El único neurólogo con certificación en la especialidad de Enfermedad Cerebrovascular que ejerce en la Argentina y director de Breyna, Conrado Estol, dialogó en exclusiva con El Tribuno de Jujuy. Señaló que los grupos antivacunas en el país son muy pocos. Adelantó que la aprobación formal general y no de emergencia que dio la FDA a Pfizer, "fue justamente para que la vacuna pueda ser incluida en el calendario oficial" y, por lo tanto, "pueda ser obligatoria, lo cual es razonable".
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El único neurólogo con certificación en la especialidad de Enfermedad Cerebrovascular que ejerce en la Argentina y director de Breyna, Conrado Estol, dialogó en exclusiva con El Tribuno de Jujuy. Señaló que los grupos antivacunas en el país son muy pocos. Adelantó que la aprobación formal general y no de emergencia que dio la FDA a Pfizer, "fue justamente para que la vacuna pueda ser incluida en el calendario oficial" y, por lo tanto, "pueda ser obligatoria, lo cual es razonable".
-Argentina ya tiene el más del 36% de los vacunados con las dos dosis. ¿Cómo evalúa este porcentaje a esta altura de la pandemia?
-El porcentaje de vacunación a esta altura es exactamente 36,3% en la Argentina de personas con dos dosis y considerando que empezamos el 29 de diciembre, estamos en el octavo mes en que el promedio, desde el principio, es muy bajo. Unas 200 mil vacunas recién ahora en el último mes. Se puede decir que hay un promedio de más de 390 mil aplicaciones por día.
Y considerando que Chile y Uruguay andan aproximadamente en 150 dosis por cada cien personas y nosotros 95 dosis cada cien personas, los números muestran que hemos vacunado lentamente y que a esta altura ya deberíamos tener una proporción del 50% o más vacunados en la población, porque hemos tenido las vacunas. De hecho, en este momento hay 7 millones de dosis que no se han aplicado y que podrían darse y aumentarían muy significativamente el porcentaje de personas vacunadas.
El hecho concreto es que, al ritmo actual, vamos a tener 70% de la población vacunada con dos dosis para el 25 de octubre. Y realmente, sabiendo que enfrentamos la posibilidad de la diseminación de la variante Delta, eso ha sido un programa de vacunación lento.
-¿Cree que debería aplicarse una tercera dosis a las personas que ya cumplieron con las dos vacunas, especialmente el personal de salud?
-Aparentemente no hay dudas de que va a ser necesario una tercera dosis. Es razonable darla en un país como en Argentina, que tiene un bajo porcentaje de personas vacunadas con dos dosis, que es lo mínimo necesario, por lo menos para la variante Delta. Es razonable pensar en una tercera dosis, cuando la población en general llegue a un 50% mínimo, 60% o 70% de la población con dos dosis. Y ahí empezar a dar una tercera dosis.
El orden, va a ser el mismo que se usó para la vacunación, o sea vacunar a las personas de más de 75 u 80 años, las más vulnerables a tener una enfermedad grave, al personal de salud, a las personas con enfermedades inmunológicas y a los que hayan recibido la vacuna Sinopharm, que tiene una eficacia algo más baja que el resto de las vacunas usadas en la Argentina, esto probado con varios estudios internacionales en el Sudeste Asiático y uno en Bahrein.
-¿Considera que el país ya debe aplicar la vacuna a niños de 2 años en adelante, con o sin comorbilidades?
-La verdad es que, incluso en regiones tan sofisticadas científicamente como el Reino Unido, no quieren vacunar siquiera a los adolescentes todavía y creen que hace falta más información. Y considerando que es inusual que se enfermen gravemente, han decidido no vacunarlos.
Personalmente, no soy una especialista en esto, pero yo no vacunaría a los menores de 12 años hasta que las vacunas Moderna o Pfizer hayan mostrado con estudios que se van a publicar en los próximos dos meses, si han sido adecuadas y sin efectos colaterales en chicos menores de 12 años, que serían de 11 años hacia abajo. Ya se sabe que las pruebas que están haciendo y que terminan pronto, es con un tercio de las dosis de los adultos.
O sea, para 12 años para arriba se ha usado 30 microgramos en Pfizer del producto de la vacuna, va a ser 10 microgramos en los de 11 años, para abajo. Si bien sé que en China se vacuna a chicos de hasta meses de edad, ya no favorecería vacunar a chicos hasta que algunas de las vacunas con ARN no hayan mostrado en forma fehaciente y con publicaciones en revistas de prestigio que la vacunación es efectiva y segura.
-¿Qué cree que debería hacer el Estado con los antivacunas? ¿Se debe ir limitando cada vez los espacios dónde puedan estar?
-Los grupos antivacunas en Argentina son muy pocos. Lo que hay que hacer con la gente que duda es explicarles, no retarlos, no mostrarles evidencia contundente de la mortalidad que ha habido con el Covid -19 y cómo la disminuyó la vacunación, sino que preguntarle cuál es su duda, cuál es su miedo y por qué no se vacunan.
-¿Está de acuerdo con lo que se hace en Jujuy?. Se prohibe a los trabajadores estatales que no están vacunados ir a trabajar y tampoco pueden tomar el colectivo.
-La verdad es que la aprobación formal general y no de emergencia que dio la FDA a Pfizer, fue justamente para que la vacuna pueda ser incluida en el calendario oficial y por lo tanto pueda ser obligatoria, lo cual es razonable. Una pandemia es una amenaza de salud pública y como lo dice la palabra, es para toda la población, por lo tanto, hay que tenerla protegida para que no se vea afectada.
Entonces, grupos que decidan arbitrariamente no vacunarse, están poniendo en riesgo a otros. En Estados Unidos esto ya se ha hecho, muchas dependencias del Estado, la fuerza de Seguridad, el Pentágono, en infinidad de colegios, es obligatorio estar vacunado para poder asistir. En EE UU se reabrieron los teatros y para entrar debes estar vacunado o tener un test negativo del día.
Es razonable exigir vacunación, y si una persona podría llegar a ser aceptable por enfermedad, por alguna razón de salud, no estar vacunado, que tenga la evidencia y entonces eso por supuesto que es aceptable. Las demás razones, creencias personales o de otro tipo, ponen en riesgo a los demás. Por lo tanto, todas las personas deberían estar vacunadas, los que pueden.
-¿Para cuándo podemos esperar la cepa Delta?
-Se ha visto que en los países que no tenían la pandemia controlada y la mayoría de los países emergentes como el nuestro no la tenían, de hecho, nosotros no la tenemos. Hay varios miles de infectados por día y ha habido más de cien muertes por día, en las últimas horas. En esos países, India, Indonesia y Tailandia, el ascenso de Delta fue mucho más lento que, por ejemplo, en Reino Unido, Israel y Estados Unidos.
Y aún en esos países, no es que en un mes aumentó, en Estados Unidos se detectó en marzo y recién para fines de julio hizo eclosión la cantidad y el aumento de infectados, de hospitalizados y el aumento de muertes que se notó. Así que le llevó varios meses, por lo que, si los primeros pacientes se detectaron en Argentina en el mes de julio, es razonable que entre octubre y noviembre tengamos un brote por la diseminación de la variante Delta.
Un máximo referente
El neurólogo Conrado Estol es director y fundador de la Unidad de ACV del Sanatorio Güemes, una de las pocas en Latinoamérica. Estudió medicina en la Universidad de Buenos Aires y se recibió en 1982. Completó su formación médica como residente de Clínica Médica en Nueva York (Hospitales afiliados al Mount Sinai) y de Neurología en la Universidad de Pittsburgh (Pennsylvania), y realizó la especialización en ACV-stroke, en Boston. Recibió el premio a la “Excelencia Médica” en la Argentina y al investigador joven de la American Academy of Neurology, entre otras distinciones. Es además fundador de Breyna, un centro de salud con especialistas en neurología, cardiología y prevención de enfermedad vascular.