En territorio jujeño durante el 2014 se encontró el primer nido de Águila Poma o Spizaetus Isidori -a la que también apodaron Águila Inca para dar idea del territorio donde habita- dentro del proyecto internacional de Investigación, Conservación y Restauración de la Especie con respaldo de Condesan.
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En territorio jujeño durante el 2014 se encontró el primer nido de Águila Poma o Spizaetus Isidori -a la que también apodaron Águila Inca para dar idea del territorio donde habita- dentro del proyecto internacional de Investigación, Conservación y Restauración de la Especie con respaldo de Condesan.
Por eso si bien se la encuentra en las Yungas, desde Catamarca hasta la frontera de Salta con Bolivia, el corazón de la iniciativa se localiza en esta provincia. Al tratarse de una especie en peligro de extinción para los investigadores es fundamental que la comunidad la conozca y colabore en la protección.
Con el objetivo de divulgar los trabajos que se realizan brindaron un conversatorio en el Centro Cultural "Héctor Tizón" Juan Manuel Grande, investigador del Conicet y profesor en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Pampa y el investigador colombiano Santiago Zuluaga Castañeda.
El nido hallado en Jujuy empezó a ser monitoreado y en el 2016 marcaron un pichón con un transmisor que registraba las posiciones GPS del ave y las transmitía por celular de allí surgió -por primera vez- información sobre los lugares por donde se mueven los juveniles de la especie. En el 2017 se repitió con otro pichón y al año siguiente se consiguió marcar a uno de los adultos.
Lamentablemente los dispositivos ya no están en funcionamiento, el del adulto dejó de funcionar este año, en tanto que a uno de los pichones lo mataron y el otro desapareció, presumiéndose que también corrió ese fin porque es raro que dejen de funcionar de repente. "Los juveniles se movieron por áreas cercanas a las 100 mil hectáreas en el primer año de dispersión y el que vivió más tiempo -que fueron 2 años y 6 meses- se movió por una superficie de 200 mil hectáreas, para entender mejor nació cerca de San Salvador de Jujuy y se fue casi hasta Calilegua por el Norte y hasta la Reserva Las Lancitas del lado de Salta por el Sur o sea que se mueven por áreas muy extensas", indicó Grande.
Y destacó que es importante contar con este dato, desde el punto de vista de la conservación, porque no es suficiente solo un área protegida. "No hay un área protegida tan grande que incluya todas las zonas por las que se mueven", expresó el especialista pampeano.
Se trata de una de las especies de aves que hay en Argentina que está en peligro de extinción a nivel global. "Ha sufrido mucha reducción de hábitat por la deforestación y por otro lado se la persigue porque en algunos lugares caza gallinas. Esas dos causas hacen que se considere que tiene un tamaño poblacional chico", dijo.
En cuanto al mensaje que se desea transmitir a la población Grande resaltó que "el águila es el depredador tope de la selva de las Yungas, es el principal depredador aéreo y para tener un ecosistema sano y que la gente pueda mantener la forma de vida que ha tenido hasta ahora, hace falta mantener los ecosistemas enteros".
De allí que insten a propietarios que se vean damnificados por la especie a contactarse con investigadores y funcionarios ambientales para encontrar soluciones que eviten persecuciones y muertes.
Por otra parte, el Águila Poma es muy codiciada por los avistadores de aves y suele tener costumbres bastante fijas. Esto surgió también de los estudios y permitiría articular para hacer un manejo sustentable del turismo, que el turismo no invada el espacio del águila pero que sí haya posibilidad de que los turistas disfruten de la especie.