Una mujer denunció haber sido víctima de un robo de identidad por parte de otra mujer que le dijo ser empleada de una repartición pública dedicada a la adjudicación de lotes fiscales y viviendas sociales, quien le pidió una elevada suma de dinero para acceder a una casa del estado.
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Una mujer denunció haber sido víctima de un robo de identidad por parte de otra mujer que le dijo ser empleada de una repartición pública dedicada a la adjudicación de lotes fiscales y viviendas sociales, quien le pidió una elevada suma de dinero para acceder a una casa del estado.
Tras conseguir otros datos esenciales, solicitó la acusada, presuntamente junto a otras personas, préstamos y tarjetas de crédito con las cuales habría realizado varias compras.
La damnificada, luego de constatar las operaciones crediticias y comerciales que se realizaron en su nombre, certificadas durante la semana pasada, realizó la denuncia en la seccional 6º del barrio San Pedrito, cercana a la dependencia donde trabajaría esta mujer.
La historia para esta vecina jujeña comenzó a mediados de abril del año pasado, cuando conoció a una mujer quien le dijo que podía hacerle dar una vivienda del Ivuj, ya que le explicó que trabajaba en la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda ubicada en avenida Almirante Brown. "En la primera reunión que tengo con ella, me dice que pide $50.000 para acelerar los trámites de viviendas. Entonces le di $100.000, porque quería una para mi hija también. Entre marzo y abril del año pasado, yo le doy el dinero para que me salgan las viviendas", señaló la mujer.
Hasta aquí, se trataba de un hecho de supuesto abuso de autoridad, en caso de comprobarse que esta mujer efectivamente trabaja en esta repartición pública y que habría hecho uso de esa condición para aprovecharse de la necesidad de las personas para obtener dinero a su favor.
Pero todo empeoró en el mes de septiembre, cuando recibió un llamado de esta mujer, quien le dijo que otra persona se comunicaría con ella por unos datos. Allí le pidieron el número de CUIL, fotos de su DNI y de su rostro, foto de recibo de sueldo y le pidieron el registro en el Ivuj que ya tenía donde figuraba su firma.
Con todos estos datos se solicitaron créditos personales, operaciones de compra y transferencias con tarjetas de crédito, llegando al momento a una suma de más de $350 mil.
Con el asesoramiento legal y la denuncia hecha, la mujer espera una pronta solución.