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"Pueden estar gestándose variantes en lugares donde no hay control"

El neurólogo habló sobre las medidas anunciadas recientemente por el Gobierno nacional. Resaltó que el barbijo es la herramienta más efectiva para evitar contagiarse de coronavirus.Indicó que si la variante Delta nos encuentra sin barbijos, el impacto de contagio va a ser mucho mayor. También se refirió a la variante MU, apuntando que esta tiene mutaciones preocupantes.
Viernes, 24 de septiembre de 2021 01:01

-Tras los anuncios del Gobierno nacional sobre la apertura de eventos y la posibilidad de no usar barbijo en los lugares abiertos, ¿cuál es su postura?

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-Tras los anuncios del Gobierno nacional sobre la apertura de eventos y la posibilidad de no usar barbijo en los lugares abiertos, ¿cuál es su postura?

-Mientras más relajado nos encuentre Delta, mientras nos encuentre con diseminación, aunque sea en bajo grado de la variante previa de Manaos, porque si Delta nos encuentra sin barbijos, el impacto va a ser mucho mayor y estamos viendo que Estados Unidos, un país con recursos tecnológicos, que enlenteció su vacunación y no sale de ese rango de 55% de población con dos dosis, ha llegado en estos días a tener 2.000 muertes por jornada. Israel que en un solo mes, en enero, llegó a vacunar al 40% de su población y usando solamente la vacuna de Pfizer, en este momento tiene un pico de contagios que atribuyen a que el 40% de los infectados son niños y esto desde las fiestas religiosas y la socialización de la gente ha hecho que incluso los colegios tengan que ver con ese pico actual de contagios.

Entre las medidas anunciadas está que se puede hacer reuniones sociales con cualquier número de personas, siempre y cuando se respete la distancia, la máscara y la ventilación. Pero es probable que en muchas de esas reuniones no se respeten esas medidas, lo cual pondría en riesgo a las personas que estén en esa reunión, es decir que todavía la pandemia no terminó. El barbijo es probablemente la herramienta más efectiva que tenemos para defendernos de esta pandemia y eventualmente podría haber un brote de la variante Delta en los próximos dos meses en el país, para lo cual tenemos que estar preparados.

-Epidemiólogos y otros especialistas vienen alertando que, si bien bajaron los índices y por el momento la variante Delta parece controlada, hay que seguir extremando los cuidados...

-La posibilidad de un brote por la variante Delta es muy cierta y hay que tomarla de esa forma. Hay que prevenir y estar preparados, no hay que relajar. La experiencia del resto del mundo es muy simple, países con 70 u 80% de vacunación con dos dosis, que hacen un testeo en escala y que secuencian los virus, es decir que van monitoreando cómo aumenta la proporción de una nueva variante en su población, han tenido un aumento de contagios significativo, con aumento de muertes por la variante Delta.

-¿Con qué escenario epidemiológico se encontrará la variante Delta?

-En regiones en las que aún no se diseminó Delta, que tenemos vacunación en una proporción mucho menor, un 40% con dos dosis, tenemos vacunas que no son solamente de las de segunda generación, como los países del Hemisferio Norte en general, que testeamos escasamente y que casi prácticamente no secuenciamos los virus. Por lo tanto, no sabemos a qué velocidad o de qué forma se está diseminando o no la variante Delta, la actitud tiene que ser de preparación y no de relajación.

-El 1 de noviembre se autoriza el ingreso de todos los extranjeros. ¿Podría haber riesgo mayor de contagios y de la diseminación de nuevas variantes?

-Entonces, nuevamente aún cuando supiéramos que la variante Delta quizás no se diseminara por alguna razón que es inexplicable, en América Latina o en Argentina, tendríamos que estar preparados, porque el mundo aún no ha podido controlar esta pandemia, y nuevas variantes pueden estar gestándose en diferentes lugares en que no hay control. Por ejemplo, la muy mencionada variante MU tiene gran cantidad de mutaciones preocupantes, aunque todavía no se ha diseminado ni adquirido rol predominante, pero nos muestra que todavía no ha terminado la pandemia y que la relajación no es el camino.

-Hay países que en su momento relajaron las medidas y tuvieron óptimos resultados. ¿Podría pasar lo mismo en el país?

-La gente lee y por supuesto se sorprende si ve que un país como Dinamarca ha relajado las medidas, pero el contexto es totalmente diferente y quizás saberlo ayude a entender lo que decimos. Es un país de 6 millones de personas, con un sistema de salud que probablemente está entre los mejores del mundo y la atención del afectado es óptima, que tiene el ranking número 1 en testeo del mundo, es decir que identifican a todo infectado que pueda aparecer o prácticamente a todos, ya que testean en una enorme escala y tienen una alta proporción de vacunación. Está entre los países con más vacunación junto con Islandia, Malta, Emiratos Árabes, Portugal y España, entonces en ese lugar puede ser razonable, además de que la población tiene un alto nivel de acatamiento de las indicaciones que da el liderazgo científico y político.

El primero en insistir sobre el uso del barbijo

A inicio de la pandemia, el neurólogo Conrado Estol fue el primer médico en insistir en el uso del barbijo y se hizo viral explicando cómo fabricarlos. Actualmente es director y fundador de la Unidad de ACV del Sanatorio Güemes, una de las pocas en Latinoamérica que desde hace tres años recibe un promedio de 350 pacientes seleccionados por año. Estudió medicina en la UBA y se recibió en 1982. Completó su formación médica como residente de Clínica Médica en Nueva York (Hospitales afiliados al Mount Sinai) y de Neurología en la Universidad de Pittsburgh (Pennsylvania), y realizó la especialización en ACV-stroke, en Boston.

 

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