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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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"Los músicos jujeños tocan cualquier cosa, incluso con el charango"

La intérprete de “La Cantora de Yala” y “Jujuy Mujer” volvió a la provincia para ser jurado del certamen Pre Cosquín, rol que desempeña hace cinco años ininterrumpidos en esta sede, a la que vuelve por amor. Actualmente se encuentra trabajando en un proyecto impulsado por Pami. Desde su rol de jurado en certámenes, motiva a los jóvenes en el camino de la música y les pide a las mujeres que no se excedan en la lucha.
Miércoles, 19 de octubre de 2022 01:02

¿Cuál es tu vinculación con Jujuy?

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¿Cuál es tu vinculación con Jujuy?

El amor. Un enamoramiento que empezó cuando no conocía Jujuy; iba a la escuela primaria. Cuando yo, una piba de llanura, pampa gringa, empecé a ver montañas que eran de colores, me deslumbraron y dije "algún día voy a ir".

¿En qué año llegaste a la provincia?

En 1980. Para preguntarle a la gente del teatro Mitre si era verdad que en Jujuy no llovía nunca, porque me había enamorado de la zamba "Me gusta Jujuy" y el productor de la discográfica me dijo: "¿Cómo vas a cantar 'Me gusta Jujuy cuando llueve' si ahí no llueve nunca?". Entonces me planteé en el escenario y pregunté si era cierto. Se mataron de risa y creo que desde ese día me empezaron a querer. Desde ese día perdí la cuenta de cuántas veces volví.

¿En qué marco de tu carrera llegaste?

Es una historia. Era la época de dictadura. Dentro de la Municipalidad de Buenos Aires, había una secretaría que era medio secreta, donde se manejaban artistas y se disimulaba la temática artística. Se llamaba "Colaboración con el interior". Mandaban artistas, lo manejaba un hombre que recuerdo se llamaba Luis, un melómano, y a lo que a él le parecía lo mejor, mandaba a las provincias.

Y así caí yo a Jujuy y como corresponde a esa época, me dejaron en un buen hotel hasta que sea la actuación. Yo contraté un taxi y le dije: "¿Ud. me llevaría a conocer la Quebrada?". Él me llevó pueblo por pueblo, iglesia por iglesia, a conocer la Quebrada de Humahuaca. Y me enamoré más. Cumplí el sueño de conocer las montañas, por eso, mi primer disco se llama "La cantora de Yala". Tengo amigos maravillosos en Jujuy. Yo vengo al Pre Cosquín con el alma abierta.

¿Cómo ves el semillero jujeño?

Vienen creciendo los jujeños, se ve que tienen buenos colegios, buenas escuelas de música. Los músicos jujeños tienen una cualidad muy especial; en Cuyo, hay grandes guitarristas, pero son cuyanos, los litoraleños son muy buenos músicos, pero son chamameceros, los músicos jujeños tocan cualquier cosa, incluso con el charango.

¿En qué momento de tu carrera estás?

Yo estoy dando la vuelta. Ya cumplí 70 años y 58 de carrera. Te imaginás que ya estoy hecha. Mi vida ha sido muy feliz gracias a la música y a mi vocación que se convirtió en oficio. A mí no me molesta que los jóvenes renueven. No me molesta Abel Pintos en las plazas, ellos son llamadores, que llenan los lugares y permiten que la gente escuche las propuestas de otros artistas. No me molesta la renovación. Es más, les adelanto una nueva versión de "Jujuy Mujer", con un trap detrás, que hacen unos chicos jóvenes que aman Jujuy.

¿Cómo te ves en ese marco de renovación?

Me gusta acompañar a los jóvenes. Siempre digo que soy una enciclopedia de datos, inútiles, que a veces pueden usarse. Me gusta contarles las historias de las canciones, porque así se interpreta de otra manera, sabés lo que estás diciendo, sino lo cantás de otra manera. Me gusta acompañarlos, aconsejarlos, me gustan los jóvenes porque yo fui joven y mucha gente grande me apoyó. A mí me apoyaron los más grandes, que eran los mayores de aquella época. Yo no soy tan grande como ellos, pero si soy mayor y tengo autoridad para guiarlos, darles consejos.

¿Quiénes fueron tus mayores?

Mercedes Sosa, Ariel Ramírez, Domingo Cura, esos fueron mis maestros.

¿Y quiénes serían hoy los Ángela Irene de aquel entonces?

No hay muchos. Sabes que, lamentablemente, se diversificó tanto, que los que hacemos el tipo de folklore de raíz, están separado de los renovadores. Yo me metí con Spinetta, hice la "Zamba del Carnaval" con "Pedrito" Aznar, que es una maravilla, que hizo que él comience a ir a actuar a Cosquín solo y que la gente del folklore escuchara una zamba en un recital donde estaba Charly García. Yo me conformo con eso. No doy clases porque no me veo capacitada. Me gusta acompañar con repertorio, con cosas que puedo enseñar. Nunca voy a lucrar con el don que Dios me dio.

¿A qué se debe tu vigencia?

Creo que hay unos cuantos que nos hemos convertido en referentes, pienso en Suna Rocha, Raúl Carnota, que era un genio y no fue reconocido. Lo mío es suerte, yo trabo relaciones con la gente desde el alma, desde otro lado. Nunca voy a un lugar que no me gusta. No vengo al Pre Cosquín por plata o para hacer relaciones para que me contraten, vengo porque amo Jujuy. Solo voy a dos lugares, que este año serán tres, La Pampa, Tucumán y Jujuy. Porque son lugares donde me siento querida.

¿Cómo es el proyecto con Pami?

Recién me llamaron, para cantar en un proyecto de llevar recreación a los adultos mayores. Se hace un espectáculo que se titula "Nosotros los mayores", que lo hago yo. Porque tengo la edad de ellos (ríe). Hice dos actuaciones. Está proyectado a que siga. Estoy muy contenta porque los mayores siempre fueron muy olvidados (aún lo son). Me alegra llevar alegría, me contacto con ellos de igual a igual, les canto lo que ellos quieren cantar. El plan es extenderlo al país, me encantaría. Es la primera vez que me contratan del Gobierno, que hago algo oficial.

¿Cómo ves la lucha de las mujeres y la presencia femenina en los escenarios?

Me encanta. Me parece maravilloso que se hable de diversidad. Y si me permiten un consejo las chicas, les voy a decir una cosa. Que no se les vaya la mano. Nosotras, las cantoras, que ahora tenemos 70 años, éramos únicas, en un mundo de hombres y no necesitamos cortar calles ni pintar paredes, nos plantamos al lado de ellos y les mostramos que éramos iguales y ellos nos respetaron. Entonces, si aquellos gauchos de entonces podían respetar a unas chicas de 20 años, se supone, que gente con mente abierta como hay ahora, tiene que poder respetarlas sin que hagan lío; que se suban todas al escenario, que ahí pinten, toquen, bailen y que reclamen sus derechos, yo también los reclamo. A mí me preocupan por las nuevas generaciones, que tengan espacio, que ganen un Pre Cosquin y tengan proyección. Les mando un abrazo grande a todas las mujeres que se animan.