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¿La presencialidad se negocia en el arte?

Miércoles, 29 de diciembre de 2021 01:04

MARÍA E. MONTERO

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MARÍA E. MONTERO

El arte salva, el arte cura, el arte acompaña y da libertad, a quienes lo hacen y a quienes lo consumen o se dejan contagiar con sus producciones.

El 2020 sorprendió al mundo y obviamente al arte también con todas sus restricciones; y el 2021 transcurrió con un poco más de libertades y regresos. La principal y más dolorosa limitación fue la del contacto, la presencialidad. Y entonces el arte fue golpeado.

Como sin dudas es una de las patas salvadoras del mundo históricamente, y no nos podía fallar, pronto se puso de pie. Todas las disciplinas se vieron sostenidas por sus hacedores, nuestros héroes, los artistas, y sobrevivió adaptándose a la mínima posibilidad. Esa mínima posibilidad fue el streaming, que surgió en todos estos ámbitos como una salida (tanto para las presentaciones como para la enseñanza del arte), luego se transformó en una "gran posibilidad" a explotar por su llegada universal, y finalmente se quedó.

Sin embargo, la duda existencial en estos tiempos que corrieron rápido e imprevistamente fue: ¿La presencialidad se negocia en el arte?

Entre nada en el 2020, y la vuelta con cuidados del 2021, nos encontramos con los artistas que probaron el streaming y volvieron a la presencialidad este año. El tan valorado convivio del arte, que significa estar en el mismo lugar, en el mismo momento, artista y espectador.

Sobre esta experiencia de ida y vuelta, hablamos con referentes de varias disciplinas.

Cristina Tula, directora de danzas, expresa: "El arte debe estar presente en la formación de los niños ya que no sólo hace a su formación integral, sino que a través de herramientas pedagógicas puede desarrollar su inteligencia emocional y sus capacidades creativas. Cuando volvimos, pudimos ver cómo la frustración del encierro y otras emociones calaron fuerte en nuestras poblaciones infantiles".

Y continúa: "El arte encontró nuevas maneras de expresión, nuevas formas de comunión y como es la creatividad que lo caracteriza, hicimos streaming, sobrevivimos. Pero sí tuve la oportunidad de concurrir y ver las salas vacías, más allá de las distancias lógicas pude compartir la emoción de los artistas, sus miradas llenas de agradecimiento y una fortaleza, un amor único, que pese a todos los avatares salían a escena con una o dos personas con la misma profesionalidad de siempre", cuenta con mucha emoción. "Regresamos y lo celebramos, porque después de todo, el escenario es el lugar del artista", concluye.

También desde la danza, Rodolfo Revollo comenta: "No es lo mismo el hecho de que el público esté presente a hacerlo por streaming. No es lo mismo el aplauso y la calidez, más allá de que técnicamente se puedan hacer otras cosas. Igualmente, no lo descarto, porque nunca se sabe cuáles van a ser las medidas próximas".

Las artes plásticas también pasaron por esta experiencia, y Cecilia Espinoza asegura sin dudarlo: "La presencialidad en las artes es imprescindible. Y para la enseñanza del arte, también. Si bien las nuevas generaciones están acostumbradas a los tutoriales, pero en nuestro entorno se nota que se necesita el acompañamiento del docente, la guía. Hay cuestiones que no se resuelven con los tutoriales, el resultado no es lo mismo con mis alumnos de una forma y otra".

La música, otra gran experimentada de este fenómeno, tiene en la voz de Tony Izquierdo (de Los Izkierdos de la Cueva) esta opinión: "Mi experiencia en el marco pandémico a partir del 2020, es que no veíamos la forma de interactuar con el público, mantener vigencia con la música. El único medio eran las redes sociales, pero uno como emigrante digital, si se quiere, entiende que no puede manejarlas, porque se siente que el mundo gira mucho más rápido, pero con la ayuda de mi hija Pina, y de mi señora Lorena Méndez, que es nuestra comunity manager hoy, lo logramos. Nos pusimos en sintonía con las redes y las plataformas digitales. Y encontramos el medio a través de los streaming de conectar con la gente, y la verdad que es algo maravilloso el contacto con la gente. Es la manera de tener mucho contenido, porque todo el tiempo se generan. Obviamente no es lo mismo, el hilo de conexión con el público es otra cosa, pero nos tenemos que amoldar a lo que estamos pasando. Tenemos que tomar los recaudos necesarios para poder cuidarnos entre todos. Concientizar es la manera, no solamente subir a cantar sino transmitir el mensaje del respeto a los protocolos para no perder lo que hoy tenemos".

Fabiola Vilte e Iván Santos Vega de la compañía El Colectivo Teatro llegaron a hacer teatro por Zoom, y esto concluyen: "Luego de atravesar un año y medio la pandemia y aislamiento que interrumpió de manera abrupta nuestras actividades como ensayos, estrenos, giras y hasta capacitaciones; podemos decir que fueron momentos donde sentíamos que los procesos creativos también corrían riesgos. Todo era incertidumbre. Y la única forma de 'estar conectadxs con otrxs' era a través de la pantalla de celulares y computadoras".

"Cumpleaños, recibidas, fiestas, conciertos, reuniones familiares, relaciones sociales, vínculos amorosos, todo se hacía mediante plataformas", recuerdan.

"El teatro no podía quedar fuera de esta transformación. Así lo entendimos y nuestros procesos creativos se volcaron a indagar en la virtualidad y las formas de poner el cuerpo, estar con 'otrxs' y hacernos presentes", continuaron. "La presencialidad puede ocupar nuevos espacios y la virtualidad es uno de ellos. Siempre que haya deseo, esa pulsión de vida que puede atravesar la carne de las pantallas. Nuestra experiencia en '5 Pesos, versión libre de el público', de Federico García Lorca estrenada en noviembre 2020 tras meses de ensayos virtuales, nos ha demostrado que es posible compartir el encuentro en un aquí y ahora".

Como todo ser resiliente, el arte con todo esto, se enriqueció, después de superar la sensación primera de lo mucho que se perdía.