Fue una de esas tantas infracciones que se dan en un partido y que, a pesar de que no son violentas, generan fastidio en quien la recibe, al punto de intentar desquitarse con quien ocasionó la falta. Y Christian Eriksen, el jugador danés que sufrió un paro cardíaco en la Eurocopa pasada, hizo enojar mucho a un rival, que tuvo una reacción que sorprendió a todos.
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Fue una de esas tantas infracciones que se dan en un partido y que, a pesar de que no son violentas, generan fastidio en quien la recibe, al punto de intentar desquitarse con quien ocasionó la falta. Y Christian Eriksen, el jugador danés que sufrió un paro cardíaco en la Eurocopa pasada, hizo enojar mucho a un rival, que tuvo una reacción que sorprendió a todos.
Ocurrió en el partido en el que Brentford, equipo donde juega el mediocampista, derrotó por 3-1 a domicilio al Norwich por una nueva jornada de la Premier League. Cuando había pasado media hora de juego y con el visitante arriba en el tanteador por el tanto de Ivan Toney, se dio la curiosa jugada.
Eriksen tomó de la camiseta al lateral inglés Brandon Williams, quien no pudo continuar la carrera y cayó al suelo. Enfadado por la infracción de su rival, el jugador del Norwich reaccionó mal contra su adversario, al punto tal de que lo tomó con las dos manos y estuvo a punto de golpearlo.
Pero ahí ocurrió lo sorprendente: al percatarse de que se trataba de Eriksen, Williams modificó su postura drásticamente y le dio un abrazo en el césped, generando las risas entre ambos.