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De pescar en la pecera a animarse entre tiburones

Lunes, 17 de octubre de 2022 00:55

Gerardo Morales por fin puso blanco sobre negro. Era el único que podía hacerlo. Después del fallido monumental de la convocatoria a renovar parcialmente la Constitución y su consecuente retroceso, certificó, esta vez sin ninguna clase de zonas grises que el 10 de diciembre, dejará el palacio de San Martín 450, al menos por un período intermedio, como alguna vez hizo Eduardo Fellner durante el interregno de Walter Barrionuevo. Transcurridos los días en los que la Provincia anduvo en la montaña rusa, subiendo y bajando, de izquierda a derecha y frenando abruptamente, vale la pena analizar lo ocurrido brevemente. Y desapasionadamente.

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Gerardo Morales por fin puso blanco sobre negro. Era el único que podía hacerlo. Después del fallido monumental de la convocatoria a renovar parcialmente la Constitución y su consecuente retroceso, certificó, esta vez sin ninguna clase de zonas grises que el 10 de diciembre, dejará el palacio de San Martín 450, al menos por un período intermedio, como alguna vez hizo Eduardo Fellner durante el interregno de Walter Barrionuevo. Transcurridos los días en los que la Provincia anduvo en la montaña rusa, subiendo y bajando, de izquierda a derecha y frenando abruptamente, vale la pena analizar lo ocurrido brevemente. Y desapasionadamente.

Quizá los jujeños nunca se sepan por qué el GM demoró tanto en presentar la propuesta de reforma de la Constitución, cuya intención se conocía desde hacía por lo menos un año. El lanzamiento fue grandilocuente, estridente, en el escenario en la puerta de atrás de la Casa de Gobierno (¿una señal premonitoria que nadie supo ver?), con el marco de embelesados funcionarios y dirigentes de Cambia Jujuy. La noticia explotó en el país, y desde Washington el GM confirmaba que a su regreso, promulgaría la ley y llamaría a votar por los Convencionales Constituyentes el domingo 11 de diciembre.

Tal vez tampoco se conozcan las razones íntimas y poderosas que motivaron la caída momentánea del proyecto. Habrá que dar la derecha a la decisión de unificarlo con las elecciones provinciales para evitar erogaciones innecesarias como dijo el propio GM: "La situación requiere no incurrir en mayores gastos", y también para "posibilitar que se sigan discutiendo los temas de la reforma y se llegue a consensos". Más allá de estas justificaciones, lo cierto es que la abrumadora mayoría de los jujeños jamás hizo suyos ni el interés ni la preocupación que debiera motivar una reforma constitucional. Porque las urgencias son absolutamente otras, y porque no se anticipó ni se acompañó la propuesta con un plan estratégico de comunicación que hubiera generado expectativas y adhesiones populares. ¿Error imperdonable o exceso de confianza del equipo, acostumbrado a lanzar las propuestas del GM como palabra santa? Y la corte lisonjera salió a aplaudir la idea con tal torpeza, que terminó causando rechazo.

El fallido dejó otros saldos. La oposición se galvanizó por el "no". El Partido Justicialista orgánico, clásico y obligado por las circunstancias, criticó y rechazó la propuesta con firmeza pero con civilizada moderación. Y ahora ante el corrimiento de las fechas, dobló la apuesta y pidió que se junte todo en un solo día: las elecciones nacionales, las provinciales y las de constituyentes. Idea superadora pero sin destino. La otra oposición cáustica y agresiva, de los oportunistas más algunos reaparecidos, aprovechó todos los medios a su alcance para atacar con virulencia inusitada.

Y al conocer la marcha atrás del GM, pretendió apropiarse de una suerte de victoria que dista mucho de ser tal: los mismos jujeños que ignoraron la convocatoria del GM tampoco se alinearon con los autodenominados "abanderados del no", a los que miraron y escucharon con indiferencia y mayor desinterés. Otro saldo fue el suicidio político del diputado Fernando Posadas, hoy un paria del Partido y el Bloque Justicialista, quien "siguiendo sus convicciones" (por dar crédito a sus dichos), permitió con su voto insubordinado que Cambia Jujuy lograse la mayoría para aprobar el proyecto reformador del GM. Ahora, habrá que esperar que baje la espuma, y "orejear" los reacomodamientos. Y pensar si el año que viene hará falta una nueva ley o bastará con ratificar la existente.

La noticia sobresaliente vino del GM. Su escape hacia atrás, abatió las especulaciones -legítimas y razonables- que circulaban profusamente, dejando firme que en el 2023, buscará la Presidencia. Pero algo más queda claro: el GM desde hoy hasta el 10 de diciembre del año próximo, no será el pato rengo de Jujuy. Conservará el poder, lo ejercerá con vitalidad, y mientras dure el maratón presidencial, jamás descuidará ni su gestión ni los detalles del armado de su sucesión, aunque pida licencia. En la campaña se espera un fundamental acto de lanzamiento, que deberá resonar desde La Quiaca a la Antártida. Quizás deba moderar algunas de sus expresiones que hacen las delicias de la "prensa nacional" y del morbo de "la casta", pero provocan innecesarias lastimaduras en la quebradiza estructura de JxC y ahuyentan al electorado independiente.

La ironía "Puedo llevar a vice a Macri, pero antes tengo que hablar con él", o "No me pongan de vice, yo voy a ser Presidente", o la agresividad "En una interna le voy a dar una paliza a Macri" son de tiro corto. Por respeto al GM, a quien no le va nada mal en su vida política, habrá que pensar que él sabe por qué lo hace. Pero nada le será fácil. Una síntesis de encuestas, que promedia datos de diez encuestadoras (Berensztein, D'Alessio IROL, Mangment & Fit, Jorge Giacobbe, Opina Argentina, Reyes Filadoro, Analogías y Opinaia), cubriendo un arco muy fragmentado que va del ultraoficialismo a la ultraoposición, pasando por los libertarios y la izquierda y que se muestra en esta página, da cuenta de la empinada cuesta que debe subir el GM. Otra que mide sólo provincias, CB consultora, indica que el GM sigue figurando entre los tres gobernadores mejor valorados por su pueblo. Reúne el 69,3% de opinión favorable y apenas un 23,4% negativa entre los jujeños.

Sólo lo supera su correligionario correntino Valdez y tercero aparece el cordobés Schiaretti. Por eso es doblemente valorable que el GM deseche pescar en la pecera y opte con coraje asumir el enorme riesgo de una excursión de pesca entre los tiburones. Depredadores sin piedad, atentos a olfatear sangre. Si se equilibra como prenda de unidad, timonel de un programa de gobierno (que hoy le falta a Juntos por el Cambio), y despierta la histórica fuerza nacional y popular de la UCR, las encuestas no tardarían en subirlo al ring para la pelea final. Voluntad y capacidad realizadora le sobran. Y con el tiempo, habrá que ver a quienes absuelve la historia.