilidad de agua para riego, ha permitido el desarrollo de una diversidad de producciones agrícolas y pecuarias, destacándose la producción tabacalera, de alta incidencia en la economía provincial y en la ocupación de mano de obra, pero con fuerte deterioro de los suelos, producto de un paquete tecnológico que incluye el laboreo intensivo de los mismos y el uso de importantes cantidades de fertilizantes. La pérdida de materia orgánica, de fertilidad química y biológica, la disminución de porosidad y compactación, son procesos degradatorios presentes y comunes en estos suelos, que pueden remediarse mediante prácticas racionales de recuperación y manejo sustentable.

El Ramal presenta clima subtropical y producción dominante de caña de azúcar, cítricos y en menor superficie hortalizas, todos con riego y menor superficie con producción a secano de granos. En la actualidad, una superficie importante se encuentra sistematizada para el riego lo que atenúa los procesos de pérdida de suelos, pero aparecen otros problemas como la salinización, anegamiento, ascenso de la freática y necesidad de drenaje, además de pérdida de materia orgánica y fertilidad entre los problemas más comunes.

Los suelos degradados pueden ser recuperados y remediados, existiendo para ello prácticas agronómicas apropiadas para la mejora de los suelos, que se traduce de inmediato en la mejora ambiental y de las funciones ecológicas de los suelos, a la par de  la mejora de los rendimientos de las producciones de cultivos y pasturas, además de producir alimentos de calidad e inocuidad para la vida humana, y por sobre todo, mantener la capacidad de producción para las generaciones futuras.

Es hora de dejar que las acciones de conservación y remediación de suelos sea un emprendimiento individual de algunos productores aislados, dispersos y sin estímulos, es necesario sinergizar las acciones de conservación y que las mismas lleguen de manera igualitaria para todos los productores. Así la conservación del suelo no estará restringida a empresas o productores con buena capacidad técnica y financiera, dejando relegado a sectores que no pueden emprender prácticas de conservación, así tengan conciencia de la importancia de la preservación del recurso, por falta de programas que posibiliten la aplicación de técnicas y prácticas conservacionistas.  

El Jujuy Verde, programa  que tiene importantes emprendimientos estratégicos como el uso de energía solar y del litio, del tratamiento de los residuos sólidos urbanos, los estudios de impacto ambiental para los desmontes y habilitación de tierras para usos agropecuarios y urbanos, bien podría ampliar sus metas generando la norma legal de estímulo a la conservación de los suelos provinciales y recuperación de los suelos afectados por procesos degradatorios, con una fuerte organización estatal de acompañamiento y control.

Para ello se cuenta con capacidades institucionales como los Ministerios de Ambiente y Producción, INTA, UNJu, Colegio de Ingenieros Agrónomos, Asociaciones de Productores, Asociaciones de Usuarios del Riego y con profesionales especializados que de manera mancomunada, pueden contribuir a dejar para las generaciones futuras, suelos saludables y en condiciones de seguir produciendo alimentos, fibras, medicinas y biocombustibles. La nueva legislatura que asume en Diciembre próximo, tiene un desafío y un compromiso social, la Pachamama les agradecerá.

Ing. Agr. Carlos Gregorio Torres. MP 19. Coordinador de la Comisión de Conservación de Suelos y Ordenamiento Territorial del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Jujuy y de la Federación Argentina de Ingeniería Agronómica (FADIA). Profesor Extraordinario Consulto UNJu.