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Producción agroecológica con valor agregado en Palpalá

No se trata solo de vender, sino enseñar la cultura ancestral del cuidado de la tierra que brinda los alimentos.
Lunes, 28 de noviembre de 2022 00:40

En la Casa campesina del barrio Antártida Argentina de Palpalá, continúan con la producción agroecológica y avanzan con la venta de productos con valor agregado, a través de dulces caseros, maní y pastelería con maracuyá y ancos.

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En la Casa campesina del barrio Antártida Argentina de Palpalá, continúan con la producción agroecológica y avanzan con la venta de productos con valor agregado, a través de dulces caseros, maní y pastelería con maracuyá y ancos.

Los productos se exponen y venden en el centro cívico cada martes en la propuesta de la "Municipalidad en tu barrio" y los feriados largos captando la atención de los turistas en el mirador de León camino a la Quebrada. Marca un precedente sobre lo que produce y avanza la ciudad siderúrgica, desde el sector periurbano, donde más allá de la venta en sí, trabajan en la concientización sobre las ventajas para nuestro organismo el consumir productos sanos y agroecológicos.

Mientras construían las instalaciones de la Casa campesina, los integrantes de la comunidad presentaban hace algunos años la producción del jugo de maracuyá con jugo de naranja y las propiedades de una fruta tropical con cítricos. "Son saludables, refrescantes, ricos y amigables con nuestro cuerpo", señalaba Rosa Gutiérrez y agregaba que "tienen propiedades medicinales y los producimos con semillas, los que lograron cultiva en Palpalá.

Los inconfundibles frutos tropicales y la forma de prepararlos fueron expuestos hace años por esta comunidad junto al tomate chilto. Hoy decidiendo avanzar, tomaron la decisión de buscar el valor agregado y no solo la venta de los frutos de la tierra.

"Hoy con semillas propias y comprando otras a productores hermanos que trabajan bajo la misma consigna de la producción agroecológica y con la casa prácticamente terminada, nosotras las mujeres campesinas que amamos nuestra tierra nos formamos para poder ofrecer un producto saludable, amigable con el medio ambiente", señalaron.

HORNO DE BARRO | SE UTILIZA PARA LA COCCIÓN DE LOS PRODUCTOS QUE SON SUSTENTABLES

Las productoras le mostraron a El Tribuno de Jujuy cómo preparan los dulces caseros, sin aditivos ni conservantes. "Todo es saludable y hemos tomado los cursos de seguridad e higiene, manipulación de alimentos con los cuidados bromatológicos y el respaldo de Mónica Serra, del Inta, cumpliendo con todos los requerimientos incluido el etiquetado para insertar su venta al público", señaló Rosa Gutiérrez, de la comunidad Tusca Pacha en la ciudad siderúrgica, ubicada en el barrio Antártida Argentina.

"Cada proceso es un avance, hace años se hicieron los ensayos para poder cultivar productos tropicales y lograr hoy contar con un banco de semillas" que guardan y capacitan en la toma de conciencia del cuidado del medio ambiente, explicaron mientras trabajaban en la elaboración de dulces caseros.

Producen dulces caseros de frutilla con la producción de El Pongo, de cayote -el que cocinan con leña-, de uva Monterrico, anco, maracuyá con naranja, bizcochos de maracuyá y anco de producción propia.

"Dulces de frutilla de la cooperación de nuestros hermanos de El Pongo" donde también producen de manera agroecológica. Los cayotes los hacemos a leña", señalaron. La producción de dulce casero de tomate chilto la logran con la producción de León, "les compramos a nuestros hermanos y le damos valor agregado desde la Casa campesina", explicaron.

El dulce de membrillo lo preparan con la compra de la materia prima de productores del norte, "siempre y cuando mantengan la producción agroecológica", dijeron.

Recientemente fueron invitadas a un nodo que presentó la Facultad de Ciencias Agrarias de la Unju, donde llevaron su producción y explicaron su trabajo.

Producción de maní

MANÍ COSECHADO EN PALPALÁ

“Tuvimos una gran cosecha de maní y trabajamos en el proceso de cosecha, separación por tamaño y el momento de hornear como lo hacían nuestros ancestros, recuperando y escribiendo y documentando lo que los ancianos tienen para contarnos, no queremos que años de saberes se pierdan”; dijo Rosa Gutiérrez. “El maní es cosechado, separado y horneado para su venta”, agregó. Durante los primeros días de noviembre, vendieron la tradicional chicha de maní y maíz, la respuesta fue satisfactoria, por lo que esperan poder lograr una mayor cosecha para vender en botellas, tarea que enfrentan ahora como desafío, si logran contar con el agua que tanto ansían. “Lo que hacemos lo emprendemos con un gran espíritu de lucha y constancia, defendiendo nuestros territorios y nuestra cultura”, dijo al concluir.