Mauricio Capera y Lina Suárez, son dos viajeros colombianos que desde enero de 2021 recorren Latinoamérica en bicicleta y durante su paso por nuestra ciudad hablaron con el ciclo online “El Matutino” de El Tribuno de Jujuy y brindaron detalles de su insólita travesía.
inicia sesión o regístrate.
Mauricio Capera y Lina Suárez, son dos viajeros colombianos que desde enero de 2021 recorren Latinoamérica en bicicleta y durante su paso por nuestra ciudad hablaron con el ciclo online “El Matutino” de El Tribuno de Jujuy y brindaron detalles de su insólita travesía.
De esta manera Capera en primer término se refirió a sus motivaciones para emprender esta aventura. “Queríamos conocer realmente a nuestros países hermanos y decidimos tomar nuestras cosas, montarlas sobre la bici y partir. ´Vamos a dar una vuelta` y le dije a Lina y pues acá estamos en Argentina conociendo toda la cultura”, indicó comentando que dejaron en pausa su respectivas carreras. “Yo tengo mi empresa de electricidad y mecánica y Lina su propio negocio pero decidimos hacer un alto y salir a conocer un poco el mundo”, reveló.
Luego el biciviajero relató que partieron del país cafetero a comienzos del año pasado y que aún no decidieron cuándo concluirá el recorrido. “A veces hacemos 100 o 150 kilómetros en un día, a veces solo 20 kilómetros, todo depende del clima, del estado del camino, de la ruta, del asfalto, del viento, de muchas cosas, entonces es difícil para uno pronosticar cuando concluirá el viaje o cuál será nuestro último destino”, dijo.
Del mismo modo declaró que el ciclismo es un deporte que ambos adoran. “La bici es nuestro hobby, que es un deporte que nos apasiona, nos gusta mucho”, aseveró. Y luego detalló cómo equiparon la bicicleta para el singular periplo que aún parece no tener fin. “Algo que no puede faltar bajo ninguna circunstancia es el agua suficiente porque hay recorridos demasiado largos donde no encontramos a nadie y no nos podemos abastecer. Y la segunda cosa importante es la música porque hay lugares donde la moral baja por el clima o las circunstancias y la buena música nos ayuda a continuar. Después cargamos elementos de aseo y mercadería y utensilios para cocinar algo en medio de la nada. Dispositivos para cargar nuestro GPS y abrigo, ropa y elementos para descansar como nuestra carpa”, explicó. Y resaltó que distribuyen en peso entre las dos bicicletas. “Solo el vehículo pesa 11 kilogramos sumándoles todo el equipaje pesa entre 50 y 55 kilogramos”, indicó.
Seguidamente afirmaron que se trata de una experiencia muy gratificante y que los llena de satisfacciones. “Es un recorrido bastante enriquecedor realmente, uno puede aprender muchísimas cosas y que no se encuentran Internet… desde cómo cambian las palabras de un lugar a otro para referirse a la misma cosa, a ver vivir la cultura y sentir los paisajes, el aroma de cada lugar, olores que no sentiste en ningún lado. Hay que decir que estar sobre la bicicleta genera una sensación de libertad indescriptible”, aseveró.
Y le recomendó a todos simplemente, “tomar la decisión y salir”. “Yo llevaba planeando este viaje con unos amigos desde hace 6 años y siempre faltaba algo, hasta que dejamos de lado las excusas y salimos al ruedo”, concluyó.