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El día después de las Paso dio lugar a análisis cualitativos y cuantitativos de los resultados y permitió proyectar hacia las elecciones de noviembre los desafíos de las diferentes agrupaciones políticas para lograr obtener la mayor cantidad de bancas de las tres que están en juego. De repetirse estos resultados de las Paso en las elecciones generales del 14 de noviembre, las tres fuerzas políticas conseguirían ocupar una banca en el Congreso cada una y sería la primera vez en la historia que un diputado del Frente de Izquierda llegue a Congreso para representar a Jujuy.
Sobre la premisa de que los resultados se repitieran en noviembre, de las seis bancas que le corresponden a Jujuy en la Cámara de Diputados de la Nación, tres serían del PJ y eventualmente ese bloque quedaría conformado por Daniel Julio Ferreyra, Carolina Moisés, ambos electos en el 2019, y Leila Chaher que sería electa en noviembre. El Frente Cambia tendría dos bancas ocupadas por Jorge Rizzotti, electo en el 2019, y Gustavo Bouhid que sería electo en noviembre. Y la sexta banca podría ser ocupada por Alejando Vilca del Frente de Izquierda de los Trabajadores Unidad.
Sobre este escenario, es posible vislumbrar los desafíos que hoy enfrentan las diferentes fuerzas en la disputa de una segunda banca. En este sentido, el Frente Cambia Jujuy es la fuerza que se impuso por mayoría, logrando en total 162.400 votos que significaron el 46,42%, es la que quedó más cerca de lograr una segunda banca en caso de mejorar su perfomance en noviembre. Los cálculos realizados a través del sistema D‘hont, permite observar que este frente debería conseguir cerca de mil votos más para quedarse con la segunda banca que le permitiría a la actual ministra de Desarrollo Humano Natalia Sarapura llegar al Congreso de la Nación.
En tanto, el Frente de Todos, que obtuvo 99.134 votos que significaron el 28,32%, para disputar la segunda banca que podría ocupar el actual rector de la Unju Rodolfo Tecchi, necesita duplicar los votos obtenidos. Si ambas fuerzas logran crecer en las urnas en el mes de noviembre desplazarían al FITu de la posibilidad de ocupar una banca en la Cámara de Diputados. Por consecuencia, si el FITu busca conservar esa banca, deberá trabajar para disminuir los votos de las dos fuerzas anteriores y captarlos para engrosar las buenas cifras obtenidas en las Paso.
La lectura de los votos nulos y la baja participación en los comicios es un capítulo aparte. En diálogo con Claudio Gareca, consultor político, indicaba que si bien las Paso siempre tuvieron una participación más baja que las generales, es posible atribuir la falta de participación al contexto de pandemia y también al humor social de estos momentos. Un humor que no es el mejor debido a las preocupaciones por la economía y la salud que aquejan a la mayoría de los ciudadanos.
En tanto Pedro Azcarate, referente de la escuela peronista en Jujuy, atribuye esta apatía a la carencia de la conducción política. Consideró que hay un vacío de conducción de los proyectos, los sueños, los anhelos, todo lo que constituye el espíritu de las personas, además de la falta de escucha de las necesidades concretas como "el pan" que todos necesitamos.
Sobre el desafío de los diferentes sectores políticos, ambos pensadores políticos indican que es lograr una conexión entre las propuestas políticas con las necesidades urgentes y concretas de los electores y el acceso al voto joven con propuestas que capten los diversos intereses de esta franja etaria que significa cerca del 3% del padrón.