La música invade todo el lugar, y al ingresar a una sala de rehabilitación en la sede central de Appace están ellas, sentadas sobre una mesa de terapia, cantando a viva voz y desplegando su mejor sonrisa. Son Adriana Fernández y Paola Tolaba, dos mujeres fuertes que saben que la vida es lucha, pero también fortaleza y dedicación, y ninguna de las dos tiene pensado bajar los brazos.
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La música invade todo el lugar, y al ingresar a una sala de rehabilitación en la sede central de Appace están ellas, sentadas sobre una mesa de terapia, cantando a viva voz y desplegando su mejor sonrisa. Son Adriana Fernández y Paola Tolaba, dos mujeres fuertes que saben que la vida es lucha, pero también fortaleza y dedicación, y ninguna de las dos tiene pensado bajar los brazos.
Tras una breve pausa en la que El Tribuno de Jujuy fue privilegiado espectador, este matutino dialogó con estás chicas cargadas de fe, optimismo, esperanza, sueños y proyectos. Adriana llega desde Palpalá y Paola desde San Antonio, ambas tienen un niño y una maravillosa familia que las respalda y apoya en todo.
PAOLA TOLABA | EL CANTO, UNA TERAPIA PARA SU REHABILITACIÓN
Adriana comentó que "desde hace once años que vengo a Appace y mi diagnóstico es una parálisis infantil que me detectaron a los dos años y que recién a los 30 comencé con molestias y dolores que me trajeron a este lugar para realizar un tratamiento que me permite continuar con mi vida, una vida que fue siempre normal para mí, ya que la primaria la hice en la ´Víctor Mercante´, la secundaria en el Colegio Nacional, ambas de Palpalá, y luego a la Facultad de Ingeniería donde cursaba la carrera de Ingeniería química, donde solo me faltan 5 materias y la tesis para terminar".
Paola indicó que "estoy aquí como consecuencia de un aneurisma cerebral en la parte derecha, después de estar en coma un mes comencé con la rehabilitación en Appace, y este episodio ocurrió hace cuatro meses, no puedo caminar bien y tengo mucho dolor de cabeza aún, me cuesta mucho manejar de la cintura para abajo, y yo canto desde que tengo catorce años y se llamaba Grupo Amistad y hacíamos folclore tradicional".
ADRIANA FERNÁNDEZ Y SU GRUPO | EL CANTO, UNA PASIÓN EN EL ALMA.
Paola aclaró que "antes de que me pase esto, salía a cantar a distintos lugares, estudiaba en el Populorum el Profesorado de Educación Especial, trabajaba en la Municipalidad de San Antonio y tengo un hijo de diez años que se llama Máximo Fernando y vivo con mis padres".
Adriana contó que está casada con Gustavo Llanez, que es ingeniero industrial, y tiene un hijo de 10 años y se llama Lázaro Joaquín. "Yo incursioné en la música a través de los ministerios de música, soy profesora de música que no ejercí porque me dediqué a la facultad, pero fue en la iglesia donde me conecté con distintos chicos que también hacían música y me dediqué al folclore y de ahí que nació el sueño de hacer con los amigos primero y conformamos el grupo folclórico Los Alisos, era la vocalista del grupo y única mujer y fue allí donde conocí a mi actual marido, que es músico, nos enganchamos en el camino, en lo religioso pertenezco a la iglesia Espíritu Santo".
PAOLA Y ADRIANA | PARTICIPAN DEL PROYECTO “BAILA Y SIENTE” DE APPACE.
"Hoy pertenezco al grupo ´Takin ahuarni´ y hacemos folclore local, nacional y latinoamericano y somos un grupo vocal compuesto por tres chicas conformado por Daniela Fernández, Tatiana Ustarez y yo y nuestros músicos son en batería Nahuel Dávila, en bajo Lucas y en guitarra Pablo Morales, en vientos Augusto Ustarez, Leo Villatarco y Gustavo Llanez, mi marido", acotó.
"Concurrir a Appace nos brinda calidad de vida", afirmó Adriana, señalando además que la prioridad es su hijo, a quien le brinda todo su tiempo y el cantar se constituye en un cable a tierra que le permite afrontar la vida con muchos sueños y esperanza, además de tener que rendir las materias que le quedan.
Paola sueña con poder regresar a estudiar y poder seguir cantando, agradece que sus cuerdas vocales no se vieran afectadas ya que le realizaron una traqueotomía.