Chemes estimó que no se logró una baja de precios pero sí la velocidad del aumento que atribuyó a la caída de consumo de la población. Explicó que el desdoblamiento cambiario por el dólar funciona como una retención encubierta. Adelantó que con la conformación de la comisión de seguimiento habrá una reunión semanal ya que queda por solucionar para el sector, hidrovías, biodiésel e infraestructura.
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Chemes estimó que no se logró una baja de precios pero sí la velocidad del aumento que atribuyó a la caída de consumo de la población. Explicó que el desdoblamiento cambiario por el dólar funciona como una retención encubierta. Adelantó que con la conformación de la comisión de seguimiento habrá una reunión semanal ya que queda por solucionar para el sector, hidrovías, biodiésel e infraestructura.
¿Cómo impactará en el sector el anuncio de la flexibilización del cepo a las exportaciones de la carne?
-En principio teníamos las expectativas de poder abrir las exportaciones de carne eso no se logró pero la urgencia era la aperturas de vacas a China, eso sí se ha logrado en su totalidad con lo cual no es todo lo que necesitamos, pero consideramos que es un primer paso. A partir de ahí queda abierta la puerta para seguir llevando adelante todo el resto de temas del campo que se va a estar tratando y discutiendo.
Es carne que no se consume en Argentina y no tenía sentido que siga cerrada ya que las consecuencias que produce el cierre de exportaciones es negativa. Equivocadamente se pensó que cerrando las exportaciones esto iba a tener repercusión y que iba a bajar la carne para el consumidor, pero como no se consume no tiene influencia.
En realidad, no se logró la baja de precios que pretendía el Gobierno, sí se logró bajar la velocidad del aumento, pero no fue por las exportaciones sino por la caída de consumo. Estamos en un nivel bajo por el poder adquisitivo de la gente. Y la conformación de esta comisión, que se va a llevar en reuniones semanales, va a ir monitoreando todos los temas y viendo cómo lo pueden llevar adelante.
¿Cuáles son los temas que están pendientes?
-Básicamente hay que ver el tema retenciones, y el tema cambiario desdoblado que al campo lo perjudica porque se vende a un dólar y se compra a otro más caro, y eso funciona como una retención encubierta.
La inseguridad en el campo es otro tema, después el tema de la ley de biodiésel está afectando fuertemente. Hay que solucionar el tema de hidrovías porque es la salida del 80% de las exportaciones del país. Tenemos que hablar de infraestructura porque cuando al productor se le pide eficiencia, pero cuando la producción traspasa la tranquera del campo, al no tener caminos, puertos, se encarece todo y no somos tan competitivos para poder exportar.
¿En el caso del NOA, menos desarrollado en el sector ganadero, esto impacta para que pueda crecer y autoabasterse?
-Impacta negativamente porque al estar lejos de los puertos, todo lo que es infraestructura tiene una preponderancia menor. Sin duda el NOA depende mucho más de todas estas cuestiones que estamos requiriendo.
¿En cuanto al dólar, impacta negativamente en torno a los insumos y el desarrollo de la producción?
-Exactamente. Imagínese que, para redondear números, nosotros vendemos la producción a un dólar equivalente a 100 pesos menos las retenciones, y tenemos que comprar los insumos a un dólar de 200 pesos, o si no nos piden el billete dólar y no podemos ir a comprarlo al banco sino a la casa de cambio y eso significa el doble.
Sobre el Plan Ganadero que planteó el Gobierno, ¿cómo lo ve?
-Si se cumple, que el 31 de diciembre se liberaría totalmente la exportación de carne, estaríamos ante un escenario que podría disminuir el daño de la suspensión de estas exportaciones, esperemos que se cumpla en los hechos.
¿En cuánto se estima que haya sido la pérdida para el sector en los últimos meses, por el cepo?
-Tenemos calculado que en tres meses de cepo se han perdido cerca de 1.100 millones de dólares para los recursos del Estado. Y la ganadería, para tener una idea, las exportaciones ganaderas en el país generan 8.500 millones de dólares al año en recursos para las arcas del Estado.
Creen que subirá la carne
“En principio sería una buena medida. Estando tan cerca de las elecciones, por ahora hay que ver que se cumpla. Es un avance que se haya podido dialogar con el nuevo ministro y el jefe de Gabinete cosa que aún no sucedía, pero los productores en las bases todavía tienen cierta desconfianza de saber si se va a cumplir como se anunció”, explicó Carlos Según, referente de la Sociedad Rural de Salta.
No obstante, indicó que en los meses en que estuvo vigente el cepo exportador, el precio de la carne no bajó pero sí el valor de la vaca en un 30%. Estimó que fue porque esos cortes no se consumen en el país. “Es muy probable que vaya a aumentar en el mismo sentido que la inflación”, dijo y consideró que se prevé eso aún más con la inyección de dinero que atribuyó a fines electoralistas en alusión al IFE y aumento de salario, que harían que suba la demanda que hasta ahora era baja.
Es que planteó que el consumo en las carnicerías disminuyó en los últimos meses debido a que la capacidad del salario real está resentido frente a la inflación. Por otra parte, sobre el impacto en el sector, planteó que lo que se anunció es liberar la exportación de lo que denominan “vaca china” pero que los cortes que normalmente se consumen en el país, como el asado, la exportación va a seguir cerrada. “A la región NOA le sirve que se abra la exportación de la vaca china que es la que estaba relegada y había bajado el precio”, explicó. Precisó que la denominan “vaca china” ya que por su calidad no se consume en Argentina y antes de ese mercado, se destinaba a embutidos y picadillo.
Explicó que el NOA sí participa de la exportación porque la faena que se realiza en Santiago del Estero y Córdoba, es de animales que provienen de Salta y Jujuy, con lo cual al productor sí le afectan las medidas. Recordó que Argentina exportaba cerca de 900 mil toneladas (tn) y el 70% de ello era de la vaca china, con lo cual el impacto es nacional mientras en el NOA es de cerca del 5% de lo que se exporta a nivel país. Por otro lado, sobre la situación del NOA explicó que Salta actualmente se autoabastece cuando hace 15 años importaba de provincias de la Pampa húmeda el 60% de lo que se consumía.
Entiende que el desarrollo ganadero se frenó en las provincias del NOA debido a que se suspendieron los permisos de habilitación de desmontes. Aseguró que ahora se espera el crecimiento vertical, faenando novillos más pesados al no poder habilitarse más campo.
Además, al referirse al impacto de la diferencia cambiaria del dólar, explicó que “el productor está perdiendo prácticamente el 70% del valor internacional de la carne”. En materia de granos, que se complementa con la producción ganadera, dijo que también sufren los problemas de las retenciones y el desdoblamiento cambiario, que hace que entre un productor de Uruguay, Paraguay o Bolivia, y uno argentino haya una brecha del 70%.
Al productor local le impacta el costo
Según la experiencia de un pequeño productor ganadero de Palma Sola, quien además comercializa en una carnicería, Reyes Ibáñez, las medidas impactan en los pequeños productores porque pese a que se mantuvo el precio, bajó mucho la demanda en la región y a eso se suma que los precios de insumos y costos para producir aumentaron. “Cuando se abra la exportación se va a sentir mucho, porque Jujuy no es zona ganadera, y el que está pagando los platos rotos es el consumidor.
Yo carneaba 3 a 4 animales por semana y ahora estoy sacando 1 a 2, y me queda carne”, explicó Ibáñez. Dijo que se debe a la muy baja demanda de la gente que cada vez consume menos, y al precio de comercialización que en bruto deben pagar 200 pesos el kilo de ternera y debe esperar 100 a 115 días para engorde y poder comercializar al consumidor, lo que hace que el costo se eleve a 415 aproximadamente.
Planteó que los costos son muy altos para producir, y es que al pago de 16.500 la tonelada (tn) de maíz, se suma el alimento concentrado para engorde y la vacunación eleva bastante el gasto, sumado a los impuestos y de hecho muchos dejaron de tener empleados. Planteó que trasladar costos al precio de la carne se les dificulta porque es una zona rural y debido a los bajos jornales de los trabajadores, el consumo es cada vez menor.
Comercializan a 700 pesos el kilo promedio cuando en San Salvador ronda los $1.000. Cuentan con un matadero municipal, y producen poco, según la demanda, debido a que no pueden llevarla a la capital jujeña porque no tiene cámara frigorífica ni vehículos habilitados. En Jujuy se produce para consumo interno, hay 83 mil cabezas en total, y el 95% viene de otras provincias.