El cuidado de los pies de los mayores es muy importante para mantener su calidad de vida, es bueno para su salud y les permite prevenir muchas patologías antes de que se puedan agravar y llegar a afectar, incluso, su movilidad.
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El cuidado de los pies de los mayores es muy importante para mantener su calidad de vida, es bueno para su salud y les permite prevenir muchas patologías antes de que se puedan agravar y llegar a afectar, incluso, su movilidad.
En relación a este tema se consultó a la podóloga Paola Romina Filippelli, especialista en adultos mayores, quien señaló que "muchos de los problemas en los pies de las personas mayores se producen derivados de otras patologías, como enfermedades osteoarticulares como la artrosis, la obesidad o la diabetes, y en este último caso se suman los problemas de un correcto flujo sanguíneo con la ausencia de sensibilidad".
"Gracias a que pude obtener el título de auxiliar en enfermería, certificado por el Ministerio de Salud, es que pude estudiar la carrera de podología en Buenos Aires a lo largo de un año, junto con la carrera de reflexología, que es una terapia alternativa al dolor y que los alivia según los puntos que se traten", comentó Paola Romina Filippelli, quien agregó que "al tener los títulos de enfermería y reflexología me permite atender a pacientes que tienen diabetes".
"Tenemos que tener especial cuidado con nuestros pies, ya que por lo general la gente no le presta atención y es allí donde descansa todo el cuerpo. Por esa razón, si el pie está enfermo, seguramente se sufrirán consecuencias", afirmó.
Recomendó tratarse los pies: "Los hongos siempre están, las callosidades, uñas encarnadas y sobre todo el pie diabético, ya que yo trabajo mucho con adultos mayores, presté servicio en el Pami, actualmente en el Centro de Jubilados ´Crecer´ ubicado en el barrio San Martín de la ciudad de Palpalá, donde además recibo las consultas de numerosas personas y son las que más necesitan de estos tratamientos, porque en ellas es donde el pie más se deteriora y donde aparecen la onicomicosis y la micosis, y que demandan un tratamiento arduo y complicado. Y que en los mayores se debe hacer un tratamiento exterior a base de crema, ya que los medicamentos son muy fuertes", resaltó.
Señaló que en el caso de los pacientes mayores, por lo general, recurren al dermatólogo en una primera instancia y el los deriva. Es ahí donde se inicia el tratamiento que requiere de una visita cada treinta días.
Finalmente, Filippelli hizo referencia a la necesidad de tener cuidado en la elección del calzado: "En numerosas ocasiones los podólogos nos hemos encontrado con que el calzado que llevan los mayores no es el adecuado y les hemos hecho las oportunas recomendaciones para cambiarlo".