Cuando las dificultades aparecen, la actitud ante la vida lo es todo. Y los jugadores de Jujuy Básquet tienen en claro que la pasión, la responsabilidad y el esfuerzo pueden conectarse entre sí para tener una mejor perspectiva de la vida.
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Cuando las dificultades aparecen, la actitud ante la vida lo es todo. Y los jugadores de Jujuy Básquet tienen en claro que la pasión, la responsabilidad y el esfuerzo pueden conectarse entre sí para tener una mejor perspectiva de la vida.
Así es que basados en que las sillas de ruedas no son obstáculos, sino móviles para tomar impulso y seguir adelante, el grupo de basquetbolistas legitimó el deporte, tomando al balón como aliado, al iniciarse en el juego que no sólo equivale a encestar al aro, sino a ir sumando puntos para no dejarse vencer. Es por eso que, desde lo saludable y recreativo que significa cultivar el espíritu deportivo, el equipo de básquet adaptado de Jujuy une fuerzas y continúa su trabajo en entrenamientos constantes para consagrarse a nivel regional. Todas las energías y la suma de voluntades que están puestas en las prácticas se verán reflejadas en la cuarta y última fecha de la Liga Norteña de básquet en silla de ruedas que en esta ocasión tendrá como anfitrión al team jujeño.
Gracias a este proyecto deportivo -que pertenece a la Asociación de Discapacitados de Jujuy-, el 10 y 11 de diciembre se congregarán seis equipos de esta disciplina para llegar a la gloria. Desde Santiago del Estero, participará el Club Antonio Tagliavini y Club de Básquet Adaptado - Base; dos equipos de Salta, de la Asociación de Deporte Adaptado de Salta - Adas y la Asociación Lisiados de Salta – Alsa y el equipo de básquetbol adaptado de La Rioja, denominado "El Chacho".
"Venimos trabajando con este grupo hace aproximadamente nueve años y es la primera vez que podemos tener un año de competencia. Nosotros entrenamos a full y venimos con todo", aseguró el director técnico de Jujuy Básquet, Gustavo Lemos, que en este último tramo del año estableció un plan de entrenamiento específico para llegar en las mejores condiciones al encuentro decisivo. Animados por un extraordinario impulso de superación, Jair Cortéz y Jonathan Guanuco ven funcionar ese anhelo buscado intuitivamente desde los primeros tiempos, al ser parte de un equipo en gestación. Es que ellos representan a sus compañeros y, además de destacarse a la hora del juego, se distinguen en estrategia y organización.
"Venimos bien como dijo 'el profe', entrenando duro tres veces por semana, tratando de llegar con todas las ganas a la final", contó Jair Cortéz quien reside en Perico. Es que el sacrificio está en cada detalle. Si bien cada integrante tiene sus dificultades, el desafío de cambiar esa suerte está vigente con más fuerza. Los cambios conllevaron a la forma de romper aquello que se interpone para tener fe en el más óptimo de los resultados, en el progreso. "Hay jugadores de selección dentro de la organización, están los árbitros nacionales e internacionales que van a hacer de esta fecha muy competitiva y nosotros venimos de un año muy positivo", aseguró este jugador enfocado en que la entrega sea total en cada instancia. Respaldó este pensamiento, Jonathan Guanuco, quien vive este momento de un modo más responsable y comprometido. Por lo menos, más que en 2014, cuando se inició en las clases recreativas de los sábados, a fin de poder relacionarse con otras personas en la misma situación. "A medida que va pasando el tiempo, veo que vamos sacando ese plus de competir. Uno va madurando y al estar dentro de la Liga Norteña, sentimos el compromiso de seguir creciendo", reflexionó.
Jujuy Básquet es un equipo que nació de la Asociación de Discapacitados de Jujuy. Hoy cumple su rol tangible como entidad que incita a personas con capacidades diferentes a direccionar su vida hacia la actividad recreativa y el deporte inclusivo. "Cuando llegaron 'Jona' y Jair que venían con otra idea; el tema de redes sociales y Youtube nos fueron mostrando que se podía jugar al básquet de otra forma y comenzamos con un recambio generacional", expresó "el profe" Lemos. Así fue como los jugadores se dieron cuenta de que se puede seguir con el básquet en un nivel de competencia. Y, aunque parezca imposible sacarle al deporte el rol social que cumple, ellos saben que como cualquier deportista -más allá de tener alguna discapacidad- tienen el derecho de desarrollarse con espontaneidad en la disciplina que ellos crean conveniente. Hoy celebran esta posibilidad, entrenando para llegar a lo más alto y cerrar un año más que especial.