La segunda audiencia del juicio que se le sigue al exagente policial Carlos Esteban Rubelt, por el crimen del joven carmense Jairo Salcedo, empieza a direccionarse en cuanto a las estrategias que tiene la defensa del imputado, que hasta el momento no han podido sacarlo de la escena.
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La segunda audiencia del juicio que se le sigue al exagente policial Carlos Esteban Rubelt, por el crimen del joven carmense Jairo Salcedo, empieza a direccionarse en cuanto a las estrategias que tiene la defensa del imputado, que hasta el momento no han podido sacarlo de la escena.
En la jornada de ayer, declararon ocho testigos entre ellos la madre del joven Jairo Salcedo, quien rompió en llanto en varios momentos de su testimonio y ante esto el único imputado en la causa, hizo muecas como si se compadeciera del triste cuadro y tras varios intentos fallidos de llorar, permaneció con la cabeza gacha y los brazos cruzados entre sí, mientras movía sus piernas de forma intermitente.
Además prestó declaración testimonial el ingeniero en sistemas Marcos Felipe Tulia Molina, quien aportó datos fundamentales para el curso de la investigación.
De allí se desprendió que el agente Rubelt había tenido acceso a la notebook de la Brigada de El Carmen y sus teléfonos celulares tuvieron vínculo con el teléfono celular de Jairo Salcedo.
Hay que recordar que el 20 de abril del 2017, Salcedo recibió por segunda vez el llamado de un efectivo policial interesado en comprarle el vehículo, Rubelt "tenía un par de dudas sobre el estado del automóvil" y quedaron nuevamente en verse en inmediaciones de la terminal de la ciudad de El Carmen.
Lo que se fue desprendiendo del expediente judicial, es que el exagente Esteban Rubelt era chofer de uno de los móviles de la Brigada de Investigaciones, no tenía participación en ninguno de los procedimientos, pero sí ingresaba de forma continua a las redes sociales como Facebook, con el seudónimo de "Seba Smith" a los grupos de compra venta.
Carlos Esteban Rubelt se mostró muy activo en las dos primeras audiencias, compartió lectura de las copias de los expedientes con sus abogados, pero cuando declararon los expertos en informática, cambió su semblante y se puso muy nervioso.
La defensa representada por los letrados Alberto Bellido, Carlos Antenor Vaca y Marcelo Daniel Calvó fue insistente en tratar de plantear la posibilidad de que la computadora y el teléfono de Rubelt, la podía usar cualquier otro efectivo de la Brigada, pero las activaciones de las celdas de celulares que usaba Rubelt, lo ubican en El Carmen, en Los Alisos y en el barrio Alto Comedero de la capital jujeña, junto al celular de Jairo Salcedo.
La semana que viene continuarán la recepción de pruebas testimoniales y varios efectivos que no asistieron las primeras audiencias serán traídos con el auxilio de la fuerza pública.