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Registran un uso fluido del quechua en paraje puneño

En Lagunillas del Farallón detectaron que mayores de 40 años hablan una variedad de esa lengua. Se publicará un estudio.
Viernes, 09 de julio de 2021 01:03

Tras un investigación, un especialista jujeño comprobó que en la Puna hay una variedad de quechua que se habla y es de uso cotidiano en hombres mayores de 40 años de la localidad de Lagunillas del Farallón. El estudio del Doctor en Lingüística Marcelo Zapana saldrá a la luz en una publicación científica en 2022, y será la primera certificación escrita de la existencia.

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Tras un investigación, un especialista jujeño comprobó que en la Puna hay una variedad de quechua que se habla y es de uso cotidiano en hombres mayores de 40 años de la localidad de Lagunillas del Farallón. El estudio del Doctor en Lingüística Marcelo Zapana saldrá a la luz en una publicación científica en 2022, y será la primera certificación escrita de la existencia.

Zapana es Doctor en Lingüística de la UBA, docente de la Universidad Nacional de Salta (Unsa) y oriundo de Humahuaca. Finalizó una investigación iniciada en 2017, en la que estudió una variedad quechua que hablan de 10 a 12 comunidades en la Puna jujeña, de un corredor que limita con Chile y Bolivia, y se centró en el paraje Lagunillas del Farallón. "Allí lo interesante es que las personas de más de 40 años son bilingües totales. Ya con los más chicos es distinto, algunos pueden y otros no", destacó.

Para el estudio se pidió autorización a la comunidad, se grabó y se tradujo con un profesor quechua-

hablante de Lagunillas de Farallón. El mismo se presentó en la revista científica Andes de la Universidad de Salta, y será publicado el año que viene como "Modalidad en discursos orales en quechua jujeño". "Va a ser la primera certificación oficial de que hay una variedad quechua que se habla en Jujuy, porque hasta ahora parecía que la única variedad que había era el quechua santiagueño y ahora se suma el quechua jujeño", precisó Zapana.

Aclaró que no se trata de los quechua- hablantes que vienen de Bolivia o de Perú a Jujuy o Salta, sino de argentinos nacidos en la provincia de Jujuy que hablan quechua. Detalló que la lengua pervive quizás porque esos pobladores siempre tuvieron mucho comercio con la zona sur de Bolivia (Potosí), y la lengua está relacionada con esa zona donde las convenciones sociales superan los límites políticos.

Planteó además que hay distintos factores que llevan a que los más chicos no lo hablen tan bien, por lo que consideró que con un proceso social o gubernamental, o si hay decisión de las propias comunidades para que se revierta, ya que éstas últimas son las dueñas de la lengua.

"En el caso de Lagunillas puede que sea la más grande, pero creo que no supera las 600 personas, incluso de ese grupo hay que seleccionar los mayores de 40 años", explicó Zapana. No obstante, cree que hay otros pueblos donde hay adultos que también hablen fluidamente quechua, como Timón Cruz, Ciénega de Paicone, San Juan de Oros y otros.

El primer registro escrito

Zapana planteó que su estudio será el primer registro escrito sobre la lengua quechua en Jujuy, que hasta ahora venía siendo un sistema oral. "Me siento orgulloso de poder mostrar la primera evidencia escrita, el primer registro", dijo. Recordó que los pobladores de Lagunillas del Farallón mencionaron la posible existencia de libros familiares de rezos o cantos en quechua, anotados por las mujeres.

Explicó que es posible, ya que las comunidades de la Puna producen discursos heterogéneos en dos lengua y culturas que conviven, en alusión a la hibridación entre lo religioso y andino por la influencia española. De hecho, mencionó otro de sus trabajos de cantos religiosos que registró en el paraje Lugar Pista durante una señalada de llamas, en los que un párrafo era en español y el otro en quechua, y está aún en investigación.

Consultado sobre si su aporte escrito y la enseñanza de la lengua permitan reflotar el quechua, consideró que ayuda pero no es garantía para que se revitalice, para lo cual estimó que se necesitan muchos actores claves para ello, en primer lugar la comunidad. "Los padres, mayores de 40 años, son los que tienen que decidir qué van hacer con la lengua, si la van a seguir transmitiendo, si le van a dar status de lengua administrativa para ser utilizada en las reuniones comunitarias, si van a permitir que en los diseños curriculares haya mucha fuerza de los idóneos que trabajan las lenguas, en este caso la lengua quechua", explicó el lingüista.

Sugiere que enseñen tres lenguas

La Asamblea General de la ONU proclamó al 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Al respecto, Marcelo Zapana explicó que ése año se visibilizaron aspectos, pero consideró que no alcanza, ya que es un proceso a largo plazo y se necesita decisión política.

Estimó que si la Provincia quiere las podría incluir con fuerza en los diseños curriculares, de modo que los chicos aprendan la lengua española, la lengua materna indígena y una lengua indoeuropea, que necesiten para comerciar y estudiar. Sostuvo que si esto se diera, podría implicar el ingreso de los estudios gramaticales en la formación de los estudiantes, ya que en la actualidad la gramática perdió espacio. “Si se enseña, ya no hablo de la gramática en la que yo me formé de carácter funcionalista, sino una formada en el cognitivismo o en el generativismo, eso va a generar muchísimos beneficios en los estudiantes jujeños”, afirmó Zapana.

MARCELO ZAPANA, DE LA UNSA

Indicó que eso ayudaría a cuidar todas las identidades culturales que hay en Jujuy, porque es una sociedad multicultural y multilingue. Estimó que una buena formación gramatical le permitiría al estudiante posicionarse en distintas formas de pensar y culturas; y ser más exitoso en postgrados y carreras técnicas. Sostuvo que en la misma situación están las comunidades que hablan “ava guaraní”, ya que en Jujuy hay muchas que son guaraníes. Apuntó que si el gobierno permite o facilita el proceso de revitalización de lengua se podría, y en ello ratificó que son claves las comunidades.

“Mientras ellos consideren que sus hijos van a hacer muy bien en hablar, aprender a la vez la gramática del inglés, quechua y español, se generaría una cantidad de estudiantes secundarios y terciarios con muy buena formación”, explicó el investigador. En su labor docente en la Unsa también trabaja en la formación de los futuros egresados en documentar lenguas indígenas. Recordó que si bien es una provincia declarada Patrimonio de la Humanidad, más allá de si se contempla o no en la promoción turística, recordó que Jujuy es pluricultural y plurilingüe, quechua, guaraní y otras existentes. Zapana también forma parte del Instituto de Educación Intercultural Bilingüe (Iesi), de nivel terciario.

Las palabras quechuas que se usan

En la vida cotidiana en Jujuy se usan casi sin percibirlo muchas palabras sueltas originadas en quechua o derivadas, e inclusive son denominaciones de poblados o parajes sin traducir.“En el español que hablamos en Salta, Jujuy y Santiago del Estero hay muchas transferencias de distintas categorías de la lengua quechua al español. A nivel semántico en las palabras humita, chala, choclo, pero también hay transferencias sintácticas, mucha gente habla en la sintaxis quechua”, explicó Marcelo Zapana, de la Unsa. Expresó que paramétricamente la lengua quechua tiene el núcleo al final, el verbo al final, que se diferencia de las lenguas de origen indoeuropeo donde el núcleo es inicial, y en las construcciones sintácticas del español también.

”Eso explicaría decir Punta Corral, es usar sintaxis quechua porque el núcleo que es Corral está al final; y si haces la misma expresión en castellano sería Corral de la punta donde el núcleo es inicial”, dijo el doctor en Lingüística Explicó que si en español se dijera “los chicos comieron la sopa”, en sintaxis quechua se diría los “chicos, la sopa, comieron”, y aseguró que muchos jujeños lo usan en sus oraciones. Además, hay muchísimas transferencias semánticas, morfológicas y sintácticas al español.

Por ejemplo se usa mucho en verbos como “chancao”, y en mucha toponimia quechua “Pilcomayo” , “Tiu Mayu”, “Cuchillaco”. También dijo que se usan algunos morfemas del quechua que se pasan al español, por ejemplo pecana, cutana, quepina donde el “na” es un morfema del quechua. Otras palabras de ese origen son charqui, chuti, cancha, son de las innumerables transferencias léxicas del quechua, y además hay reflexiones metalingüísticas que hacen notar.