Una iniciativa que nació como un proyecto de tesis de doctorado del ingeniero Ezequiel Medina, cobró gran dimensión al sumar voluntarios al proyecto de forestación "Arbol y vida" con el que llegó a plantar 2.100 árboles en el Parque Potrero de Yala. Eso impulsó otro desafío de forestar a gran escala con 30 mil árboles nativos, y hoy lo hacen en Quebrada y Puna, sumando a otros actores y voluntarios.
inicia sesión o regístrate.
Una iniciativa que nació como un proyecto de tesis de doctorado del ingeniero Ezequiel Medina, cobró gran dimensión al sumar voluntarios al proyecto de forestación "Arbol y vida" con el que llegó a plantar 2.100 árboles en el Parque Potrero de Yala. Eso impulsó otro desafío de forestar a gran escala con 30 mil árboles nativos, y hoy lo hacen en Quebrada y Puna, sumando a otros actores y voluntarios.
"Este trabajo lo venimos realizando en equipo, yo no planté solo los 2.100 árboles sino con alumnos, voluntarios y gente que nos dio una mano. El proyecto se llama "Árbol y vida", y fue distinguido este trabajo por el municipio y estamos contentos", explicó Ezequiel Medina, ingeniero agrónomo. Fue quien concretó la iniciativa para su tesis doctoral, cuya idea creció y por ello le otorgaron el Premio San Salvador.
Explicó que con base en esa experiencia nació el nuevo desafío de ampliar el objetivo a la forestación de 30 mil árboles nativos, incluyendo ahora a Quebrada y Puna, sin dejar de lado la labor en el Parque Potrero de Yala, junto a la comunidad, municipios y ministerios.
"Por eso ampliamos a la Quebrada y a la Puna porque las comunidades nos piden a veces árboles nativos para poder trabajar allá", expresó Medina.
En Yala trabajaron con queñua y al ser Jujuy una provincia que cuenta con las cinco especies de esa variedad registradas para Argentina, en cuanto a la Puna decidieron implantar un tipo de especie además de churqui, ya que son los dos árboles nativos que crecen en esa región. En tanto, para Quebrada optaron por molle, chusca, yapan, algarrobo y churqui. "Respecto a la Quebrada estamos trabajando junto a los municipios de Tumbaya, Tilcara, Maimará, y con algunos productores de Volcán. En Puna estamos trabajando con una comunidad que se llama Pocollo, y con Santa Catalina", explicó a El Tribuno de Jujuy.
Se trata de tres comunidades de la Puna a la que prevén visitar el próximo fin de semana, para llevar material y preparar todo para las plantaciones y de esa manera lograr conservar sus bosques.
Para ello trabajan con municipios y comunidades, con apoyo de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) y del Ministerio de Ambiente.
Restaurar ecosistemas
"Están sucediendo catástrofes ambientales que a veces no se toma con la seriedad que se merecen: todos los incendios de 2019, 2020, incluso este año, está habiendo sequías, en el río Paraná, en la Patagonia. Tenemos que empezar a restaurar los ecosistemas, a conservarlos, porque nosotros dependemos de éstos bosques que conservan el agua, el suelo, nos dan oxígeno y dan vida a muchas especies más", reflexionó Ezequiel Medina.
Tiene la esperanza de que ésta iniciativa se pueda transmitir a otras provincias y regiones, y de hecho generó interés en sus redes sociales, y la distinción que recibió sirvió para valorizar la acción con el ambiente. Aspira a que todas las instituciones puedan trabajar en conjunto en ello, pese a las diferencias.
De hecho, el grupo local de voluntarios denominado "Árbol y vida" que encabeza, adhirió a la iniciativa de la organización "Acción Andina" al que adhirió y es que la entidad internacional tiene el objetivo de "reforestar Sudamérica con un millón de hectáreas (has)". Para ello esa organización tiene socios en distintos puntos de esta parte del continente americano.
Destacó por ello el apoyo de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy, comunidades, del Ministerio de Ambiente de la Provincia y el municipio de Yala que lo apoyaron en la iniciativa y en la tarea que concretó con esa ayuda. Ahora hay otras comunas que apoyan en las acciones.