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A 15 años de la partida del “Cura Gaucho”, el padre Miguel Ángel Aquino

Esta noche se oficiará una misa en su memoria en San Andrés Apóstol.
Jueves, 12 de agosto de 2021 12:37

Hoy, la comunidad sampedreña recuerda la figura del padre Miguel Ángel Aquino, el “Cura Gaucho”, al conmemorarse 15 años de su partida. A horas 20, se oficiará una misa en el templo San Andrés Apóstol, ubicado en barrio Providencia, donde la feligresía compartirá además, vivencias del querido sacerdote, cuyos restos descansan en el altar lateral del mismo templo. La misma será presidida por el actual párroco Marcelo Churquina.

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Hoy, la comunidad sampedreña recuerda la figura del padre Miguel Ángel Aquino, el “Cura Gaucho”, al conmemorarse 15 años de su partida. A horas 20, se oficiará una misa en el templo San Andrés Apóstol, ubicado en barrio Providencia, donde la feligresía compartirá además, vivencias del querido sacerdote, cuyos restos descansan en el altar lateral del mismo templo. La misma será presidida por el actual párroco Marcelo Churquina.

El recuerdo del padre Miguel se mantiene intacto en la memoria de la gente y lo significativo es que los sacerdotes que llegaron como párrocos tras su fallecimiento, resaltaron en todo momento la obra espiritual y material en bien de los humildes realizada por el “Cura Gaucho”, agradeciendo el ejemplo de humildad, de desprendimiento, del profundo amor por los más necesitados, camino trazado que dejó para sus hermanos sacerdotes.

Fue el 12 de agosto de 2006, cuando tras una larga enfermedad, se apagaba la vida del querido sacerdote, quien pasó por esta vida pensando en los que menos tenían y a ellos llegaba no sólo con la palabra espiritual sino con ayuda solidaria, con ese pedazo de pan que faltaba en las mesas, con yerba y azúcar para el mate cocido y mercadería para que haya un plato de comida.  Nunca se cansaba de pedir, pedía a todos, solía expresar que “había hermanos que no tenían ni lo mínimo para vivir”, y con su particular estilo de decir las cosas, pedía donaciones y “coropoti” para proseguir con las obras de construcción de capillas y grutas. A tanto llegaba la gran dedicación para ayudar a los humildes, que no dudó en trabajar la tierra, sembrar verduras que el mismo cosechaba en cajones de madera y llevaba a los comedores. Grande fue la obra y grande fue el amor de su pueblo, que hoy habiendo pasado 15 años, trae al presente su recuerdo, su labor, su legado y todas sus obras de bien.

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