La historia de una joven madre es la de incertidumbre y temor luego de afrontar sucesivas pérdidas. Magalí Hurtado dio a luz prematuramente a su beba de tan solo 32 semanas, quien luego de estar internada fue recuperándose y hoy tiene saludables 10 meses. Le dijeron que no podía concebir ya que tiene insuficiencia cervical.
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La historia de una joven madre es la de incertidumbre y temor luego de afrontar sucesivas pérdidas. Magalí Hurtado dio a luz prematuramente a su beba de tan solo 32 semanas, quien luego de estar internada fue recuperándose y hoy tiene saludables 10 meses. Le dijeron que no podía concebir ya que tiene insuficiencia cervical.
La joven madre tuvo su tercer embarazo con muchas expectativas y también temores debido a sus dos experiencias anteriores. "Anteriormente yo había perdido dos bebés", explicó la mujer quien actualmente tiene 21 años y había pasado por esos momentos difíciles al perder a sus bebés a los 15 y a los 18 años.
Es que en marzo del 2021 y tras un año de pandemia comenzó a experimentar algunos malestares que hacían temer por su embarazo. "En Monterrico no me quisieron atender, tuve que venir en remís a San Salvador" dijo.
Una vez llegada a la capital estuvo internada en el hospital Materno Infantil; comenzaba a dilatar pese a que tenía 32 semanas. Le dijeron que tenía insuficiencia cervical, una condición por la cual la dilatación es indolora y eso conduce al parto durante el segundo trimestre.
"Estuve internada desde el 23 de diciembre hasta el 16 de abril. Ya había nacido mi bebé el 1 de marzo", explicó Magalí Hurtado. De esa manera dio a luz en forma prematura a la pequeña Milagros Mía Valentina Gaspar, que nació con 32 semanas de gestación, pesaba 1,200 kg, y medía 35 centímetros.
La bebé era muy pequeña y por eso estuvo dos semanas en incubadora y tres en cuna. La internación para ambas no fue fácil. Fueron meses en que Hurtado transitó no sólo la soledad debido a los protocolos de pandemia, sino por la gran incertidumbre de la salud de su pequeña.
"Era difícil estar sola porque cada noticia que me daban de mi bebé, no podía compartirlo con mi pareja, y me ponía mal. Ella a veces estaba bien y otras iba al respirador, estuvo dos semanas en la incubadora, al principio su cuerpo no levantaba temperatura", señaló.
Recordó que fueron tiempos difíciles porque a veces iba a Neonatología y le decían que le bajaba la respiración y tenía taquicardia. "Después de una semana que nació la alcé", afirmó y recordó que por esos momentos la pequeña era alimentada por sonda.
"Gracias a Dios ahora está bien, y eso es lo que me motiva a mí a seguir", agregó. Explicó que lleva a su bebé a sus controles y fue evolucionando muy bien. "La llevé al neurólogo y a todos lados y me dijeron que la bebé está bien", aseguró al explicar que su condición prematura no le dejó secuelas.
Actualmente la pequeña Milagros va a cumplir 11 meses y está pesando alrededor de 13 kilos, lo que pone contenta a su madre Magalí, hoy de 21 años y a su padre Ariel Gaspar de 27.
Una vida con dificultades
Ambos son trabajadores rurales y se desempeñan en la producción tabacalera. Por el momento Hurtado debió dejar el trabajo para poder atender a su pequeña que aún necesita muchos cuidados y espera que tenga el alta en marzo.
Recordó que durante su internación, contó con la ayuda tanto de su madre como de su suegra, quienes le llevaban lo que necesitaban. Es que Hurtado estaba en residencia de madres, a las que también agradece porque allí siempre tuvo comida y la asistente social del hospital la ayudaba con pañales cuando su familia no le había podido dejar.
Actualmente alquilan en Monterrico con su esposo, y ella tiene a su madre en Ledesma por lo deben seguir adelante sola, como lo hiciera desde los 14 años en que se fue de su casa, por lo que solo cursó el colegio secundario hasta tercer año y a los 16 comenzó a trabajar.
"A pesar de que tenemos altas y bajas con mi marido, siempre salimos adelante", afirmó Hurtado sobre su situación económica ahora que se dedica a cuidar a su pequeña. Sin ánimos de pedir ayuda, no rechaza a la gente que le pueda brindar ayuda sobre todo en lo que concierne a su bebé.
No fueron pocos los tiempos duros. Recordó que por la pérdida de sus bebés tuvo depresión y bajó de peso, y luego de recorrer clínicas privadas no le supieron decir cuál fue la causa hasta que lo descubrió cuando tuvo el último embarazo. Le dijeron que para volver a tener un bebé tendría que hacerse un estudio e internarse.
La insuficiencia cervical
La insuficiencia cervical es una presunta debilidad del tejido cervical que contribuye a parto prematuro no explicado por otra anormalidad. Antes del embarazo, el cuello del útero se suele encontrar cerrado y firme, a medida que avanza el embarazo y se prepara para dar a luz, el cuello del útero se ablanda, disminuye en longitud y se abre o dilata con lo cual puede comenzar a abrirse demasiado pronto y causar un parto prematuro. Antes llamada incompetencia cervical o istmicocervical, es la dilatación indolora que conduce al parto durante el segundo trimestre.
La ecografía cervical transvaginal en el segundo trimestre puede ayudar a evaluar el riesgo, y el tratamiento es el refuerzo del anillo cervical con materiales de sutura, cerclaje. El diagnóstico se sospecha en mujeres con factores de riesgo o signos o síntomas característicos. En tal caso, se realiza una ecografía transvaginal, los resultados son más precisos después de la semana 16 de gestación.
Bebé prematura
La pequeña Milagros Gaspar estuvo en incubadora y siguió su internación al principio alimentada por sonda. Hoy pesa 13 kilos y está en control.