Las familias jujeñas celebraron ayer el Martes de Chaya, con el que concluye el Carnaval Grande, en una jornada de agradecimiento a la Pachamama por los bienes obtenidos en el último año, en especial los materiales, como una forma de retribuir todo aquello que permite a las personas seguir renovando sus ciclos de vida.
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Las familias jujeñas celebraron ayer el Martes de Chaya, con el que concluye el Carnaval Grande, en una jornada de agradecimiento a la Pachamama por los bienes obtenidos en el último año, en especial los materiales, como una forma de retribuir todo aquello que permite a las personas seguir renovando sus ciclos de vida.
Integrantes de la familia Martínez, de Río Gallegos, llegaron hasta Humahuaca y allí chayaron su vehículo.
Casas, automóviles, motocicletas y otras pertenencias, incluso también locales comerciales, fueron adornados con serpentinas, papel picado y rociados con talco, espuma y bebidas como vino, cerveza o chicha, siguiendo una tradición familiar muy arraigada del NOA y en general en toda la región andina.
"Es un día muy parecido en importancia al primero de agosto (Día de la Pachamama), con la diferencia que se tangibiliza la cosecha, la abundancia, los logros; es como que comienza un año diferente casi terminando el ciclo agrario", explicó a Télam la ingeniera agrónoma Magda Choque Vilca, coordinadora de la sede Quebrada y Puna de la Universidad Nacional de Jujuy.
Se trata de una de las celebraciones más tradicionales de la cultura andina y se realiza antes del período de la Cuaresma, que comienza hoy con el Miércoles de Ceniza y concluye con el Domingo de Ramos, en el inicio de la Semana Santa.
Según la tradición, las familias se reúnen en sus hogares y realizan un homenaje a la Pachamama por todo lo logrado el último año y para que haya prosperidad.
Para el ritual se cava un pozo en la tierra en el que se procede a adornarlo con serpentinas y papel picado, tras lo cual comienzan las ofrendas con platos de comida, bebidas, hojas de coca y cigarrillos que son volcados adentro.
En la ceremonia de la chaya no faltan los sahumerios que recorren con su aroma de punta a punta todos los objetos que van a ser chayados para espantar las malas ondas y recibir la bendición de la Madre Tierra.
"En muchas casas además de chayar también se va a dar de comer a la Pachamama. Asimismo en el mojón de alguna comparsa o en algún lugar ceremonial importante. El Martes de Chaya es un día intenso donde uno más allá de reflexionar lo comparte con la familia", indicó Choque Vilca.
Agregó que en el campo, por ejemplo, se chayan los elementos de labranza y las herraduras de los caballos, pero en general "se chaya todo aquello que nos va a permitir trabajar y avanzar en nuestras vidas".
Los pueblos andinos solicitan tener una buena siembra y una buena cosecha, así como agradecer por todas las cosas nuevas que llegaron a sus vidas en el último año, indicó para finalizar la referente de la Universidad Nacional de Jujuy.
El próximo fin de semana es Carnaval Chico, y el que sigue el de Flores, según destacaron comparsas quebradeñas.