Facundo Mota es goleador de Los Linces, presidente de la Federación Argentina de Deportes para Ciegos y, desde hace un mes, vicepresidente del Comité Paralímpico Argentino. Es decir, un hombre activo que siempre va por más y el deporte ocupa gran parte de sus días.
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Facundo Mota es goleador de Los Linces, presidente de la Federación Argentina de Deportes para Ciegos y, desde hace un mes, vicepresidente del Comité Paralímpico Argentino. Es decir, un hombre activo que siempre va por más y el deporte ocupa gran parte de sus días.
Y como jujeño es fanático de la Selección Nacional, pero él mira los partidos con el corazón, no con los ojos. Sufre más que todos y disfruta el doble también cuando hay que festejar.
El martes se sentó frente a su radio y a su celular. Facundo aceptó una fotografía para El Tribuno de Jujuy y después nos contó su experiencia sobre el 3 a 0 de Argentina ante Croacia, que implicó el pase a la gran final de Qatar 2022.
"Lo viví al partido de una manera muy especial. Es que siempre me gusta disfrutarlo solo. Esta vez, puse en el celular la transmisión de la TV y escuché la radio para tener dos perspectivas, dos relatos diferentes y hacer poder hacer un análisis, no quedándome con una sola mirada de un grupo periodístico", explicó.
Remarcó que no se trata de una cábala en sí, sino que al estar solo puede concentrarse al máximo, escuchar ambos relatos y "así podría decirse que es la manera que tengo de ver el encuentro".
El joven dirigente también indicó que las transmisiones por televisión se pueden escuchar inclusive a los jugadores dentro del campo, el silbato del árbitro, los gritos del público y en los goles, por ejemplo en el penal del Messi, se escucha cómo se infla la red. "Entonces, me doy cuenta de la potencia que tuvo el disparo sin necesidad de que nadie detalle. Se pueden apreciar a través del oído algunas cuestiones que con la vista no se tiene en cuenta o quizá yo, al no poder ver, vivo de otra manera estas circunstancias y me hago el gráfico mental", sostuvo.
Asimismo, se definió como "un apasionado del fútbol", deporte que entiende y que él gusta analizar las formaciones. "Así me imagino los esquemas que están utilizando cada equipo y en qué lugar de la cancha se están desarrollando las acciones. Son características que cuestan describir, pero puedo asegurar que se vive de una forma muy pasional", declaró.
Mota reconoció que le gusta el fútbol local -muchas veces se lo pudo observar en "La Tablada" presente en los partidos liguistas-, que ama a Gimnasia y Esgrima de Jujuy y que le apasiona jugar el fútbol para ciegos.
"Entonces, imaginate lo que es para mí vivir un Mundial. Sufrimos con el debut, pero después se encaminaron las cosas hasta llegar a enfrentar a Croacia. Fue una semifinal que pudimos disfrutar y no sufrir. Fue pasarla bien en todo momento. El penal de Messi, los goles de Julián Álvarez y la victoria. Te juro que percibí la corrida de Julián como si la estuviese mirando en vivo", precisó.
Por último, el delantero del equipo jujeño Los Linces afirmó que fue muy emocionante y que se ilusiona con ganar la Copa del Mundo el próximo domingo, atendiendo a que la "scaloneta" demostró que está en condiciones de volver a dar la vuelta olímpica, como sucedió hace un año y medio en el Maracaná.
Todos a Ciudad Cultural
Nuevamente la pantalla gigante montada en la Ciudad Cultural por parte del Ministerio de Cultura y Turismo de Jujuy fue cábala oficial para cientos de jujeños que se acercaron hasta el lugar.
"Esto es una fiesta para todo el pueblo argentino, no me olvido más. Realmente merecemos estar en la final de la Copa del Mundo", dijo Gustavo, uno de los hinchas presentes en el predio después que el equipo de Lionel Scaloni venciera tres a cero a Croacia.
La cartera oficial adelantó que la final, a diputarse el próximo domingo, también podrá seguirse, como hasta ahora, desde la pantalla gigante instalada en el mismo lugar, siendo la entrada libre y gratuita.
Los simpatizantes de la "albiceleste" volverán a decir presente en gran número. Se viene la esperada gran final ante Francia y los corazones de todos, otra vez, palpitarán más rápido que nunca soñando con la vuelta olímpica que se nos niega desde 1986.