No necesitamos ser exactamente iguales para ganar la unión, pues la Gloria de Dios se expresa por la armonía de la variedad. Ahora veo un escenario de incomparable belleza, miro montañas, hay mar, hay campos, hay árboles, un cielo azul único y extenso; me rodean flores y plantas que amo a mis pies, de pronto una avecita blanca acaba de cruzar un banco de nubes negras que vienen del sur, era una experiencia, de variedad de una tarde de sol mientras descendía de la montaña. De pronto una tormenta eléctrica oscureció el día y todo quedó repentinamente en tiniebla, apenas podía ver el estrecho sendero por donde caminaba. En ese momento me refugié en un lugar y vino a mi mente el recuerdo de mi abuelo Alberto Galli que describía un cuadro famoso tan antiguo como él pero particular, sabio en su contenido, pues en medio de una tormenta así un pájaro, refugiado en una roca alta cantaba y se lo podía ver por relámpagos de luz, no rayos, captados por el pincel del artista yo podía desde el refugio casi en tinieblas a través de un cielo que resplandecía por todos lados ver el paisaje con luz como brotando en medio de la oscuridad. Pensé cómo en nosotros y con nosotros está uno que viene a transformar los senderos comunes de la vida en pensamientos resplandecientes, iluminados por la luz de la gloria de Dios, a aclarar la visión del alma y a revelar la grandeza de la salvación que tenemos en Cristo.
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No necesitamos ser exactamente iguales para ganar la unión, pues la Gloria de Dios se expresa por la armonía de la variedad. Ahora veo un escenario de incomparable belleza, miro montañas, hay mar, hay campos, hay árboles, un cielo azul único y extenso; me rodean flores y plantas que amo a mis pies, de pronto una avecita blanca acaba de cruzar un banco de nubes negras que vienen del sur, era una experiencia, de variedad de una tarde de sol mientras descendía de la montaña. De pronto una tormenta eléctrica oscureció el día y todo quedó repentinamente en tiniebla, apenas podía ver el estrecho sendero por donde caminaba. En ese momento me refugié en un lugar y vino a mi mente el recuerdo de mi abuelo Alberto Galli que describía un cuadro famoso tan antiguo como él pero particular, sabio en su contenido, pues en medio de una tormenta así un pájaro, refugiado en una roca alta cantaba y se lo podía ver por relámpagos de luz, no rayos, captados por el pincel del artista yo podía desde el refugio casi en tinieblas a través de un cielo que resplandecía por todos lados ver el paisaje con luz como brotando en medio de la oscuridad. Pensé cómo en nosotros y con nosotros está uno que viene a transformar los senderos comunes de la vida en pensamientos resplandecientes, iluminados por la luz de la gloria de Dios, a aclarar la visión del alma y a revelar la grandeza de la salvación que tenemos en Cristo.
El salón de la iglesia estaba lleno de hermanos evangélicos de diferentes grupos. Para ese encuentro llegó invitado el señor intendente de San Salvador de Jujuy, Raúl Jorge y una pequeña comitiva, solicitando de él unas palabras las que llegaron en forma sentida a las iglesias pues certificaba que solo hay un Cristo como único mediador de amor entre Dios y los hombres y que deseaba que fuera esta la meta de todos los pueblos. La congregación cantaba con fervor un himno de abrigo al corazón.
En el monte Calvario estaba una cruz, emblema de afrenta y dolor. Más yo amo a Jesús que murió en la cruz, por salvar al más vil pecador.
Gloriaréme solo en la cruz/ en sus triunfos mi gozo será/ y en el día de eterna salud/ mi corona Jesús me dará.
Y aunque el mundo desprecie la cruz de Jesús, para mi tiene suma atracción.
Pues en ella llevo el cordero de Dios de mi alma la condenación
En la cruz de Jesús do su sangre vertió hermosura contemplo sin par.
Pues en ella triunfante a la muerte venció y mi ser puede santificar.
Yo quisiera seguir en pos de Jesús y su menosprecio llevar y algún día feliz con los santos en luz en la gloria con Él he de estar.
íQué variedad! examinada más de cerca la variedad se multiplica infinitamente. Cada cosa se mezcla con la otra. Nada está fuera de lugar. Todo contribuye a dar una potencia y hermosura completa y acabada. Así es en la esfera de la vida humana. La gloria de la humanidad nace en la gloria de los individuos, cada uno de los cuales hace una contribución distinta.
De esta manera nos necesitamos unos a otros. Soy la organista en mi iglesia y se cómo se necesita cada nota para expresar plenamente las nobles armonías. Se necesita cada instrumento en la orquesta, pues de otro modo la música sería incompleta e imperfecta. Dios no ha dotado dos almas de la misma manera, y cada alma es necesaria para ejecutar la música del pueblo de Dios.
Es necesario esta unión con gozo y que comience abriendo las páginas de la Biblia para conocerlas, predicarlas y enseñarlas con una nueva unción ("un vino nuevo"), para así levantar una nueva comunidad de fe ("un odre nuevo") esta comunidad ungida es la que debe proclamar el evangelio con fidelidad hasta que "toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" Filipenses 2:11.
(*) Iglesia Cristiana Evangélica Calle Salta 950.