El macabro hallazgo de cuatro cuerpos mutilados de burros silvestres, a manos de cazadores furtivos que se llevaron las pieles y abandonaron los cadáveres, puso en alerta a criadores y ganaderos de animales en una zona cercana a Iturbe en el departamento de Humahuaca. Una familia propietaria de la finca Cerro Negro, fue la que halló los cuerpos cuando se encontraba pastando sus animales y radicó la denuncia en la Seccional 15º de la ciudad de Humahuaca, quienes se encuentran abocados a las tareas investigativas.
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El macabro hallazgo de cuatro cuerpos mutilados de burros silvestres, a manos de cazadores furtivos que se llevaron las pieles y abandonaron los cadáveres, puso en alerta a criadores y ganaderos de animales en una zona cercana a Iturbe en el departamento de Humahuaca. Una familia propietaria de la finca Cerro Negro, fue la que halló los cuerpos cuando se encontraba pastando sus animales y radicó la denuncia en la Seccional 15º de la ciudad de Humahuaca, quienes se encuentran abocados a las tareas investigativas.
Todo comenzó el pasado domingo, cuando una mujer se dirigió a pastar las cabras que posee en su finca en una zona cercana al empalme de la ruta nacional 9 a la entrada que va hasta Iruya. En ese lugar, observó los cuerpos de cuatro burros, a los cuales les faltaban las pieles, que habían sido arrancadas desde la cabeza, incluidas las orejas, hasta las extremidades.
Animales silvestres
Enrique Cruz, uno de los propietarios de esta finca, remarcó que cuando volvió durante la jornada de ayer a la zona donde están los cuerpos, los mismos ya no tenían carne. Los animales carroñeros de la zona, hicieron esto en tan solo dos días en que estuvieron al aire libre. Los animales no pertenecen a ningún finquero de la zona, tratándose de animales silvestres que pastorean libremente y recorren en este estado los cerros de la Quebrada de Humahuaca. En este contexto, los burros fueron atacados por cazadores furtivos, quienes los encontraron y luego de matarlos, los mutilaron con el fin de extraer los valiosos cueros, comercializados sobre todo en la zona de la Puna y presuntamente llevados luego al vecino país de Bolivia, abandonando los cuerpos para que los carroñeros del lugar se hicieran un festín con sus restos. Ante esta situación, tanto ganaderos como propietarios de animales, solicitan que se hagan mayores controles por la zona y recorridos, a fin de detener a estos cazadores y poner a resguardo a los animales que son criados bajo otro contexto, como ser consumo personal o comercialización legal de los productos que se obtienen de los mismos. La familia comentó que tras realizar la denuncia en la Seccional 15º, los efectivos se mostraron sorprendidos por este accionar, ya que habitualmente se dan más al norte en la Puna y no tan cerca de la Quebrada, lo que habla de que los cazadores cada día se acercan a zonas más pobladas, perdiendo el temor a ser descubiertos en estas acciones.