El filme argentino "Jesús López" dirigido por Maximiliano Schonfeld será proyectado hoy a las 19 en el Espacio Incaa de Tilcara que funciona en el Centro Andino para la Educación y la Cultura (Capec) de calle Belgrano 547. El Tribuno de Jujuy habló con el cineasta responsable del filme en ocasión de la llegada de la ficción a la plataforma Cine.Ar y en la oportunidad el realizador brindó detalles del largometraje.
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El filme argentino "Jesús López" dirigido por Maximiliano Schonfeld será proyectado hoy a las 19 en el Espacio Incaa de Tilcara que funciona en el Centro Andino para la Educación y la Cultura (Capec) de calle Belgrano 547. El Tribuno de Jujuy habló con el cineasta responsable del filme en ocasión de la llegada de la ficción a la plataforma Cine.Ar y en la oportunidad el realizador brindó detalles del largometraje.
"Jesús López" es un filme entrerriano que sigue la historia de Abel, un adolescente sin rumbo en la búsqueda de su camino. Su primo mayor, un corredor de autos muy carismático y querido en el pueblo, muere en un accidente de moto y ante el desgraciado acontecimiento sus tíos, lo padres del fallecido, prácticamente lo adoptan. La familia de él nota que algo anda mal pero comprenden el duelo y permiten que todo avance.
Y ante la vista de todos sucede la transformación, Abel se mimetiza con Jesús López, usa su ropa, maneja su auto de carreras, sale con su novia. Se trata de una propuesta cinematográfica muy atractiva de gran factura técnica y vuelo poético, cuyo guión, que Schonfeld escribió con la escritora Selva Almada, utilizando elementos fantásticos y una atmósfera que roza lo irreal, explora temáticas relacionadas con el duelo y la búsqueda de la identidad por medio de la travesía iniciática de un joven pueblerino y desorientado.
De esta manera Schonfeld habló sobre el origen del filme. "La idea nace cuando estábamos haciendo otra película que se llama 'La helada negra', a partir del proceso de casting de ese filme encontramos a un chico de nombre Abel que no sabía bien qué hacer de su vida, no quería trabajar más con el padre en el tambo y estaba esperando una oportunidad para escapar del poblado en donde vivía y a partir de su entrevista empezamos a escribir la historia.
Después este guion lo dejamos, empezamos a trabajar en otros proyectos hasta que con la escritora Selva Almada, que es mi amiga, decidimos retomarlo y nos quedarnos solo con la primera parte de esa historia y empezamos a investigar y a profundizar acerca de ciertos temas y cuestiones que nos interesaban de lo que estaba pasando en la provincia de Entre Ríos en ese momento".
Después destacó los elementos místicos e incluso fantásticos que tiene el filme. "Lo fantástico de alguna manera se fue metiendo como de a poco en la película, queríamos trabajar sobre todo la cuestión del mito que se presenta a través de las ausencias y la exploración de lo fantástico a través de la oralidad, es decir estos mitos que conforman las muertes tempranas, todo lo que pudo ser, el futuro que ya no está de estas personas jóvenes fallecidas entonces todo ese imaginario está muy ligado a lo fantástico por lo menos en las historias que fuimos recogiendo de pueblos chicos de nuestra provincia.
Era un camino que se nos iba abriendo bastante obvio, si se quiere. Y también algo que nos interesaba era la creación de la identidad en estos pueblos y la sustitución es un camino, una forma de crear la identidad de un joven en este lugar, la sustitución nos daba elementos como para pensar en una tradición más fantástica del relato", comentó.
Del mismo modo se refirió al trabajo con los actores. "Hicimos un mix, los dos actores principales no son profesionales, no se dedican a eso. Pero creíamos que para esta película también necesitamos actores y actrices con herramientas para poder narrar ciertas partes y el desafío era la mixtura entre los actores que no se dedican a esto y los que sí, los que tienen herramientas y los que no. Hicimos un trabajo previo muy intenso", aseveró.
Seguidamente consultado sobre el proceso de realización relató: "Recuerdo que a la tercera semana de rodaje se declaró la pandemia y tuvimos que dejar de filmar por casi un año. Así que hay escenas que un plano se filmó en un año y otro al siguiente. Y cuando volvimos a seguir filmando la segunda parte no éramos los mismos, a todos esta situación nos cambió y nuestra manera de entender y de pensar la muerte y las cuestiones colectivas era muy diferente", indicó.
Y finalmente destacó una secuencia de una carrera de autos que presenta el filme. "Fue un desafío, fue una película dentro de la película. Yo nunca había filmado una escena así y quería hacerlo, quería filmar una secuencia acción en una película, era un reto personal, entonces todo giraba alrededor de eso, porque era el motor de la película. Fue muy entretenido hacerlo. Ningún integrante del equipo había hecho nunca una carrera de autos. Así que había una energía muy linda, la de un equipo que está haciendo algo por primera vez. Pero teníamos todo muy planeado y quedé muy contento con la experiencia porque pudimos hacerlo y creo que la secuencia de acción en la película está muy bien sostenida", manifestó.