El sábado pasado quedó inaugurada la muestra "Enti Enti, escenas del corazón habitado", en las instalaciones del Museo Nacional Terry, de la ciudad de Tilcara, con la particularidad que se extiende a otros espacios.
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El sábado pasado quedó inaugurada la muestra "Enti Enti, escenas del corazón habitado", en las instalaciones del Museo Nacional Terry, de la ciudad de Tilcara, con la particularidad que se extiende a otros espacios.
Se trata de una muestra visual y colectiva, inspirada en una verdulería de la ciudad de Monterrico. Reúne esculturas de Francis Ortega, pinturas de Gisela Ortega, intervenciones espaciales de la reconocida artista Marcia Schvartz y el registro del fotógrafo periqueño Marcelo Abud.
Con un mensaje que desafía las concepciones de arte, identidad y territorio, el Museo Nacional Terry inaugura el año 2022 con esta propuesta.
"Enti Enti. Escenas del corazón habitado" está inspirada en un lugar muy especial del corazón tabacalero de Jujuy: la verdulería de la familia Ortega. "En Monterrico, la familia Ortega construyó una República propia, un edificio monumental donde conviven luchadores romanos, animales selváticos, una verdulería, una cúpula con figuras egipcias y una mesa siempre tendida. La muestra Enti Enti recrea la historia de esta familia de trabajadores golondrina y un mundo propio construido a través del arte, las luchas y los sueños", explica la curadora de esta muestra, la reconocida artista plástica, Florencia Califano.
La muestra tiene además la particularidad de extender su montaje fuera del museo, hacia otros espacios de Tilcara. Habrá obras de Marcia Schvartz montadas en el espacio del Mercado Municipal de la ciudad, "no solo como una forma de dar continuidad a la idea de que una verdulería también puede ser concebido como un espacio de arte, sino también como una acción más del Terry para salir al encuentro de su comunidad en los espacios públicos de uso cotidiano", comenta el director, Juan Muñoz.
Se trata de la tercera entrega del Ciclo de Muestras Colectivas "El territorio no es un mapa", producido por el Museo Nacional Terry con la curaduría de Florencia Califano, que durante el 2021 contó con las exhibiciones "Cardinales" y "A pulso". Este ciclo procura expandir la noción de arte a otros espacios y prácticas culturales, construyendo sentidos a partir del diálogo entre artistas, sus comunidades y territorios.
La entrada es totalmente gratuita.
Se podrá visitar durante tres meses, de martes a sábado de 9 a 19 horas, y los domingos y feriados
de 9 a 12 y de 14 a 18 horas.
Los artistas participantes
Los y las artistas de "Enti Enti" han hecho su recorrido por fuera de las instituciones formales y las escuelas de arte tradicionales. Han sido guiados por su deseo y pulsión artística, desarrollando un arte que es indivisible de su vida cotidiana. En este sentido "esta muestra retoma el concepto planteado por Beuys quien dice que toda persona es un artista" explica Florencia Califano.
Marcelo Abud nació en 1975 en Perico, un pueblo de frontera multicultural y diverso. Es fotógrafo y dedicó gran parte de su vida a registrar escenas de su pueblo con una cámara pocket. Con el paso del tiempo, decidió aprender y profundizar aún más sobre el arte de la fotografía y participó de talleres, exposiciones y clínicas de arte en distintos puntos del país.
"Actualmente vivo y trabajo en mi pueblo, Perico, el cual aún recorro con fascinación, con perplejidad. Camino sus calles como inmerso en el cosmos (¿o el caos?) de un estudio de lmación. ¿Acaso todo se desgajará en un instante dejándome inerme? ¿Es fantasía? ¿Es realidad? Todo límite es difuso. Fotografío, retrato. Lo que me gusta y lo que no. Me involucro, pongo mis sentimientos en juego. Juego con el humor. Con respeto, pretendo hablar de sus identidades diversas. Me sumerjo en ellas, buscándome", dice el artista.
En la muestra también participa la pintora Marcia Schvartz quien, a través de Marcelo, conoció a Francisco, Gisela y Francis Ortega hace varios años y entablaron un diálogo artístico a partir de la admiración mutua.
Don Francisco llegó a Monterrico cuando tenía dos años. Hasta los 14, su vida se repartió entre la zafra y las changas como trabajador golondrina. Su principal motivación era descubrir el origen de su pobreza. Con el tiempo, empezó a crear casas en cartón y, luego, se embarcó en el desafío de hacer construcciones. Aprendió a construir mirando cómo trabajaban otros.
"Finalmente, en 1998 descubrí 'la razón de la pobreza'. Dejé de ser peón y tomé mi propio rumbo como independiente, con un carrito vendía papas casa por casa desde el Carmen hasta Güemes. Después abrí la verdulería Enti-Enti" expresa Don Francisco.
Gisela Ortega es pintora. Nació en San Pedro y durante toda su infancia viajó junto a su familia como trabajadora golondrina. Desde muy pequeña, encontró su camino artístico en la pintura y el dibujo. De grande, se dedicó a dar clases en talleres, atender la verdulería y, a veces, la transforma en galería de arte para vender sus cuadros.
"En las imágenes busco desafíos técnicos para probar que puedo hacerlos. Después, ya está, miro los errores y en la siguiente pintura busco mejorar. El rostro humano es lo que más me interesa porque requiere observación. Es un desafío plasmar en un cuadro la personalidad y el carácter de una persona.", expresa la pintora.
Francis Ortega también nació en San Pedro y, al igual que Gisela, viajaban mucho como trabajadores golondrina. Aprendió a disfrutar de las formas con su padre y su abuelo. Se interesó desde siempre en el volumen de las cosas por lo que se dedicó a imaginar objetos e imprimir imágenes en esculturas. Empezó con el cemento y después extendió su arte probando otros materiales.
"Yo le puse el nombre a la verdulería "En Ti En Ti" porque pensaba en el otro: pensar al otro como amigo. No tengo creencias religiosas de ninguna clase, pero hice el ángel como una forma de identificar nuestra casa", dice Francis.
Marcia Schvartz nació en Buenos Aires. Cuenta que en la escuela tenía muchos problemas de conducta porque sólo quería dibujar todo el día. Fue ahí que comenzó a tomar clases en talleres y entró en contacto con las acuarelas, témperas y el papel maché. En su juventud, fue militante de la Juventud Peronista y en 1977 debió exiliarse en España. Persecución, exilio y muerte de amigos marcaron su vida y, posteriormente, sus obras artísticas. Cuando volvió a Argentina, tuvo la oportunidad de colgar sus cuadros en la sala Pereyra del Museo Terry de Tilcara.
"Mi pintura con modelo es una pintura de pincelada sobre pincelada. Trato de transmitir en el cuadro la vibración que provoca en mí el modelo; como si fuese automáticamente mi mano la que reconstruye lo que el ojo ve, es un estado en donde casi no pienso."