En un hecho que causó conmoción en los vecinos del barrio Arrieta de la ciudad de Libertador General San Martín, un peligroso sujeto irrumpió en una vivienda y tras destrozar la puerta y ventanas, ingresó y atacó a golpes a su expareja.
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En un hecho que causó conmoción en los vecinos del barrio Arrieta de la ciudad de Libertador General San Martín, un peligroso sujeto irrumpió en una vivienda y tras destrozar la puerta y ventanas, ingresó y atacó a golpes a su expareja.
Las mismas fuentes dieron cuenta de que el joven se interpuso para evitar la agresión de la muchacha y fue brutalmente agredido por el sujeto, quien se retiró vociferando "que nunca la dejaría en paz y que la seguiría donde sea".
Además el inculpado destrozó una moto y pese a la denuncia radicada, no fue detenido y en horas de la tarde, mientras la madre del joven, alertada por los vecinos, llegó para poner al resguardo la vivienda, el sujeto volvió a aparecer y le rompió el auto arrojándole piedras.
Trascendió además que pese a las denuncias radicadas, el sujeto recién fue detenido al día siguiente, porque la ayudante fiscal no podía establecer contacto con el fiscal.
El agresor fue detenido e imputado por lesiones, por dos hechos de daños y por violación de domicilio y fue puesto en libertad por el Juzgado de Control, hecho que generó la indignación de los ciudadanos.
Pese al hermetismo que gira en torno al hecho, datos recabados por nuestro diario, permitieron saber que el hecho se registró a las 11 del viernes, cuando un remisero irrumpió en una vivienda ubicada en calle Neuquén y profiriendo todo tipo de insultos, destrozó las puertas y ventanas hasta acceder al interior donde siguió causando daños.
En el lugar se encontraba el dueño de casa acompañado por una joven, que había sido expareja del agresor. El inculpado se abalanzó sobre la mujer para agredirla y en ese ínterin, el muchacho se interpuso recibiendo una brutal golpiza, además de amenazarlos de muerte, también destrozó la moto, para luego darse a la fuga.
El joven se dirigió a la Seccional 11º donde radicó la denuncia, fue revisado por el médico de Policía quien constató las lesiones, también se hizo presente la joven acompañada por su progenitor, a quien no se le recepcionó la denuncia, tampoco se le brindó custodia policial, teniendo en cuenta de que el violento estaba libre y ya la había amenazado, por lo que la muchacha buscó refugio en la casa de los padres.
Mientras el joven radicaba la denuncia fue alertado que el remisero volvió a irrumpir en el domicilio y profiriendo insultos y burlas y destrozó un auto.
Lo que indignó a los vecinos y a las víctimas, es que pese a que el agresor fue imputado por los delitos de violación de domicilio, lesiones y dos hechos de daños, fue puesto en libertad, únicamente con una medida de restricción a pesar de grado de peligrosidad, tomando en consideración que ni a la víctima de las lesiones ni a la mujer, le pusieron custodia policial para su cuidado y para evitar de que se produzcan lesiones posteriores.
Las mismas fuentes indicaron que en la tarde, los familiares de ambas víctimas se hicieron presentes en la Seccional 11°, para informar que el peligroso sujeto seguía libre y podía volver a causar hechos de violencia y que una ayudante fiscal les habría informado que tenía que esperar hasta las 18 para poder comunicarse vía telefónica con el fiscal, quien iba a impartir instrucciones y ver que determinaciones debía tomar.
Esto generó sentimientos de total desamparo no sólo en las víctimas sino en sus familiares ya que ante la gravedad y a peligrosidad del hecho, la ayudante fiscal debió actuar de inmediato y comunicarse al momento con el fiscal y no esperar hasta esa hora. Otro punto que cuestionó la gente es que sabido es que la mujer que es víctima de violencia de género, que fue amenazada en ese tipo de circunstancia y evitó ser agredida porque se interpuso el muchacho, no se le dio ningún tipo de asistencia ni se le recepcionó la denuncia.