Tímida, misteriosa y de temple calmo es la serpiente en esencia. Estilizada por naturaleza, es caracterizada por un cuerpo alargado que está preparado para realizar desplazamientos ondulantes sin la necesidad de extremidades, por lo que su traslado es cómodo tanto por tierra como por agua.
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Tímida, misteriosa y de temple calmo es la serpiente en esencia. Estilizada por naturaleza, es caracterizada por un cuerpo alargado que está preparado para realizar desplazamientos ondulantes sin la necesidad de extremidades, por lo que su traslado es cómodo tanto por tierra como por agua.
Gracias a una rica variedad de climas y una amplia heterogeneidad de geografías, nuestra provincia es dueña de ecorregiones muy distintivas como altos Andes, Puna, pre Puna, Yungas y Chaco Serrano con toda una inigualable biodiversidad de especies.
Es así que este suelo se convierte en una cuna ideal natural capaz de albergar estos increíbles ejemplares exóticos, dotados de una perfección extraordinaria.
"Las especies que habitan en la provincia tienen cierta mala fama, pero tienen un rol súper importante en la naturaleza que es regular las poblaciones, no solamente de ellas como serpientes; sino de otras especies que son problemáticas para la salud pública como los roedores y alacranes que, en sí, regulan otras poblaciones que si no estarían las serpientes, estaríamos invadidos", comentó la bióloga Ivana Guerra desde el Centro de Atención a la Fauna Autóctona de Jujuy - Cafaju.
Y es que como se trata de animales silvestres, desde la institución; se cumple la tarea primordial de proteger a los ejemplares en peligro y rehabilitarlos en el caso de que fueran extraídos de su ambiente nativo, para regresarlos de inmediato a su hábitat natural.
"Son mucho más conocidas las especies que son venenosas que las que tienen una funcionalidad en el ambiente, es por eso que la gente lo primero que hace cuando ve uno de estos ejemplares es algo para sacárselo de encima, sin entender el valor que tiene este ser por su vida", comentó.
Llamativos por sus diseños y formas, los ofidios son seres vivos que se deben valorar, por ejemplo existente tres variedades bien notables; la serpiente de cascabel, la yarará y la coral. "En el momento en el que ocurra cualquier mordedura o accidente no hay que matarlas. Hay personas que se quedan con una idea equivocada y cometen errores que sin querer matan a estas especies", contó. Los ofidios tienen una misión imprescindible en el planeta, aunque debido a cierto temor por una cuestión cultural, terminan siendo condenados o cayendo en manos de coleccionistas que sólo los quieren tener para exhibirlos como trofeo. Por ello, lo importante es tener respeto por su vida para poder aprender de ellas. "Tenemos que aprender a convivir con la naturaleza y a aprender", finalizó la especialista.
Serpientes para cuidar y valorar en tierra jujeña
En el país hay 136 especies de ofidios con biólogos investigando de manera permanente. En tanto, en Jujuy existen de 36 a 42 especies aproximadamente y todas cumplen un rol fundamental; el de alimentarse de sapos, roedores, alacra nes, caracoles y de una gran cantidad de insectos para regular poblaciones.
“De las que son venenosas, la cascabel que tenemos pertenece a una sola especie. Está bien marcado el cascabel y el comportamiento de este ofidio es anunciar que es peligrosa y con eso ya es motivo de advertencia, se encuentra en Santa Bárbara o Chaco Serrano”, dijo Ivana Guerra que detalló que en este lugar también se puede observar a la yarará chica y a ejemplares de Yanatani, una variedad andi na, con espectaculares diseños.
“La más peligrosa de todas y la más linda de colores, es la coral, que en sí se la ve muy en el suelo y generalmente sale cuan do hay una remoción de sustrato. Tiene tres colores rojo, blanco y negro y además, la referencia de las falsas corales que continúa su color hasta la pancita. Todo su cuerpo es anillado pero las falsas tienen la panza blanca”, destacó la bióloga.
Cuidar, no matar
En caso de un encuentro o un accidente con un ofidio, lo primero que se debe hacer es no lastimarlo, ni matarlo. Si hubo alguna mordida, se debe lavar la herida solo con agua y jabón, desajustar prendas, mantener al accidentado tranquilo y comunicarse urgentemente con un centro médico. “No se debe realizar torniquetes o cortes, ni incisiones para extraer el veneno.