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Su madre murió atropellada y comen 3 veces por semana

Se trata de Gringa y Frankilin y esperan ser adoptados. Llamar al 3883 29-0352.
Domingo, 05 de septiembre de 2021 01:02

Las historias de perros sin hogar, expuestos al peligro y sin que nadie los proteja, abundan en las redes sociales. Pocos logran un final feliz y eso se espera con el triste caso de Gringa y Frankilin. Ambos conocen perfectamente las dos caras de la moneda, el infierno y la bondad. Son fruto de una perra que se refugiaba en una feria del barrio Alto Comedero, que día a día buscaba comida en la calle y la última vez que lo hizo no regresó más, fue atropellada por un camión y murió en el acto.

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Las historias de perros sin hogar, expuestos al peligro y sin que nadie los proteja, abundan en las redes sociales. Pocos logran un final feliz y eso se espera con el triste caso de Gringa y Frankilin. Ambos conocen perfectamente las dos caras de la moneda, el infierno y la bondad. Son fruto de una perra que se refugiaba en una feria del barrio Alto Comedero, que día a día buscaba comida en la calle y la última vez que lo hizo no regresó más, fue atropellada por un camión y murió en el acto.

Desde ese entonces, los dos hermanos, de aproximadamente 5 años de edad, se refugian en esa feria y con suerte pueden alimentarse tres días a la semana, que es cuando trabajan los feriantes. Ahora estos seres indefensos necesitan que unas familias los amen y los cuiden como lo merecen, que los saquen del peligro que corren, el riesgo de pelearse con otros animales que también transitan por el lugar y de enfermarse por comer lo poco que consiguen dentro del predio. Quien quiera adoptarlos, comunicarse al 3883 29-0352.

En esta historia aparece la rescatista Vicky Flores, quien viene dando a conocer este caso hace años y que penosamente todavía no ha obtenido resultados. Pese a la cantidad de animales que viene ayudando, se hace tiempo y les lleva comida cuando puede. Además, hizo castrar a Gringa y pronto lo hará con Frankilin. "Son amorosos, buenos y muy tiernos. Lo ideal es que la familia que los adopte tenga una casa cerrada, hasta que se acostumbren", sostuvo la rescatista.

 

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