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18 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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15 años de la partida del Cura gaucho

Jueves, 12 de agosto de 2021 18:10

La comunidad sampedreña recordó la figura del padre Miguel Ángel Aquino, el "Cura gaucho", al conmemorarse 15 años de su partida. Anoche se ofició una misa en el templo San Andrés Apóstol, ubicado en barrio Providencia, donde la feligresía compartió vivencias del querido sacerdote, cuyos restos descansan en el altar lateral del mismo templo. El oficio fue presidido por el actual párroco Marcelo Churquina. El recuerdo se mantiene intacto en la memoria de la gente y lo significativo es que los sacerdotes que llegaron como párrocos, tras su fallecimiento, resaltaron en todo momento la obra espiritual y material en bien de los humildes realizada por el "Cura gaucho", agradeciendo el ejemplo de humildad, de desprendimiento, del profundo amor por los más necesitados, camino trazado que dejó para sus hermanos sacerdotes. Fue el 12 de agosto de 2006, cuando tras una larga enfermedad, se apagaba la vida del querido sacerdote, quien pasó por esta vida pensando en los que menos tenían y a ellos llegaba no sólo con la palabra espiritual sino con ayuda solidaria, con ese pedazo de pan que faltaba en las mesas, con yerba y azúcar para el mate cocido y mercadería para que haya un plato de comida. Solía expresar que "había hermanos que no tenían ni lo mínimo para vivir", y con su particular estilo pedía donaciones y "coropoti" para proseguir con las obras de construcción de capillas y grutas.

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La comunidad sampedreña recordó la figura del padre Miguel Ángel Aquino, el "Cura gaucho", al conmemorarse 15 años de su partida. Anoche se ofició una misa en el templo San Andrés Apóstol, ubicado en barrio Providencia, donde la feligresía compartió vivencias del querido sacerdote, cuyos restos descansan en el altar lateral del mismo templo. El oficio fue presidido por el actual párroco Marcelo Churquina. El recuerdo se mantiene intacto en la memoria de la gente y lo significativo es que los sacerdotes que llegaron como párrocos, tras su fallecimiento, resaltaron en todo momento la obra espiritual y material en bien de los humildes realizada por el "Cura gaucho", agradeciendo el ejemplo de humildad, de desprendimiento, del profundo amor por los más necesitados, camino trazado que dejó para sus hermanos sacerdotes. Fue el 12 de agosto de 2006, cuando tras una larga enfermedad, se apagaba la vida del querido sacerdote, quien pasó por esta vida pensando en los que menos tenían y a ellos llegaba no sólo con la palabra espiritual sino con ayuda solidaria, con ese pedazo de pan que faltaba en las mesas, con yerba y azúcar para el mate cocido y mercadería para que haya un plato de comida. Solía expresar que "había hermanos que no tenían ni lo mínimo para vivir", y con su particular estilo pedía donaciones y "coropoti" para proseguir con las obras de construcción de capillas y grutas.

A tanto llegaba la gran dedicación para ayudar a los humildes, que no dudó en trabajar la tierra, sembrar verduras que él mismo cosechaba en cajones de madera y repartía a los comedores que atendía la parroquia, llegando incluso hasta el antiguo lote El Quemado. Grande fue la obra del "Cura gaucho" y también grande fue el amor de su pueblo, que le tributó grandes homenajes, imponiendo su nombre a calles, a un barrio, a plazoletas, a un centro de salud, entre otros reconocimientos. Hoy habiendo pasado 15 años ese pueblo al que tanto amó, trae al presente su recuerdo, su labor, su legado y todas sus obras de bien.