ABIGAIL TERAN
inicia sesión o regístrate.
ABIGAIL TERAN
La crisis económica, uno de los temas de conversación más recurrentes del año y de los últimos años. Es que resulta imposible no escuchar a donde sea que uno vaya la preocupación por lo caro que está todo, los constantes aumentos de precios y la pérdida de capacidad de compra de los salarios.
Lejos de alcanzar las metas inflacionarias, la provincia acumuló una inflación en once meses de 78,4%. Vale aclarar que no se analiza hasta diciembre dado que dicho dato será publicado recién en enero de 2023.
Sin embargo, esta variación acumulada quedó significativamente por debajo de la nacional que es de 85,3%, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Se trata de una diferencia de 6,9%.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide la inflación de forma mensual en la provincia tuvo su principal salto en el mes de marzo cuando aumentó respecto a febrero un 9,6% impulsado fuertemente por el rubro enseñanza que registró un encarecimiento de 20,9%, el segundo más alto del año.
Mientras que la menor variación se dio de inmediato en el mes de abril, período en el que una vez terminado todo el movimiento por el inicio de las clases, la inflación marcó una suba de 5,3%, es decir poco más de cuatro puntos de diferencia.
En el transcurso del año, la inflación se vio impulsada principalmente por rubros específicos, en primer lugar Vivienda, combustible y electricidad y luego por Esparcimiento. Y a juzgar por los hechos, esto no sorprende.
El año 2023 estuvo marcado por subas en el precio de los combustibles una vez finalizado el tiempo de congelamiento dispuesto por Nación. La constante actualización de los cuadros tarifarios de los servicios de luz, agua y gas también tuvo una fuerte incidencia en el IPC pese a los subsidios a los que se pudo acceder. Es que muchos renunciaron a ellos al enterarse de que ser beneficiarios no les permitiría comprar dólares a precio oficial.
Durante los períodos de receso escolar, el Esparcimiento tomó la delantera, estamos hablando de enero, febrero, julio y septiembre por los festejos de la Fiesta Nacional de los Estudiantes.
Por último y no por ello menos importante, los precios de la Canasta Básica Total (CBT) que mide pobreza y de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide indigencia fueron indicadores que dieron mucho que hablar. Con una incremento acumulado de 77,3%, una familia jujeña de cuatro integrantes necesitó en noviembre $131.410,25 para no ser pobre. Y con una suba en once meses de 77,5%, requirió $62.215,87 para no ser indigente.