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En Bahréin el Papa pidió mejores derechos para mujeres y trabajadores

Mensaje a la monarquía islámica sunita que gobierna el país y a la comunidad internacional. Reafirmó pedidos contra la pena de muerte, por el cuidado del ambiente y rechazo a extremismos

Viernes, 04 de noviembre de 2022 01:01

El papa Francisco pidió ayer que en los países del Golfo Pérsico se otorguen "derechos y condiciones justas y cada vez mejores" para los trabajadores, migrantes y mujeres de la región, al iniciar en una visita de cuatro días a Bahréin que se centrará en el diálogo con el Islam y reclamos de paz.

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El papa Francisco pidió ayer que en los países del Golfo Pérsico se otorguen "derechos y condiciones justas y cada vez mejores" para los trabajadores, migrantes y mujeres de la región, al iniciar en una visita de cuatro días a Bahréin que se centrará en el diálogo con el Islam y reclamos de paz.

En un discurso dirigido tanto a la monarquía islámica sunita que gobierna el país como a la comunidad internacional y a los gobiernos de la región, el Papa reafirmó además sus pedidos contra la pena de muerte, por el cuidado del ambiente y el rechazo a "populismos, extremismos e imperialismos".

Al hablar ante autoridades del país árabe en el Palacio Real de Sakhir, el Papa pidió que haya "en toda la región, derechos y condiciones justas y cada vez mejores para los trabajadores, las mujeres y los jóvenes, garantizando al mismo tiempo respeto y atención para los que sufren mayor marginación en la sociedad, como los que han emigrado y los presos".

Para Francisco, "el desarrollo verdadero, humano e integral se mide sobre todo por la atención hacia ellos".

A partir de la reforma constitucional de 2002, Bahréin introdujo el voto femenino y ratificó su posición como uno de los países con mayores derechos hacia las mujeres, tras haber sido en 1928 la primera nación del Golfo Pérsico que les permitió estudiar.

La referencia a los trabajadores, en tanto, se da mientras decenas de instituciones buscan boicotear el Mundial de Fútbol que se hará a fines de mes en la vecina Qatar por las denuncias de muertes de personas mientras construían los estadios, lo que llevó a Amnistía Internacional (AI) a denominarlo "La Copa Mundial de la vergüenza".

"En ese sentido, Bahréin cuenta con valiosas adquisiciones. Pienso, por ejemplo, en la primera escuela femenina que surgió en el Golfo y en la abolición de la esclavitud", destacó el pontífice antes de desear que esas políticas sean "un faro" para una mayor apertura en la región.

Francisco llegó ayer a Bahréin desde Roma para una visita de cuatro días, centrada en su participación en un foro interreligioso, en reuniones con autoridades musulmanas y en encuentros con la pequeña comunidad católica local. "En estas islas se ve una sociedad heterogénea, multiétnica y multirreligiosa, capaz de superar el peligro del asilamiento", planteó el Papa en ese marco.

Sin embargo, lamentó que a nivel mundial "por el contrario, asistimos con preocupación al crecimiento, a gran escala, de la indiferencia y de la sospecha recíproca, a la expansión de rivalidades y contraposiciones que se pensaban superadas, a populismos, extremismos e imperialismos que ponen en peligro la seguridad de todos".

En su cuarto viaje internacional de 2022, y a un mes y medio de cumplir 86 años el 17 de diciembre, el pontífice aseguró que "no obstante el progreso y tantas conquistas civiles y científicas, la distancia cultural entre las diversas partes del mundo aumenta, y a las beneficiosas oportunidades de encuentro se anteponen feroces actitudes de enfrentamiento".

"Estoy aquí, en la tierra del árbol de la vida, como sembrador de paz, para vivir días de encuentro, para participar en un foro de diálogo entre Oriente y Occidente por la convivencia humana pacífica", agregó el Papa antes de pedir "que la libertad religiosa sea plena y no se limite a la libertad de culto". Al iniciar una visita que había sido objetada por grupos de derechos humanos críticos con el trato que la monarquía sunita de Bahréin da a la mayoría chiita del país, el Papa reclamó "que la misma dignidad y la igualdad de oportunidades sean reconocidas concretamente a cada grupo y a cada persona".