Juan Carlos Huanca es un vecino que se ha constituido en el gran referente del barrio La Isla, que está pegado al barrio San Martín en la capital jujeña y ocupa tres hectáreas y media colindando con la antigua usina y a minutos del centro. En diálogo con El Tribuno de Jujuy, manifestó su preocupación por lo que sucede en ese sector.
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Juan Carlos Huanca es un vecino que se ha constituido en el gran referente del barrio La Isla, que está pegado al barrio San Martín en la capital jujeña y ocupa tres hectáreas y media colindando con la antigua usina y a minutos del centro. En diálogo con El Tribuno de Jujuy, manifestó su preocupación por lo que sucede en ese sector.
El referente vecinal tiene su terreno colindante con los terrenos de Agua y Energía y a metros de la Planta de Verificación Automotor de la Policía sobre la calle prolongación 1º de Mayo donde recibió al equipo periodístico del diario.
"De manera permanente somos intimados por la justicia que nos quiere desalojar debido a que, de manera constante, se asienta gente en este lugar", sostuvo el vecino quien estuvo a cargo del centro vecinal de ese barrio durante doce años y donde reside desde los cinco años de edad, recordando que "me crie desde los cinco años en este lugar y tengo constancia y cuento con toda la documentación al igual que los 64 vecinos que hace años fuimos censados por el Estado a través de la Dirección de Inmuebles que nos habilita a ocupar estas tierras fiscales", indicó.
En su relato, muy molesto, Juan Carlos Huanuco afirma que "hace alrededor de unos 17 años en mi condición de presidente del centro vecinal viajé a Buenos Aires y ello posibilitó que se dicte la Ley Nº 5.555 que nos otorgaba la tenencia y propiedad de estos terrenos fiscales, la orden de expropiación y hasta el momento no logramos que los mismos se escrituren".
Consultado si se han realizado los trámites correspondientes en los organismos que tienen a su cargo los temas relacionados con la urbanización, Huanuco afirmó que "desde hace años vienen haciendo reuniones, hablan pero todo poco serio" remarca, a la vez que agrega que "aquí vino un ministro que hizo construir en un espacio verde del lugar unas casas de manera provisoria y esa gente no solo que vive de manera definitiva en el lugar sino que además muchos de ellos se apropiaron de terrenos que no les corresponden y lo usan de cochera".
"Justo hace dos días vinieron a medir y no dicen nada y si uno les pregunta, te contestan 'nos mandan del Ministerio', pero nadie tiene una respuesta concreta, parece mentira que después de vivir en este lugar más de sesenta años no podamos contar con las escrituras del lugar, cuando nosotros como los originarios vecinos de este lugar vemos que les solucionan el tema de los terrenos en otros barrios y nosotros todavía no podemos encontrar una solución", reclamó.
El vecinalista comentó que actualmente en el lugar hay 194 familias que "están asentadas no solo de manera irregular sino que se apropiaron de los terrenos sin que se pueda realizar una urbanización del sector como corresponde", acotando que "parece mentira que en el mismo lugar donde el Gobierno colocó un cartel que habla que 'la venta y/o transferencia de lotes fiscales constituye un delito', se comercializaron los terrenos de ese lugar".
Defensa del río Grande
En relación a la defensa que delimita el barrio con la playa del río Grande, el entrevistado sostuvo que "lamentablemente cada año se deteriora más porque no hay mantenimiento y lo peor de todo es que no se realizan las obras correspondientes", indicando Juan Carlos Huanuco que "se tiene que reforzar porque está toda destruida, tiene rajaduras y la hace muy peligrosa".
También denunció que "este lugar se ha quedado sin los trabajos que realizaba antiguamente la Dirección de Hidráulica en el río Grande, porque la empresa que puso el gasoducto no permite que ese organismo encause el río por el medio del lecho ya que afirman que ponen en peligro los caños que podrían quedar al descubierto y eso motivó que el agua "peche" para el lado de La Isla y la defensa se encuentre totalmente socavada y en pésimas condiciones, da la sensación de que todo se hace de gusto para que un día el agua ingrese a este lugar y nos lleve a todos", remarcó indignado por la situación.
Durante una breve recorrida por los intrincados pasillos en que ha quedado constituido el barrio donde no existe más que una calle transversal, las malezas y el agua servida se constituyen en un peligro para la salud de los habitantes de ese sector ubicado a metros del centro de la ciudad de San Salvador de Jujuy.