La segunda noche del 62° Festival Nacional del Folklore tuvo mucho de Jujuy, y eso sumado al entusiasmo de un reencuentro esperado, viendo que la plaza tuvo una amplia convocatoria dentro de lo que la pandemia en este momento nos permite, sin dudas sumó a una velada exitosa.
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La segunda noche del 62° Festival Nacional del Folklore tuvo mucho de Jujuy, y eso sumado al entusiasmo de un reencuentro esperado, viendo que la plaza tuvo una amplia convocatoria dentro de lo que la pandemia en este momento nos permite, sin dudas sumó a una velada exitosa.
Mucho de Jujuy por la presencia de la delegación de artistas jujeños en el segmento “Postales de provincia”, y por el cierre de lujo con Los Tekis.
Durante la noche, estuvo muy presente la historia, en la voz de los conductores que ilustraron sobre vidas y obras y recordaron nombres de grandes referente de este festival.
En este sentido, fue muy emotivo, el reconocimiento sobre el escenario a los 50 años del Himno a Cosquín, con la presencia de la autora de la letra, Zulema Alcayaga. La letra en aquel momento fue escrita por su marido (ya desaparecido), Walter Belloso.
La noche había comenzado con Los Nocheros, otros norteños que volvían a la plaza con todo un repertorio que sonó a sus comienzos, a esos artistas que en los ‘90 revolucionaban la música folklórica argentina.
El público les manifestó el afecto que fueron acrecentando con los años, y que los mantuvo vigentes. Ellos siguieron a los fuegos artificiales del inicio de la velada, con el romanticismo que los caracteriza.
La chacarera con voz de mujer llegaba con la presencia de Roxana Carabajal. La santiagueña con mucha energía danzando y cantando, se paró frente a la plaza con contundentes mensajes relacionados con el cuidado del medio ambiente y del agua, y arengando contra la deforestación. También se dio espacio para cantar ritmos norteños, más allá de la chacarera de su tierra.
Misiones también fue protagonista de “Postales de provincia”, con una increíble puesta en escenario que llevó a grandes referentes de su tierra con un cuadro muy vistoso que ilustraba la flora y la fauna de esa tierra, y con temas emblemáticos. Entre los artistas que se encargaron de esta parte, estuvieron Los Nuñez, El Mensú, y el Ballet del Parque del Conocimiento de Misiones. La presentación se tituló “Misiones como un rugido”.
Más de Santiago, con la imponente presencia del violinero Néstor Garnica, quien definió el regreso como una utopía, y se manifestó feliz de volver a “este templo del folklore argentino”, dijo. En su staff, continúa la sangre, ya que entre sus músicos presentó a Malena Garnica, su hija, también violinista. Ofreció mucha chacarera y también romanticismo en tiempos de zamba.
Hubo en esta noche el lugar para presentar a los ganadores del Pre Cosquín, en el rubro “canción inédita”, con el tema “Esmeralda” de Millacura Sur. Una belleza que el público degustó.
Uno de los momentos más emotivos fue el de la actuación de Mario Álvarez Quiroga, un poeta, una voz, un intérprete, de esos que hicieron historia con la profundidad de su arte. Visiblemente emocionado, también emocionó a la platea, con lágrimas en los ojos, presentó y habló de sus hijos, y de este especialísimo regreso a los escenarios. Nadie como él podía describir este momento, recitando, cantando, con las entrañas.
Presentado acertadamente como el “juglar santiagueño”, impactó y recibió el aplauso de pie. La presentación de “Postales de provincia”, para Jujuy, reunió la poesía y los temas que tan bien definen a nuestra tierra y a nuestro carnaval, de Los Copleros; quienes cantaron la primera parte, siguieron las notas de Amankay, grupo integrado también por jujeños radicados en Córdoba, lo mismo que otra formación que enriqueció esta presentación, la del Tinto Martínez y Taky Ankalli. El carnavalito contó con el piano tan destacado de Elena Mattos, y todo el baile de los ritmos nuestros sobre el escenario, como siempre poniendo mucho color y contagiando la alegría norteña.
Llegaba el final de la noche, primero con Horacio Banegas, que también despuntó su emoción, y finalmente la plaza se levantó a bailar, con los jujeños de Los Tekis. Ellos cantaron más que nunca un repertorio que todo el tiempo habló de la Pachamama, y después del jolgorio inicial, hicieron
“Quédate”, sin dudas reflexionando esperanzando en relación al tiempo que nos toca vivir en todo el mundo. Algunos temas de los últimos años de la formación más convocante de Jujuy, y el cierre de una noche espectacular a los ojos del país.