La situación de las despensas barriales es dispar. Es que el contexto de pandemia las afectó de tal manera que, en su mayoría, perdieron ventas de entre un 20 y 40% que aún no logran recuperar.
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La situación de las despensas barriales es dispar. Es que el contexto de pandemia las afectó de tal manera que, en su mayoría, perdieron ventas de entre un 20 y 40% que aún no logran recuperar.
Otras, debieron reducir la cantidad de mercadería que solían vender en el local, ya que el consumo bajó notoriamente. Mientras tanto, algunas para continuar en la actividad debieron incorporar el cobro mediante tarjeta de débito, crédito y otras que brinda el Estado. También están aquellos negocios que, pese a la situación, aún pueden mantener los puestos laborales. Además hay que tener en cuenta que algunas debieron cerrar definitivamente.
Tras un relevamiento que realizó ayer El Tribuno de Jujuy en despensas de la capital jujeña, pudo conocer que el común denominador de este rubro es que sufren las subas de los precios de alimentos de primera necesidad. En tanto, otras de las opiniones giraron en torno a que el consumo del cliente ya no es el mismo, ya que antes solía comprar por mayor o en paquetes y ahora solo lleva "suelto". También hay quienes entienden que la crisis económica que trajo aparejada esta pandemia, incidió fuertemente en el bolsillo de los clientes.
La venta bajó hasta un 40%
“Nosotros tenemos a nuestros clientes que vienen a comprar todos los días, con ellos nos mantenemos”, dijo Walter Ramos, encargado de una despensa del barrio Coronel Arias. Señaló que la venta bajó hasta un 40%, debido a la baja circulación de clientes y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. A su vez hizo hincapié en que los productos tienen remarcaciones constantes, en el caso de las gaseosas, dijo que sufren subas todo el tiempo. En cuanto a la forma de cobro, sostuvo que no utilizan lector de tarjetas (crédito, débito) ya que los intereses pasaron a subir de 4% a un 17%.
“Tenemos un desfasaje”
Ana María Villaroel, propietaria de una despensa del barrio Mariano Moreno dijo que para todos los que trabajan en el rubro, la situación es muy crítica, debido a que no hay un equilibrio en los precios. Ya que constantemente sufren la suba de precios en los diferentes productos que comercializan, incluyendo las bebidas. “Por más que nosotros no derrochemos y llevemos una economía estricta, tenemos un desfasaje.
Nos tocan nuestro capital y nos venimos abajo” señaló la comerciante. Asimismo, dijo que el cliente ya no compra como antes, sino que prefiere escatimar en gastos. “Ahora compran alimentos sueltos y se dejó de lado llevar en paquetes”. Por último dijo que todavía no incorporó el cobro con tarjeta y que atendiendo la difícil situación debería hacerlo. “Aunque es complicado porque aquí se vende muy poco”, cerró.
Compran más si pagan con tarjeta
En el barrio Cuyaya, sobre calle Avellaneda esquina Santa Fe, se encuentra ubicada una despensa que pese al difícil contexto de pandemia, pudo mantenerse en la actividad, incluso preservar las fuentes laborales de sus empleados. El encargado Alejandro Greco dijo que para incrementar las ventas tuvo que implementar otros medios de pago como tarjetas de crédito y débito. También la tarjeta Alimentar, con descuento del 10 %. “Gracias a Dios pudimos mantener los puestos de trabajo. Por suerte no cerramos nunca y trabajamos porque somos esenciales. Si el cliente paga con tarjeta lleva muchos productos, pero si lo hace con efectivo llevan menos”, dijo.
Hacer horario corrido para vender
Ivone Amador trabaja en el rubro desde hace quince años. Apuntó que en su local ubicado en el barrio Ciudad de Nieva, sobre calle Libertad, el movimiento de clientes ya no es el mismo. Dijo que hay días en los que debe hacer horario corrido, porque se redujo mucho la venta. Señaló que los afecta la venta ilegal. “Hay mucha gente que vende en la plaza y no tiene permiso”.